notas de un profesor joven hacia su alumna. (yoongi)

Nota #128

Llegue corriendo a casa, ella se encontraba recostada en el sillón mientras comía unas palomitas y miraba “Goofy y Max”.
Cuando ella me mira, sonríe mucho e intenta levantarse...
Su estómago estaba más grandecito...

—No lo hagas -le dije y corrí para llegar hasta ella y recostarme con ella- ¿Cómo estás nena? -le pregunto a ella- ¿Y tú preciosura? -ahora le pregunte al bebé mientras pasaba mi mano por su estómago, le di un beso y volví a mirar a _______.

—El bebé está bien Yoongi -me dice contenta y rasca mi cabello- Tan solo que ambos nos sentimos nerviosos por saber que será... Si mujercita u hombrecito. -muerde su labio.

—Si es hombre le pondremos Yoon Min Hyung, o Yoon Sun Gho -el segundo nombre se me vino a la mente.

Ahora que me doy cuenta, había cambiado por completo los nombres pensandos anteriormente.

________ me mira confundida.

—Haber haber, al principio me...

—Sé que te dije otro nombre -le interrumpí y tomo su mano- mejor cuando sepamos que sexo tendrá lo hablaremos nuevamente. ¿Sí?

Ella jala uno de mis cabellos y rio.

—Okey, Yoongi. -responde y besa mis labios.

Correspondo a su beso mientras paso mis brazos al rededor de su cintura.

Poco a poco me doy cuenta que caemos en el sofá ambos, mientras nos seguimos besando apasionadamente.
Le quito la blusa que llevaba puesta y sigo besandola mientras una de mis manos pasean por su zona justamente cubierta por su pantalón.
Meto mi mano a su pantalón, haciendo a un lado sus bragas y metiendo mi mano para un mejor acceso a su zona, y sin más comienzo a masajear su clítoris con uno de mis dedos.

—Ah... Yo-yoongi -gime ella.

Atrapo sus labios nuevamente sigo con el beso ahora metiendo mi lengua en su cavidad bucal.
Sus gemidos se hacían más oibles y rápidos cuando metí un dedo dentro de ella.

—Yoongi... El... El be-bebe -gime ella y aprieta mis hombros cerrando los ojos placenteramente.

Cuando recuerdo al bebé saco mi dedo de ella y la siento sobre mi, acomodando sus bragas y pantalón.
Su respiración era agitada por mi culpa.

—Lo siento. -me disculpé.

—Tranquilo -me dice riendo y mordiéndose el labio- también lo necesitaba. -me toma del mentón y muerde mis labios.

Relamo mis labios y sonrío, al fin y al cabo los dos necesitábamos algo de ambos para estar tranquilos.

Luego de esto, pasamos a darnos un baño y mientras pasaba eso le cuento sobre todo lo que pasó en el colegio.

Hasta que terminamos y nos vamos a la revisión del bebé.

¡Espero sea niño!