aprendiendo a ser romántico ✧ p. chanyeol

veintiséis.

Lo estaba observando, tenía el rostro hundido entre sus manos y decía algo que, como era obvio, no podía escuchar.

Me sentía mal, la culpabilidad me recorría de pies a cabeza haciéndome odiarme a tal punto de creer que quizá podría regresar y disculparme...

Pero no podía.

Krystal tenía una mano sobre el cabello lacio de Jongin y le murmuraba algo, supongo que palabras reconfortantes. Sabía que hablar con Krystal sobre lo que pasaría era lo correcto, la chica con ojos color chocolate y tierna personalidad parecía enamorada de Kai en secreto, ¿quién mejor que ella para cuidar a Kai ahora que lo he dejado ir?

Era necesario, y después de ver el rostro de Jongin en el momento en que le dije que no nuestro no funcionaría, sólo había hecho que me sintiera más segura con la decisión que había tomado, quizá...

—¿Esperas a alguien?—preguntó una voz conocida y una figura un tanto corpulenta cubrió mi perfecta vista de Kai y Krystal.

Me removí en la pequeña banca en la que estaba sentada y coloqué un mechón de cabello detrás de mi oreja y levanté la vista para encontrarme con unos brillantes y hermosos ojos mieles.

—No, solo estaba pensando—sonreí levemente—¿Te conozco?—pregunté con una risita y él alzó una ceja.

—Oh, no...—se sentó junto a mi en la banca y me me giré para poder verlo de frente—Park Chanyeol—me tendió una mano y la estreché.

—Byun Hyeri—sonreí.

Una sonrisa se dibujó en su rostro, era grande y sincera. Con un movimiento inocente, tomó mi mano entre sus manos y con el pulgar de su mano derecha acarició el dorso de mi mano izquierda.

—Y dime, Byun Hyeri, lindo nombre por cierto, ¿quieres ir a tomar un helado?—sonrió y yo me mordí labio inferior intentando no reírme de nuestro pequeño juego y sonrojándome por que había dicho que mi nombre era lindo.

Negué con la cabeza y él frunció el ceño.
—Te acabo de conocer, Park Chanyeol—reí—¿Cees que así de fácil iré a tomar un helado contigo?

Puso una pose pensativa y me miró con un tanto de intensidad. Entonces una sonrisa coqueta se adueñó de su perfecto rostro.

—Usualmente no ofrezco el helado—guiñó un ojo—Usualmente consigo lo que realmente quiero—mis mejillas comenzaron a tornarse de un color escarlata y mi boca se abrió levemente sin poder creer lo que estaba escuchando—Pero tú, mi querida Byun Hyeri, tienes algo que me hace querer salir en una cita contigo.

—Creí que sólo era un helado—dije sonriendo mientras sentía como me sonrojaba aún más si es que era posible.

—Ahm, puedes tomar esto como una cita—sonrió—¿Qué dices?

Me mordí el labio y baje la mirada a nuestras manos entrelazadas, un hormigueo me recorría de arriba a abajo por todo el brazo.

—Tengo un hermano muy celoso...—dije un tanto tímida volteando a verlo y él solo sonrió—Pero, yo digo que si, pero prefiero comer algo antes que el helado.

Asintió y se levantó para después tenderme una mano.

—Vayamos a comer algo y después vamos por el helado—sonrió y tomé su mano para después levantarme.

Comenzamos a caminar por el pequeño parque, íbamos en dirección opuesta de donde estaba Kai, cosa que me alegraba porque no quería verlo... no ahora. Chanyeol me llevaba tomada de la mano, con los dedos entrelazados y la otra mano la tenía metida en su bolsillo del pantalón con el pulgar de fuera. El silencio se adueñó de nosotros mientras caminábamos hacia nuestro restaurante favorito. La pequeña caminata fue de lo más cómoda, sin tomar en cuenta el silencio aplastante que estaba presente, pero todo se hacía más reconfortante con el hecho de ir tomada de la mano de Chanyeol.