Capítulo 2:

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Solo han pasado tres días desde que mi padre pereció, y me niego rotundamente a desechar las posesiones que ha dejado, mi madre sigue dolida también, pero intenta hacerse la fuerte, no espero que aguante mucho aquella máscara inexpresiva que se tiene desde el desafortunado suceso, porque se lo.imposible que estar así de tranquila después de esto. Se que ella no quiere llorar, pero me molesta el hecho de que mi madre quiera seguir adelante, dejándome en un profundo abismo de tristeza, sin un hombro en el cual pueda derramar mis lágrimas.

- Claire...

-.......- Me abstengo de responder. Ella se pone de pie y dice:

- Iremos a buscar comida, vete a traer los canastos.

- "Ja", ¿De qué hablas?, ¿Qué comida?...- Digo irritada.

- No protestes.- Exploto, y comienzo a gritarle.

- ¿QUÉ?, !¿QUÉ COMIDA, MAMÁ?!.

- Ya Basta, Claire.- Esta frase hace que mi ira estalle y grite aún más molesta.

-¡¡NO, NO!!, ¡ACÉPTALO, ENFRENTA QUE MORIREMOS DE HAMBRE, QUE NUESTROS CUERPOS YA PUTREFACTOS QUEDARÁN EN LA CALLE Y NADIE RECOGERÁ!.

- CÁLLATE.

- ME NIEGO, ¿ENTIENDES?, ¡¡ME NIEGO!!.

- ¡¡TE DIJE QUE TE CALLARAS!!.- Se levantó de su lugar y me dió una bofetada, la cual hizó que me resbalará y que quedara tirada en el suelo. En ese mismo instante comencé a llorar, esa fue la primera vez que mi madre y yo discutíamos de esa forma. Ella jamás me había abofeteado, sin embargo yo fui la causante por provocar la ira de mi madre, no debí de haber gritado tanto.

Mientras tanto, yo en el suelo sollozando y retractandome de mis propias acciones, pude ver a mi mamá derrumbarse, quién poco a poco se acercaba a darme un abrazo, era evidente, ella ya había llegado a su límite, trató de reprimir todas esas emociones, las guardó para ella sola, pero ya no pudo contenerse más, era necesario que se desahogara. Musité:

- Lo siento, yo... yo sólo...... yo sólo, quería que dejarás de fingir que no...... que no te importaba... por... favor. Perdóname.

- No, no fue tu culpa mi amor, La muerte de...... Tu padre también me ha dolido muchisímo, pero tenemos que afrontarlo juntas, ¿Sí?. Lamento haberte abandonado, lamento haber pretendido que ya lo había superado sabiendo muy bien que aún dolía, y, sobre todo, lamento no haber estado en el momento en el que tu padre te dió aquel violin, Lo siento Claire, perdóname por haberme comportado de una forma tan indiferente, me arrepiento... en serio.... ¿Podrías... Perdónarme?.

Asentí, luego, fuertemente me aferré a mi madre, a quién no quería perder, no quería pasar por lo mismo de nuevo, ella era la única persona que me quedaba, Así que he decidido que el tiempo que la tenga a mi lado, la atesoraré.

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Lastimosamente, fue algo que duró muy poco.

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Desde ese día mamá ha estado más atenta conmigo, ella canta, nuestra pérdida aún nos golpea bastante en el pecho, pero, tratamos y trataremos de seguir adelante, cómo mi Padre, Clermont Foissard, lo hubiera hecho.

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Pero, justo cuando pensé que lo peor había pasado, aquel brote de enfermedades, me arrebató a mi Madre.

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Una vez, mamá y yo salimos a buscar comida, el poco alimento que antes estaba en casa se había acabado, así que nos encaminamos hacia el pueblo para cumplir nuestra búsqueda del suministro alimenticio.

Mamá encontró diversos tipos de pan y yo, con gran esfuerzo, logré encontrar unas moras, manzanas y chirimoyas, al menos lo intenté, ¿No?.

- Mamá...

- ¿Sí, Claire?.

- ¿Quién te los dió?.

- ¿Qué?.

- El pan...
- Ahhh, los compré en el pueblo.

- No puedes mentirme Mamá, Confiesa.- No tenemos ni un centavo y prácticamente estamos quebradas, lo cuál, todo apuntaba a que ella estaba mintiendo.

- De acuerdo, una señora me los obsequió, es todo.

He escuchado que ha habido un brote de viruela en toda Francia, espero que en el pueblo no hubiera nadie enfermo y a mamá no la hubiesen contagiado, ojalá no sea así.

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Con estas palabras ya dichas, el destino no tardó en alcanzarme, pues mi mayor temor, se volvió realidad.

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- Mamá.-

- ¿S-Sí?.- Pregunta ella.

- ¿Te sientes bien?, te ves algo mareada.

- Ah, no. Estoy bien de verdad.- Dice ella tomando un trozo de aquel pan que le habían "Obsequiado".

- Mamá.- Digo tomando su mano, evitando que comiera más pan.- Creo que... es mejor que vayas a dormir. Ya es tarde.

La llevé a la cama, acomodé su almohada y la acosté. Le di un beso en la mejilla y finalmente me dirigí a mi habitación. Algo me decía que no la dejara sola, pero sólo hice caso omiso a este presentimiento.

Al transcurrir los días, pude observar que en la piel de mi madre empezaban a salir costras, por otro lado la pinta que tenía era terrible, estaba llena de ojeras, pálida y cuándo estaba a punto de preguntarle a mi madre cómo se encontraba, caí a la cuenta de que, mi Madre iba a morir, pues había contraído la viruela.

Caí en mis rodillas, toqué el rostro de mi mamá con ambas manos y ella me miró, me mostró una débil y pequeña sonrisa.

- Ya te diste cuenta, ¿Cierto?.- Nuevamente, la persona que menos quería perder en este momento, se empezaba a desvanecer ante mí, es todo, yo, ya no puedo seguir viviendo, el campo en dónde vivía esta muerto, mis gallinas están muertas, mis padres estan muertos y yo ya quiero estarlo, mi mundo se acabó. Todo lo que había conocido, lo que ví, lo que viví, lo que sentí, todo, absolutamente todo se hundió, desapareció. No quedaba nada.

El destino no piensa en matarme, el planea hacerme sufrir, de la manera más cruel que pueda, simplemente ya no me quedan ganas de seguir con vida. Estoy sola, encerrada en mis recuerdos y atrapada en el patético deseo de morir.

Hola, un capítulo más, espero les guste.

Pd: Lo Romántico ya viene paciencia, Gracias por Leer.....!!!

Melodías De un Corazón Roto [CONCLUIDA/EDITANDO].Where stories live. Discover now