Confession.

3.1K 264 173
                                    

—¿Qué está sucediendo aquí?

Acuario desvío la mirada cuando Libra lo observó por completo asustado y no dijo nada, prefiriendo darle la espalda dispuesto a irse.

—Espera. —El recién llegado buscó con rapidez detenerlo, sujetándolo por la muñeca. Éste quedó inmóvil, sin intenciones de dirigirle la mirada; parecía calmado, pero de algún modo ausente. En ese momento lo que menos quería Libra era dejarlo ir en ese estado. Siempre había optado por dejarlo solo, pero justo en ese momento no pudo permitírselo. —Por favor espera. No huyas de esa manera.

—Perdóname, Libra. —Acuario se liberó del agarre bruscamente haciendo que el otro retroceda a la fuerza y no dudó en caminar, dejándolo atrás. Libra para entonces ya se sentía cansado, cansado de escuchar siempre lo mismo contra su persona, cansado de siempre recibir algo semejante cada vez. Y si Acuario no tenía intenciones de luchar por lo que sentía, él estaba decidido a hacerlo por los dos.

Apretó los puños con decisión y corrió tras el signo de aire, saltando a su encuentro. Sus piernas rodearon la cintura del contrario y sus manos se sujetaron por el cuello con firmeza. Acuario casi cae a bruces cuando sintió el nuevo peso sobre su espalda; llevó ambas manos hacia las que sujetaban su cuello y se sacudió con fuerza al ver las nulas intenciones de Libra en soltarse.

—¿Qué estás haciendo? ¡Bájate!

—¡No!

—¡Libra, suéltame o nos vamos a caer!

—¡No me importa!

—¡Lo digo en serio!

—¡Me alegro por ti!

Las piernas del mayor habían empezado a caminar sin rumbo alguno hasta terminar cerca de unos coches estacionados uno junto al otro, no había personas alrededor para apreciar la extraña escena que ellos estaban representando. Digno de ser grabado.

—Te vas a lastimar, Libra. —Acuario siguió rogando sin dejar de sacudirse. —¡Pesas!

El quien se sujetaba con fuerza apretó el agarre contra el cuello ajeno, con intenciones de asfixiarlo.

—¡Eres un imbécil! ¡Deja de huir! ¡Enfréntame! ¡Deja de ser frío! ¡Ámame, bastardo!

—¡Me estas ahogando! —Acuario cayó sobre sus rodillas y Libra soltó un gritó pensando que caerían de cara, pero las manos del mayor fueron más rápidas, evitando que choquen contra el suelo. El más bajo abrió los ojos con lentitud mientras sentía la respiración del adverso recuperarse.

—No sé qué voy a hacer contigo. —Musitó éste, y Libra supo que, a pesar de no verlo directamente, estaba sonriendo.

—Claro que lo sabes, solo que te haces el difícil.

—¿El difícil?

—Claro, no es tan difícil mostrarme todo el amor que me tienes. Anda, hazlo.

—Estás loco.

—Diría algo cursi como "Por ti", pero estoy seguro que me tiraras de tu espalda.

—Estás en lo cierto.

—Imbécil.

—¿Entonces no te bajarás?

—Solo si prometes que hablaremos ahora.

—¿No hay otra opción?

—No.

Acuario dejó caer su cabeza y luego la hechó para atrás, creando un sonido seco cuando colisionó contra la de Libra.

—Lo prometo.

Doce Lunas [MH4] Epílogo.Where stories live. Discover now