🌼Chapter 7🌼

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-y entonces me besó - dije tratando de sonar sensual, tratando en una forma sarcastica, Ciel se puso encima de mi en aquel momento.

-No besaste al Faustus... ¿Verdad? inquirió enojado

-¡Claro que no!- reí - ahora quítate, me estorbas la vista - encarnó una ceja -

-¿De qué? -

-Mmm, no te lo diré - reímos justo cuando la puerta se abrió, Ciel volteó cambiando su expresión -

-Tal vez deba de enseñarte modales de nuevo Sebastian, se toca la puerta antes de entrar -

-Toqué, mi señor, tal vez yo deba limpiar sus oídos-

-Sí, claro - se puso a mi lado y se sentó mejor -

-Está lista su cena, mi señor, venga, acompáñeme -

-No tengo hambre - dijo -

-Ciel, anda ve - me miró - oh perdón, Conde Phantomhive - rió -

-Llámame como gustes -

-Mmm, pensaré en un sobrenombre- sonrió y salió de la habitación -

Sebastian volvió unos minutos más tarde, me sonrió.

-¿Cómo está mi princesa? - puse los ojos en blanco -

-Quiero dormir - protesté -

-Le hice su comida favorita, recuerde que debe comer, así no la vendrán a buscar -

-Me recuerdas mi comida favorita?- inquerí sonriente, se acercó a sentarse a mi lado, me tomó de la cintura y me puso en sus piernas -

-Pues... Su comida favorita es harina hervida, más conocida como la polenta gialla, una comida italiana, con salsa y queso - me miró, levanté mi cabeza para verlo -

-Mmmm, tal vez, tal vez no, debería ir a probarlo - sonrió -

-Siempre me pareció hermosa, muy hermosa, tan delicada -

-Cómo qué - pregunté -

-¿Me pone a prueba? -

-Claro que sí - sonreí, se acercó a mis labios -

-Como una margarita, le encantan las margaritas, se las regalaré a montones, lo prometo - reí -

-las margaritas sirven para quitar sus hojas, para decidir si la quieren o no- se separó un poco -

-Yo ya decidí que la quiero -

-Pero no preguntaste si yo gusto de... De ti - sonrió triste -

-Sé que me quiere, lo sé - besó mi mejilla, sentí su calor y cariño - comerá un poco y a dormir o a tratar- reí disimulada - la acariciaré hasta que sus hermosos ojos se cierren -

-Y luego se abrirán porque no podré dormir -

-Mi princesa siempre tendrá todo -

-Suenas como... Un padre, no recuerdo al mío -

-Yo tampoco - noté como sus ojos se humedecieron, sin embargo él lo soportó, pero yo derrame unas cuantas, lo que hizo que me abrazase, se levantó conmigo en brazos y salimos de la habitación, lo abracé aún más fuerte, aferrándome a su cuello, me había cubierto con una manta antes de salir, dijo que no quería que me enfermase.

¿Cómo sabía que podía enfermarme?

No lo sé.

-¿sigue llorando? -

-N-no - esnifé -

-Buen intento, ¿quiere jugo de frutas? -

-S-sí... Sí por favor -

Me dejó en un sillón blanco, el salón era enorme, pero no miré mucho, solo me cubrí y me quedé allí hasta que Sebastian trajo mi comida.

Se sentó a mi lado y acercó la comida a mi boca.

-Abrala - susurró -

-Ya no... Ya no tengo hambre - lamenté - solo... Me gustaría no haber hablado del tema - asintió-

-Solo un poco, le aseguro que le gustará -

Cuando terminé, él levantó mi barbilla y me besó, lo sentí tenso y supe que había alguien más en la habitación, pero luego solo se relajó, y bajó sus besos por mi cuello.

-N-no creo que debas de hacer esto aquí - dije -

-Tranquilicese, ¿la llevo a la habitación? - asentí -

Me tomó en brazos de nuevo, fue ahí cuando volví a acurrucarme, me sentí segura.

Entró a la habitación, tenue, me dejó en la cama, me cubrió mejor y fue del otro lado, sonrió cuando se acostó a mi lado, reí por un beso en la nariz.

-Quiero... Yo - suspiré - quiero explicárselo a Ciel - bufó y se levantó - P-por... Por favor Sebas-

-Señorita, por favor no trate de encantarme -

-Sabes que nunca te mentiría -

-Tampoco puede -

-L-lo sé, pero... Yo también... - me miró algo enojado - yo... eso - me cubrí con la manta -

-No haga un berrinche por lo que no sucederá, créame -

Mi Pequeña DiablillaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora