Capítulo XV Parte II

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POV Luna.

Caminaba enfurecida, confundida, triste.
Un cóctel de sentimientos complejos me acompañaban, odiaba sentirme así, odio que Matteo me vea así, odio que la gente me vea así: vulnerable, desecha,...mal.
Me alejé del auto caminado, con la esperanza de perderme en el mundo ó de que alguien venga con una pistola y me pegue un tiro.
Está bien, no es para tanto pero tampoco es para poco, aún no puedo superar el hecho de que mis «padres» paguen para no verme...es algo que definitivamente me rompe, me lastima.

— ¡Luna espera! — gritó Matteo irrumpiendo en mis pensamientos y tratando de alcanzarme.

— Déjame sola. — pedí en un tono tajante.

— No, no quiero estar así contigo...hablemos, por favor. — rogó ya a mi lado.

— No quiero hablar. — comenté evadiendo su mirada y continúe caminando.

— No me iré de aquí sin que me digas que te pasa. — impuso y se puso frente mío evitándome avanzar.

— Bien, entonces no te vas a ir nunca. — sonreí sarcástica. — ¡Largo! — ordené.

— Pues qué bien — me ignoró. — porque no me iré nunca de tú lado. — rodé los ojos.

— Eres un puto cliché. — lo rodé y seguí caminando pero al parecer el es la persona más insistente del mundo así que me siguió.

— Soy tú puto cliché. — sonrío.

— Los clichés no sirven para nada y me enseñaron que lo que no sirve, se tira. — sonreí.

— No seas así — me tomó de los hombros. — sé que estás mal y quiero ayudar.

— No lo haces.

— No me lo permites.

— ¿Cómo se supone que confíe en ti? Ni siquiera somos amigos, no sé nada de ti y no quiero que sepas nada de mi. — comenté.

— Bien. — se dirigió a un árbol que estaba cerca y se sentó abajo de él. — Siéntate Valente, que estoy a punto de contarte la historia de mi vida.

— Wow, ¡Qué interesante! — ironicé.

— Siéntate y guarda silencio, Valente.

— Bien. — me acerqué al árbol y me senté junto a él. — Habla ya, fresita.

— Mi papá es diplomático, mi mamá es diseñadora gráfica. — comenzó a narrar. — Por su trabajo no los veía demasiado, me distraía en la playa de Cancún y ya sabes...jugaba com Ámbar. Pero nunca era suficiente, llegar a una casa completamente vacía, esperar a que tus padres para hablar con ellos y convivir un poco pero que eso no sea posible gracias a que los despidieron, les fue mal en el trabajo ó cualquier tontería, es agotador. — suspiró. — Cuando Ámbar se fue a Buenos Aires, me sentí desesperado, atrapado,...solo. — comentó algo triste. — Entonces, fui a casa y les dije a mis padres que quería irme de aquí, que quería tener una verdadera familia y...

— ¿Y qué?

— Les dije que me quería ir a Buenos Aires.

— ¿Cómo tomaron eso?

— Para mi sorpresa, muy bien. - recordó sonriente. - Recién los había despedido así que no había nada que nos detuviera.

- Que suerte.

- Si, de hecho nos va muy bien y los veo más.

- Mh, ya. - bufé.

Hasta Blasano tenía una familia y yo no.

- Ahora cuéntame sobre ti, Valente. - me sonrió con ternura mirándome a los ojos.

- Mi vida no es tan bonita y fácil como la tuya. - corrí mi mirada. - Es más complicada.

- No te preocupes, soy muy listo, seguro y entiendo.

- Bien, - suspiré. - mi primer recuerdo es de un hombre, alto. Este hombre toma mi mano y me lleva dentro de la mansión con Sharon. - Matteo me miraba con atención, como si todo lo que dijera fuera la noticia del New
York Times.

- Luna, siempre te refieres a tu madrina como "Sharon" y no como madrina, ¿Por qué?

- Los títulos se ganan, Matteo y ella nunca se ganó el título de madrina. - tragué en seco. - Ella sólo me ha enseñado a manipular y obtener lo que quiero a costa de trampas. - el nudo que tenía en la garganta era tan grande pero seguí hablando. - Ella también hacía un montón de cosas cuando era niña. - mis ojos se llenaron de lágrimas y Matteo tomó mi mano. - Ella hasta la fecha hace cosas...me hace cosas que aveces no puedo soportar.

- Luna, ¿Qué hace? - apretó mi mano lo miré y...

No dije nada, no pude, no quise.

No quise ser la víctima, no quise que cuando vaya caminado la gente me señalé y diga << Pobre, la maltratan. >>

Me solté de su mano y me levanté del piso.

- Vamos al auto, ha sido un día largo.

- Pero ibas a contarme lo de...

- No es cierto. - lo interrumpí.

- ¿Qué te pasa Luna? Recién estábamos...

- No. - volví a interrumpir. - Vámonos. - ordené.

- ¡Pero dijiste...! - exclamó e interrumpí de nuevo.

- ¡No quiero hablar! ¿Qué no entiendes? - giré sobre mis talones y con grandes zancadas llegué al auto.

Me senté en el asiento de copiloto esperando por Matteo.

Definitivamente "mi cumpleaños" no era un lindo día.

(...)

Habían transcurrido unos 15 ó 20 minutos hasta que Matteo apareció con una bolsa chiquita de papel; era color café claro.
En la otra mano parecía que traía un café.

El se fue a comer mientras yo lo esperaba. ¡Qué gran persona es!

- Ósea que me dejas esperando para irte a comer y a comparar un pastel. - lo acuse cuando se subió al auto. - Contéstame. - Mattro me ignoró y comenzo a sacae algo de la bolda de paple. - Te dije que me contestaras pedazo de...

- Feliz cumpleaños, chica delivery. - sonrió al tiempo que sacaba un pequeño pastelillo sabor chocolate.

Mis ojos se llenaron de lágrimas.

¿Por qué Matteo era tan bueno? ¿Qué lo hacía ser así? No lo sé pero me encanta encanta.

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Estoy en la escuela, en 3 minutos tengo que irme y estoy publicando eso en el cel de mi amiga.😂😚

Amores míos se que una parte son guiones largos y otra cortos pero no puedo corregirlo perdooooon.🙁

Pregunta del dia: ¿Qué es lo más malo que han hecho en la escuela?🤓

¡Las leo!

¡Nos vemos la próxima semana! 🔜🔜💕

¡Si les gustó no olviden comentar ✍🏻✍🏻✍🏻, votar 🙏🏻🌟 y comentar más ✍🏻✍🏻✍🏻✍🏻!

💕Los amooooo 💕

Un beso en sus pompis ❤️😘💋

— LittleBunnyGxrl 🐰💕💅🏻

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