Él levantó una ceja, —¿Entonces que buscabas?

Mentirle no había sido una buena idea, —Una salida.

Eso pareció convencerlo, —¿Tienes hambre?

Síguele juego, Fleur.

—¿Tú que crees?

Él dejó sus brazos caer a sus costados y dio un paso dentro del baño, instintivamente retrocedí hasta donde me dejó la cadena.

Mason suspiró, —No tengas miedo, no voy hacerte daño.

—¿Por qué debería creerte?

Él sonrió para si mismo, —Si quisiera hacerte daño, ya lo hubiera hecho hace mucho tiempo.

—¿Entonces que quieres de mi?

Él dio otro hacia paso hacia mi, —Siempre haciendo tantas preguntas.

—Y tú siempre evadiéndolas.

Él sonrió ampliamente, dando otro paso en mi dirección, —Supongo que algunas cosas no cambian.

Mi espalda encontró la pared del baño detrás de mi, Mason ya estaba frente a mi, la distancia entre nosotros no era mucha, si él alzaba su mano, podía tocarme fácilmente. Él me aterraba pero no podía demostrárselo, algo me decía que él solo lo disfrutaría si mostraba mi miedo.

Él alzó su mano lentamente hacia mi, y dejé de respirar. Sus dedos tomaron un mechón de mi cabello, sosteniéndolo y dandole vuelta, —Eres tan hermosa.

Respira, Fleur, no llores, no lo empujes, mantén la calma.

—Dijiste que no era tu tipo.— traté de sonar casual pero mi asustado corazón estaba latiendo tan rápido que temía que él pudiera escucharlo.

Mason se inclinó aún más, su rostro a escasos centímetros del mío, —Mentí.

De cerca, sus ojos lucían hermosos, hipnotizantes como los de un ángel caído, disfrazando la crueldad que se escondía detrás de ellos.

Estaba a punto de colapsar cuando él se alejó, soltando mi cabello, —Date una ducha, hay ropa en el closet, vendré por ti en 20 minutos.

—¿Qué te hace pensar que haré lo que dices?— las palabras dejaron mi boca antes de que pudiera controlarlas.

—No tienes que hacerlo,— habló con ese tono helado que ahora le fluía tan naturalmente, —Estoy siendo un caballero al dejarte hacerlo sola pero no me molestaría ayudarte a tomar una ducha y vestirte. Vuelvo en 20 minutos, bonita, ¿Estarás lista?

—Si.— había entendido el mensaje, o lo hacia yo sola o él me obligaría, lo menos que quería era que pusiera sus manos sobre mí.

—Bien.

Con eso, desapareció por la puerta del baño, apenas lo hizo, solté una larga respiración que no sabia que estaba aguantando y gruesas lagrimas rodaron por mis mejillas mientras sostenía mi pecho, —Dios mío.— murmuré, mis manos temblando, estaba en su manos, el asesino de mi familia había llegado a mí y quien sabe que iba a hacer conmigo.

¿Torturarme? ¿Matarme? ¿Violarme? ¿O tal vez todo eso y más?

Yo sabia de todo lo que era capaz Mason y eso solo incrementaba mi miedo.

Limpiando mis lagrimas, decidí apresurarme, no sabia cuantos minutos habían pasado pero sabia que no quería a Mason obligándome a hacer nada. Busqué el closet y se me revolvió el estomago cuando noté que toda la ropa era de mi talla, ¿Desde cuando tenia todo esto planeado?

Fleur: Mi desesperada decisión ✔️[Darks #0] ¡Ya en librerías!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora