First love (Myungyeol)

Tercer recuerdo

Todos los días te extraño
Todas las noches lloro mucho

-¿que hace un joven tan apuesto solo? ¿acaso tu novia te dejo?- escuche la voz de una mujer cerca mio pero mi mente estaba tan lejos de alli que solo movi la mano con desden y en el acto creo que tire parte de mi gintonic sobre ella pues la oi quejarse e irse protestando contra mi falta de educacion, sinceramente me daba igual.

-¿No crees que deberiamos llamarlas? Ya vienen retrasadas mas de una hora Myungsoo. - dijo Sungyeol algo molesto

Habiamos quedado en una cena de a cuatro, mi hermana mayor, su amiga y nosotros dos, pero claro que era una mentira de mi parte, una excusa para ver a Sungyeol fuera del ambiente de trabajo, para estar con él a solas, para tener nuestra primera cita sin que él lo supiera.

- tienes razon, ahora mismo llamo a Keehyun- me levante y aleje unos metros con el movil en la oreja, hice toda la mimica que debia hacer, hasta actue un poco y fingi estar apenado por que nuestras citas nunca vendrian.- lo siento, mi hermana me dijo que su amiga Junghee se enfermo y debio llevarla al hospital-

- ¿realmente? ¿es grave?- pregunto Sungyeol sorprendido

- no, nada grave, creo que tiene apendicitis- dije lo primero que se me vino a la cabeza-

- pero eso es grave Myungsoo! ¿van a operarla? ¿tu hermana no necesita que vayamos con ella?-

- no, no- dios, Sungyeol y sus ganas de siempre ayudar a los demas- no, quedate tranquilo, ella esta bien, el propio hermano de Junghee fue a por ellas. - ni siquiera sabia si Junghee tenia un hermano.

- ¿estas seguro?- asenti- bueno, en ese caso te llevo hasta tu casa- dijo amagando a levantarse pero lo tome de la muñeca y lo hice detenerse.

- no- intente no sonar desesperado pero creo que me fue imposible- quedemosnos-

- ¿los dos solos?-

- si, este es un buen restaurante y no quisiera perder la oportunidad de comer aqui, podriamos pasarla bien los dos solos- intente que no sonara raro pero creo que si lo hizo pues Sungyeol alzo una ceja y algo dubitativo accedio a volver a sentarse.

- vamos cariño, puedo olvidar tu groseria si quieres, podemos ir a disfrutar del asiento trasero de tu auto ...- escuche la molesta voz de la misma mujer nuevamente, ¿que clase de regaladas iban a aquel bar?

- no- dije con tono fuerte- pierdete-

- aishh no te creas tan importante, idiota- la mujer hablo escupiendome y se marchó insultandome.

Poco me importaba cualquier mujer en ese momento, solo quería volver a ver a Sungyeol, al menos en mis recuerdos, cerre los ojos recordando.

"- sera tan solo un mes, ¿Por qué te comportas así?-

No dije nada, no respondí. No podía decirle, no tan directamente, no cuándo él era mí jefe. Ahora dudaba de todo, de quién era yo y de quién era él.

- ven, vamos por un trago- dijo tomando su saco y mí chaqueta pero al ver que yo solo lo miraba, me tomo de la mano y tirando me obligó a seguirlo- hoy estas idiota Myungsoo- agrego dejando frente a mí un Gin-tonic- bebe

-¿Qué es esto?-

- un Gin-tonic, sé que no está de moda pero es perfecto para un día estresante de trabajo-

Solo asentí y lanze el contenido entero del vaso en mí boca.

- hey! Despacio Kim!-

La garganta me quemo por lo prematuro de mí acción pero más me molesto que me dijera Kim.

- ¿Kim?

- bueno, ¿es tú apellido no?

- no me llames así

- entonces, Myungsoo

- no tampoco - alce la mano pidiendo otro trago, el que fuera

- ¿Qué te sucede hoy? ¿Te asusta quedarte solo? Lo harás bien. Myungsoo, eres bueno, incluso mejor que yo diría solo te falta algo de experiencia para que los directores te tomen en cuenta, no debes preocuparte.. 

- sé que soy bueno Sungyeol. Ese no es mí problema.

-¿Entonces? Vamos dilo, intentaré ayudarte

- ¿Realmente?

- si, vamos Myungsoo.

- entonces ven conmigo al auto, aquí no es el lugar.

- ¿El lugar para qué?

- para decirte lo que me pasa, vamos Sungyeol.

Él suspiró revolviendo un poco su cabello que ahora le había crecido hasta los hombros, dándole un aspecto increíblemente sensual.

- bien, vamos.

Dejo dinero bajo su vaso del que poco había tomado y salió del lugar delante mío.

Mientras caminabamos al estacionamiento yo no podía apartar mí mirada de su espalda, tenía el maldito impulso de abrazarlo , cerrar mis brazos alrededor de su cintura y evitar que se fuera de viaje.

Ya estaba extrañandolo.