veintiocho.

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Solté aire y me hundí en el asiento del auto sintiendo un alivio en el momento en que Yooni apagó el motor.

—Nunca vuelvo a subirme contigo a un auto, Choi—jadeé desabrochando mi cinturón—¿Quién demonios te dijo que conducías bien?

Miré a mi amiga alarmada y ésta no hizo más que sacarme la lengua. No era mi culpa que condujera como loca y que mi vida estuviera en peligro minutos atrás.

—A la otra te vienes caminando—dijo ella mientras salía del auto.

Abrí la puerta y bajé del auto sintiendo el piso moverse... Oh no, era yo quien se movía. Me recargué en el auto y después cerré la puerta.

—A la otra conduzco yo—sonreí ahora burlona—No sé como Baekhyun se atrevió a darte las llaves de su querido auto—dije mirando a mi amiga mientras rodeaba el auto.

—Es mi novia, por eso—dijo la voz de mi hermano a mi espalda y me giré para verlo en el umbral de la cabaña—Debo confiar que no causará daños.

Nos sonreía de oreja a oreja y después bajó rápido la pequeña escalera. Se acercó a nosotras y me dio un beso en la mejilla.

—Hermanita—saludó y yo le devolví el beso. Luego se paró frente a Yooni y sonrió aún más—Princesa.

Fue entonces cuando metí ambas manos poniéndolas sobre sus bocas y los miré con los ojos entrecerrados.

—Al menos esperen a que salga Chanyeol—dije recibiendo gruñidos de parte de ambos—No quiero ver o escuchar sus besos ansiosos...

Una leve risita fue la que me interrumpió atrayendo mi atención. Volteé hacia la cabaña y ahí estaba Chanyeol, llevaba unos pantalones color blanco una playera azul marino y unos zapatos a juego. Es que incluso así de simple se veía perfecto. Sonreía ampliamente y tenía las manos metidas en los bolsillos con los pulgares afuera.

—Ya estoy aquí—dijo levemente bajando los pequeños escalones—Deja que ellos se coman y nosotros nos terminamos el desayuno.

Reí levemente y me alejé de Baekhyun y Yoon para acercarme a Chanyeol.

Extendió los brazos para después envolverme en un tierno abrazo—Lamento haberme ido—susurró y yo le di un beso en la mejilla.

—No importa—sonreí alejándome levemente de él—Pero más te vale que el desayuno sea bueno.

Sonrió y me indicó que entrara a la pequeña cabaña mientras le gritaba a Baekhyun te quedarás sin desayuno y entró detrás de mi. Sentí sus brazos rodearme y depositó un beso en mi mejilla. La cabaña era considerablemente amplia. Tenía una pequeña mesa de madera con cuatro sillas, el desayuno ya estaba listo sobre esta. También había un pequeño sofá y al fondo había una puerta, lo que supongo que es el baño. ¿Cómo es que encontraron este lugar?

—El desayuno te encantará—dijo Chanyeol soltándome para después correr una silla e indicarme que me sentara.

—Supongo que tu lo preparaste—bromeé sabiendo que la última vez que había entrado a una cocina la había incendiado.

Él me miró entrecerrando los ojos y una sonora carcajada se escuchó desde la puerta.

—¿Chanyeol cocinando?—rió mi hermano que ya había entrado con Yooni tomados de la mano—Apuesto a que es ilegal su entrada a la cocina.

Reí y Chanyeol le sacó la lengua para después sentarse a mi lado—A ti tampoco te dejan, Byun—se burló Yooni haciendo que Baekhyun dejara se sonreír.

—Solo fue una vez—gruñó Baekhyun corriendo la silla para que Yooni se sentara.

Chanyeol soltó ahora una sonora carcajada y por un par de segundos me sentí envuelta en esa perfecta melodía. Chanyeol era el único que podía ponerme así, me hipnotizaba con una simple risita que no siempre escuchaba, aunque fuese muy gracioso rara vez le escuchaba reír de verdad, la mayoría de las veces juraba que fingía la risa por cortesía o algo.

aprendiendo a ser romántico ✧ p. chanyeolDonde viven las historias. Descúbrelo ahora