Capítulo 17

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Antes que nada me gustaría mucho dar las gracias aquellas personas que después de tanto tiempo me siguen leyendo. Pero bueno no me voy a extender mucho más solo deciros que esta novela estará terminada antes de que acabe este verano. Esta vez sí que sí ya que estoy escribiendo más o menos todos los días y ya tengo muchos capítulos aparte de este hechos. Por lo tanto espero que os guste mucho Y la disfrutéis tanto como yo disfruto escribiéndola. Un beso y muchas gracias.

Pd: Hay nuevo/s capítulo todas las semanas.

Pd2: Hater be away from here!

Trabajar un Domingo debería estar prohibido. Y más sabiendo la mañanita que tengo por delante.

Cuándo me despierto Raquel ya se ha ido y me deja sobre la mesa un desayuno a base de frutas y cereales con leche. Le agradezco en voz alta la comida, a sabiendas de que no me puede escuchar.

Miro  hacia el reloj en la pared de la cocina y me doy cuenta de que son las 7:30 de la mañana por lo que a las ocho tengo que estar entrando en el trabajo. Me apuro a desayunar , sin demasiada emoción,y me visto rápidamente con un body blanco y unos pantalones de lino.

Cojo mi bolso, el portátil y la tarjeta del metro, y con ello , cierro la puerta del piso tras de mí y mi día da comienzo.

Al ser Domingo, a estas horas no hay tanta gente como el resto de la semana a la misma hora, y hasta me siento cómodamente en los robustos asientos del metro hasta llegar mi parada.

Llego dos minutos antes de tener que entrar a mi jornada laboral pero no paso por la cafetería si no que voy directa a mi despacho y en seguida interiorizo en un mar de trabajo.

Mi mañana transcurre sin ninguna novedad. O , si la hay, no me doy cuenta de ello. Ni un café ni un descanso me tomo y cuándo me doy cuenta ya casi, casi,me he quitado de encima la pila de documentos acumulados en mi mesa y los montones de llamadas por hacer. Escribo algún que otro correo necesario y cuándo llega media mañana se me ocurre llamar a Alicia para ir a tomar algo.

Ésta acepta y se nos une Pablo.
Vamos a la cafetería del edificio. Pablo no tiene mucho tiempo ya que un compañero lo sustituye unos minutos pero no mucho más y Alicia también está hasta arriba de trabajo.

Como es costumbre , ordeno un Capuccino con leche. Nuestro amigo termina su café antes de lo previsto y anuncia su retirada.

- Lo siento, no me puedo ausentar demasiado. Le he dejado mucha vigilancia a Sergio para una sola persona. Hablamos luego.

Con esto nos despedimos de él y se va a zancadas hacia su zona de trabajo. Se nos nota a todos bastante ajetreados, pues es el último mes de vacaciones para cualquier empleado y muchos lo han escogido. Sin embargo la jefa de empleo ha decidido que no es necesario cubrir dichos puestos. Creo que menos ella, todos los demás consideramos que sí es necesario hacerlo.

Ali y yo seguimos charlando , aunque no de el asunto que tenemos pendiente. Cuándo dicho asunto sale de tema de conversación ella en seguida se muestra interesada pero al darnos cuenta del escaso tiempo que nos queda para terminar nuestro descanso, decidimos que después de la jornada pasaremos juntas el día para hablar de lo pendiente. Si ella supiera.

Retomo mi trabajo. Esta vez lo llevo con más relax del que lo he llevado los últimos días.

A penas me quedan algunas tareas por realizar para dar la semana por concluida. Aunque en mi interior sé que mañana es Lunes y volveré a mi oficina y tendré otro montón de documentos por revisar, llamadas por hacer y estadísticas por realizar, me permito engañarme por unos momentos a mi misma y disfruto de la sensación de no tener trabajo que hacer a mis espaldas.


Cuándo un hombre se enamora. (El jefe)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora