Camila: Usted...

Shiyoon: Nosotros dos tenemos que hablar, de nuevo, la última vez no me comporté como debía. –Parecía que el tacto que tenía con su mano era más que delicado.

Camila: ¿Es en serio? Es decir, la última vez que hablamos le conté algo y no terminó de buena manera.

Shiyoon: De eso mismo vamos a hablar, Camila. –Sostuvo su maleta y le entregó el paraguas- Quiero que me sigas a un lugar, prometo no hacerte daño. –Era tanta la sinceridad y empatía de sus palabras, que fue difícil negarse a pesar del cansancio y el dolor de cabeza.

Caminaron juntos, hasta acercarse a un vehículo plateado e increíblemente hermoso. Camila Cavendish no era experta en transportes del siglo 21, pero era evidente que este si costaba mucho. Miró de reojo al coreano, ¿es que acaso no era un muchacho de clase media? Bueno, en realidad nunca se sentaron a conversar de su situación económica.

Shiyoon: ¿Vas a entrar? –Le había abierto la puerta del copiloto. Confundida, ella cerró el paraguas y se sentó, mientras él metía la maleta atrás- No te sorprendas Camila, no sólo juego con mis horarios como estudiante de sociología, no sólo voy al teatro, ayudo a mis padres con el negocio familiar. –No pudo evitar reír por la confusión en el rostro de la muchacha- No te preocupes, no es una mafia asiática o algo así.

Durante el viaje, ninguno de los dos habló por el simple hecho de que el silencio se había vuelto tranquilo e ideal para dejar que la mente fluyera en buenas direcciones.

El vehículo llegó a un área de L.A. con casas bastante grandes y muy cómodas, que reflejaban la riqueza de quienes habitaban en el distrito, Toluca Lake. Se detuvieron afuera de una casa de grandes dimensiones, con un jardín y patio enorme, una pileta, una pérgola con estilo asiático, muchos árboles y en el fondo una piscina con cascada y piedras incluidas.

Estaba sorprendida. ¿Cómo no? Siempre creyó que ShiYoon era un estudiante que vivía en un departamento simple y sencillo, pero no imaginó la gran casa frente a ella. ¡Le fascinaba el camino de piedras!

Shiyoon: Bienvenida al hogar de la familia Yoon, es aquí donde vivo cómodamente con mis tres hermanas menores y mis padres, aunque cuando termine de estudiar buscaré mi propio departamento.

Camila: Es todo tan bello... Dios, es hermoso.

Shiyoon: Por fuera parece una casa americana, pero por dentro está diseñada y decorada como un Hanok, que son las casas tradicionales coreanas, es lo que podemos tener de nuestra cultura en medio de tanto occidental. 

Al abrir la puerta, la mandíbula de Camila descendió. ¡Qué belleza! Los jarrones, las mesillas de centro, los cuadros, y todo lo que pudiera imaginar de objetos tradicionales. Estaba combinado con alta tecnología, como el LED curvo y otros artefactos.

Se acomodaron en una de las tantas salas de estar que había, sentándose en el suelo frente a una mesa baja. Shiyoon le sirvió café y un poco de pastel de chocolate, quería hacerla sentir cómoda por sobre todas las cosas. Era extraño, sí, que Camila estuviera frente a sus ojos, pero no fuera su Camila, sino la versión del pasado.

Shiyoon: Sé que estás nerviosa y créeme, yo también lo estoy. –Apretaba el tazón entre sus manos, se sentía tan ansioso- No te esperabas mi presencia en el aeropuerto.

Camila: Es que me sorprendió mucho verlo allí, la última vez que mantuvimos una conversación, las cosas no salieron como lo esperábamos, de hecho, terminó mal. ¿Qué lo hace diferente esta vez?

Shiyoon: El hecho de que... te creo, Camila Cavendish, el hecho de aceptar lo que me dijiste. –Se paró rápidamente, buscó un libro en la repisa y volvió a sentarse de piernas cruzadas- Conversé con Lauren, pero no le dije lo que me dijiste, para no alterar las cosas, y me encontré a Sounya en su tienda. -La miró- Lauren dijo que te encontró empapada, con un vestido de época, confundida y con miedo, no se explica cómo entraste al departamento si no sabías la clave, apareciste el día que mi amiga tuvo el accidente. Busqué en los libros de historia y en internet sobre Camila Cavendish y las pocas búsquedas acertadas dan con lo mismo, la tragedia de los Cavendish y la desaparición repentina de su hija, eres igual a Camila Cabello y tienes conocimientos tan propios del siglo 18. Dime como llegaste, ¿de verdad caíste de un tercer piso?

