Sin darse cuenta cayó dormido, dejando que Morfeo lo llevará al mundo de los sueños y tuviera un descanso placentero. Mas no contaba con que su cuerpo le traicionara durante el resto de la noche para que pasara por encima de la esponjosa barrera que con tanto esmero coloco para poder pasar uno de sus brazos sobre el cuerpo del otro simulando un abrazo.

El mayor despertó un poco al sentir un pequeño peso extra sobre él, sonriendo por las acciones inconscientes del adolescente y tomando la mano del pequeño Vongola con su mano izquierda para volver a quedarse dormido en compañía del agradable calor que despedía el menor.

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El chino podía sentir la mañana llegar y apenas se colaban los primeros rayos de sol por la cortina, aún tenía el brazo de Tsuna sobre él y con cuidado lo removió para poder levantarse y dejarlo dormir un poco más; observándolo con detenimiento le pareció raro que alguien con tantas vivencias dentro de la mafia pudiera conciliar el sueño de forma tan apacible. Después de que hiciera unos leves estiramientos y ver a Lichi en la cama junto con el de mirada avellana, le dio un vistazo al reloj y ya era hora de despertarle.

"Buenos días Tsuna-kun" le saludo al ver que por sí mismo comenzaba a despertar al sentir el sol colarse por la ventana

"Oh, Fon" debía de aceptar que se acostumbró muy rápido a la presencia del moreno "Buenos días" levantándose de la cama para arreglarse para ir al colegio y desayunar

"Nosotros bajamos de una vez, Tsuna-kun" deseaba darle su espacio y antes de cruzar el umbral de la puerta

"Solo Tsuna" haciendo que el mayor girara la cabeza "Llámame Tsuna"

"Nos vemos en unos minutos Tsuna" sonriendo los dos por la confianza que ya se tenían

No dilato más y se arregló tan rápido como pudo, colocándose su uniforme y preparándose para el delicioso desayuno que ya le tendría listo su querida madre. Las mañanas con el moreno siempre eran tranquilas, cosa que agradecía y no le molestaba en absoluto la idea de acostumbrarse a una rutina de ese estilo.

Al poder gozar de un desayuno tranquilo y sin prisas podía salir con el tiempo para llegar a tiempo a NamiChu, el Arcobaleno de la tormenta le deja unos pasos antes de la entrada al colegio y se despedían para verse por la tarde.

De momento era una ventaja que sus dos mejores amigos estuvieran ocupados con las actividades de sus respectivos clubs, lo que le permitía estar con el extranjero sin ningún inconveniente que viniera de parte de sus guardianes por las actitudes de sobreprotección que en ocasiones tomaban, mucho más el italiano.

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"¿Cómo te fue hoy?" le saludo el chino al verlo salir del colegio

"Pues normal, como todos los días" sonriendo de su forma habitual "Hoy Gokudera-kun y Yamamoto no hicieron nada raro en clase"

"¿Te llegan a causar problemas?" investigando un poco más de su rutina escolar

"Para nada" no los veía como problemas "más bien son situaciones incomodas y no quiero que ellos se vean en dificultades por mi causa o por razones innecesarias"

Ese par junto con su guardián del sol a veces se enfrascaban en discusiones sin sentido solo por la diferencia de opiniones, en la mayoría de las veces era por tratar de ayudarlo y se los agradecía, pero los tres tienen una forma pésima de enseñar a hacer las cosas.

"Ya veo" siempre preocupándose por sus amigos y eso era señal de un buen jefe

"Ellos siempre tratan de ayudarme a su manera" sonriendo por ello

Rainy SpellWhere stories live. Discover now