Sentimientos iguales

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Alan:
No pude evitar perderme entre sus ojos azules y es que cuando habla se iluminan intensamente dejando ver su hermosura y la calidez de su alma lo cual causa un extraño efecto en mi, y es que cada que la veo mi corazón se acelera y no puedo evitar actuar como un total idiota.

Cuando la veo mi corazón late sin control y no puedo dejar de pensar en lo hermosa que es, en su lindo cabello castaño, en su piel tan blanca, en sus hermosos ojos que me encantan, amo cuando se sonroja; adoro verla distraída y es una chica tan intelectual y adorable. Sé que la conozco hace tan sólo tres años pero siento que llevo toda una vida conociéndola, a su lado puedo ser yo mismo y sé que ella jamás me juzgará, en verdad es una gran persona con muchísimas cualidades y destrezas, es muy inteligente y agradable... No sé que me pasa, es que cuando estoy con ella me siento estupendo y... Me hace sentir indefenso, pues sé que ella no siente lo mismo por mi... A veces quisiera poder decirle "Verónica he estado enamorado de ti desde hace dos años" pero nunca he tenido el valor de decírselo porque tengo miedo de que ella me rechace... Verónica es muy importante para mi y no quiero arruinar las cosas confesándole lo que siento  porque se que no seré correspondido. Aun así sigo intentando porque a pesar de que suene ridículo tengo una pequeña esperanza de poder gustarle a Verónica.

Verónica:
Me quedé dormida por unos instantes. Cuando desperté Alan estaba abrazándome mientras me veía de reojo, quise romper el silencio y me atreví a hablar.

—¿Alan, en qué piensas?

—¿Qué?— me observó sorprendido.

—¿En qué piensas?— repetí.

—No es nada, simplemente pensaba en ti...— sus pupilas se dilataron al darse cuenta de su comentario y se sonrojó— ¡Lo siento! No debí decir eso...

—No te preocupes Alan— mi corazón se aceleró por su comentario.— ¿Qué hora es?

—Son las 6:20pm.

—¿¡Qué!? ¿¡cuánto tiempo dormí!? ¿mamá ya llegó?

—Pues creo que escuché a tu mamá llegar hace unos treinta minutos.

—¿Y preguntó por mi?

—Dijo tu nombre pero Jack le contestó que estabas dormida.

—Muy bien, ¿tú ya debes irte?—pregunté con tristeza en el rostro.

—No es necesario pero si quieres que me vaya no hay problema.

—¡No! quédate un rato más.

—Claro, por ti lo que sea, Vero.

—Gracias.— me sonrojé.

—Ya te dije Vero, por ti haría lo que sea.

¡Ya no puedo más, necesito decirle lo que siento! ya no lo soporto, ¡es ahora o nunca!

—Alan, y-y-o...

—¡Verónica!— gritó mamá.

—¡Ya voy mamá!

—¿Qué querías decirme Vero?— preguntó Alan.

—Que yo...

—¡Verónica!— gritó mamá nuevamente.

—Ya voy.— respondí— Olvídalo Alan... No es nada.

—Claro... Creo que ya debo irme.

—Pero... ¿No puedes quedarte un rato más?

—No lo creo, de todas formas tu mamá te está hablando y creo que soy algo inoportuno en este momento.

—Está bien...— dije muy triste.

—¡Que más da! me quedaré un rato más, de todas formas mis padres no están.

—¡Bien!— la felicidad se adueñó de mi rostro.

—¡Verónica!—dijo mamá totalmente molesta.

En ese momento bajé hacia la cocina para ver que quería mamá.

—¿Qué pasa mamá?

—¡Por fin!— dijo mamá— ya es hora de cenar.

—¿Qué hora es?

—Son las 7:00pm.— dijo Jack.

—¡Wow! creo que dormí demasiado.

—Ya lo creo;— dijo mamá— en fin, hay que cenar.

Puse la mesa y mamá sirvió la comida, nos sentamos a cenar y mamá nos platicaba de su día en el trabajo. No pude prestar atención a nada de lo que decía mamá porque no dejaba de pensar en que casi le confieso mis sentimientos a Alan. Terminamos de cenar y cuando me di cuenta ya eran las 8:30pm.

—¿Vero te pasa algo?— me preguntó mamá.

—No mamá, tan solo tengo sueño.

—Entonces vamos a dormir porque veo que Jack también tiene sueño.

Nos levantamos de la mesa y mi hermano, mamá y yo fuimos hacia nuestras habitaciones. Cuando entré a mi habitación vi a Alan dormido lo cual me causó ternura al verlo.

—Alan.— dije tratando de despertarlo.

—¿Qué pasó?— balbuceo con los ojos cerrados.

—Te quedaste dormido.— dije entre riendo en voz baja.

—Gracias por despertarme, ¿qué hora es?

—Las 8:50pm.

—¿Ya es tan tarde?—dijo sorprendido—lo mejor será que me vaya.

—Ya es muy tarde— dije preocupada— no quiero que te ocurra algo por salir a mitad de la noche...

—¿Qué hago?

—Podrías pasar la noche aquí.— dije agachando la mirada.

—¿No te molesta?— dijo preocupado.

—Claro que no.— le di una pequeña sonrisa.

—Entonces creo que pasaré la noche aquí, claro si no te molesta.

—Tú sabes que no.— sonreí.

Seguimos hablando hasta las 12:00am, luego nos quedamos dormidos.

  

Mi Espíritu Gemelo~ (En Pausa Indefinida) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora