-"no... que no lo ves? Ella te ha hecho débil. Desde que entraste en este mundo nunca habías cometido algún error, tu trabajo era pulcro y sin ningún cabo suelto. Pero desde que la secuestraste comenzaste a decaer. Te dejaste atrapar, humillar, caíste en trampas que antes jamás caerías, arriesgaste estúpidamente tu vida por rescatarla... e incluso te dejaste estar a merced de la muerte, por ella?... estuviste dispuesta de mandar todo a la borda por ella?!"- apretaba más la mano que sostenía a la maniatada chica. –"aun no ves que tiene que morir?!!!"

La rubia no respondió, solo intentó levantarse, pero no alcanzó siquiera a acercarse a ello, aun sentía su cuerpo entumido por la corriente.

-"que pasó con la asesina que solías ser?"

-"ya no quiero eso para mí"

-"no puedes negar lo que eres... por más que ella te muestre un estúpido mundo ideal, con mariposas incluidas, tú no eres así"

-"que sabes tú de cómo es ella"- intervino la chica.

-"la conozco, como solía ser antes, y su verdadero yo... y en lo que la has convertido también".

-"el hecho que seas un maldito psicópata y le hayas observado todo este tiempo, no te da derecho a elegir quién es realmente"

-"yo lo sé... cuando la miro no puede evitar recordarme a mí mismo. Por más que terminaste confundiéndola con emociones que lo único que hacen es arruinar al ser humano, ella siempre volverá a sus verdaderos deseos, ser libre"

-"mientes!"- exclamó de pronto la rubia desde el suelo. –"... yo no soy quien dices"

-"si... si lo eres. Y si ella no estuviera en tu vida, no dudarías a estas alturas de ello. Eres muy especial, pequeña Perrie. De un principio, cuando se me encomendó prepararte como asesina, no encontré más que tedioso ese estúpido trabajo, una pérdida de tiempo. Pero entonces comencé a notarlo... era como si todo tu cuerpo se moviera de manera inconsciente, como si siempre lo llevaras dentro... y más interesante aun, no dejaste nunca de ser esa niña ingenua que disfrutaba de su familia. Es más, decidiste olvidar todo eso para así continuar con esa vida de cuento feliz. Y todo sin ser consciente de eso!"

-"no... eso es culpa de mi padre y de ti, nada más. Ustedes la forzaron a hacer todo eso!"

-"solo la empujamos a lo que verdaderamente es..."- entonces empujó a la chica, quien cayó al suelo. Perrie le vio preocupada al notar lo aturdida que quedó en el suelo al estar imposibilitada a usar sus manos al caer. Luego observó al pelirrojo caminar a paso lento. –"... ¿Por qué entonces decidiste ser como eres? ¿Por qué una vez sola, olvidar tu antigua personalidad, esa extrovertida, alegre, y elegir aquella oscura que se escondió en tus recuerdos, incluso sin saberlo?... eso es porque es esto lo que eres en realidad... una asesina. Y no es simplemente eso. Decidiste sobrepasar la línea de la moral y el cuestionamiento común, decidiste ser libre. "

La rubia se mantuvo en silencio, solo le observaba un tanto desconcertada y a la vez impresionada, sin saber bien porqué. Entonces el hombre levantó con brusquedad a la chica, quien emitió un leve quejido, y dejando ver una leve herida en su frente por la caída. Caminó con ella hasta el borde del edificio.

-"n no... que vas a hacer?"- pregunta forcejeando en vano, un tanto alterada al estar muy cerca del borde, comprendiendo de todos modos las intenciones del pelirrojo.

Perrie trató de levantarse desesperada, y logró llegar más lejos que en intentos anteriores, pero al apoyarse en sus rodillas, volvió a caer. Pudo ver a ambas figuras al borde, y el viento correr una fría brisa.

-"nada personal, señorita Thirlwall... pero como dije, es necesario. Al menos, desde esta altura morirá de inmediato"

La chica no pudo evitar aterrarse al ver la altura desde el suelo, y el impulso determinado del hombre para arrojarla. Pero algo interrumpió tal acción.

Ciudad de vicio || JerrieWhere stories live. Discover now