Camila: Así es. –Apartó el café y el resto de pastel que le quedaba, le dolía la garganta- Me caí porque perdí el equilibrio, aunque creo que una fuerza externa me empujó, pensé que perdería la vida al chocar contra el fondo de la enorme fuente de agua, pero sólo terminé sumergiéndome más y más. Esto es loco, ¿no lo cree? ¿De verdad me cree?

Shiyoon: Sounya me demostró que lo que dices es cierto, porque empezó a describir con detalles una escena que nadie más que mi mejor amiga sabía. Ambos estábamos en rehabilitación, en un atardecer, me dijo tantos detalles, que fueron suficientes para demostrar que hablabas con la verdad.

Camila: Es horrible, ¿sabe? Tener que vivir en una época que no me corresponde, tener que actuar, vestirme, y expresarme como alguien normal. –Se retorció sobre sus talones- Ver cómo todo ha cambiado, entender qué es la electricidad y cómo la ocupan, los vehículos, la tecnología. ¿Pero lo más fuerte de todo? Yo diría que es saber el propósito de mi viaje. –Secó sus lágrimas, definitivamente era una mujer sentimental- Porque no podré ser feliz cuando regrese a Exeter en Devonshire, si lo soy, la mujer a quien yo... amo, terminaría en una tragedia y por ende, tu mejor amiga igual.

Yoon se quedó callado y pensativo, no sabía con exactitud cuál era aquel propósito, pero debía ser doloroso para que ella tuviera que sufrir, aunque de cierta manera, volvería a nacer como Camila Cabello. Se paró, la levantó suavemente con una mano y la apegó a su cuerpo para abrazarla, ella era su mejor amiga, sólo que había nacido 300 años antes, debía quererla y respetarla como tal, entenderla, y guiarla en el camino para que las cosas resultaran.

Poco a poco el cuerpo de la inglesa se fue relajando y aceptando el contacto que el coreano le brindaba, era sincero, las personas en este tiempo eran más cercanas, no había una valla divisora entre todos, no tenían que hablarse con excesivo decoro aún entre amigos, el comportamiento con el otro era distinto.

Shiyoon: ¿Llegará el momento en que tengas que contarle la verdad a Lauren?

Camila: Debo hacerlo, porque no puedo permanecer eternamente en el siglo 21, aunque lo quisiera. –Se separaron solo un poco- Tengo tanto miedo de ese momento, ella me odiará por haberle mentido, y yo no tengo...

Shiyoon: No tienes pruebas concretas., ¿verdad? –Camila asintió- ¿Hiciste algo en el pasado que dejara registros irrefutables?

Camila: Nada, mi existencia sólo se basa en escrituras.

Shiyoon: Pues no lo creo. -La sujetó de ambos hombros para que lo mirara- Camila, cuando no estuviste en Estados Unidos, cuando tuve que enfrentarme a pesadillas y miedos sobre tu verdad, para aceptar de una vez por todas que eras real y que no me estaba volviendo loco, busqué sobre ti en internet, busqué tanto que encontré algo que te va a servir para cuando sea el momento. –Sacó de su bolsillo un precioso teléfono celular. Unos cuantos toques en la pantalla fueron necesarios para dar con lo que quería- Cavendish, si revisaste sobre ti, son cosas obsoletas, con el tiempo encontraron esto y está en un museo de Exeter.

Camila gimió al verse reflejada en aquel retrato de carbón con su nombre y la fecha en la que fue dibujado. No podía olvidarlo, no podía creerlo, Dios. ¡Tenían el retrato a carbón que le hicieron en la plaza aquel día antes de desaparecer! Se había conservado con el tiempo. ¡Tenía pruebas irrefutables!

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Muchas gracias por leer, votar y comentar <3 El siguiente capítulo lo subiré el jueves o viernes. 

Tengan un buen día/tarde/noche, pequeños seres :)

Between love and time {Adaptación Camren}Where stories live. Discover now