Flechar un corazón herido.

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Sé que es difícil saber que ya va a terminar, para mí también lo es, pero no se sientan tristes, por qué hay otra historia en mi mente!! Recuerden dejar sus comentarios y estrellitas y esas cosas que me rejuvenecen.

Aquí donde estoy ya son más de las doce así que ya es viernes y es tiempo de actualización :V

Me voy de vacaciones, por cierto. Estaré fuera del país así que no sé si pueda publicar el próximo martes.

Ps: dedicare estos últimos caps, así que aquí va de mi ronco pecho a ustedes.

Capítulo dedicado a: SpacecatCat1006, solecitokawaii, LucilaMartinez DarksEspinosa ,Rainbow_Astronaut251  DramerDanny salo224 kavtus.

Muchos besos y APPApachos (idea robada de otra escritora)

[Katara]

La Maestra Agua contempló con desilusión el pequeño frasco de barro oscuro que descansaba en sus manos. La infusión de hierbas medicinales desprendía un olor que resultaba repulsivo.

Afuera el sol apenas comenzaba a teñir el cielo con suaves tonos pastel, pero Katara ya tenía una importante reunion a la cual darle cara. Su mente, a diferencia de su estático cuerpo, estaba en cualquier lugar excepto en esa habitación.

Recordaba vagamente lo que había hablado con la curandera que la auxilio. Los recuerdos eran tan confusos que Katara solo podía retener fragmentos de la conversación.

...el estrés, la ansiedad y falta de sueño están provocando estragos notables en tu salud...

...una muy delicada contusión en la cabeza. El intenso dolor que sentiste, fue un residuo del accidente que tuviste y las nauseas...

...Si sigues exigiéndole demasiado a tu cuerpo y no tomas descanso, podrías presentar otras secuelas más graves...

Lo demás era borroso. Katara había despertado en esa camilla, confundida y llena de pánico. Satoru estaba ahí también y cuando la vio despertar, se echó a llorar de pura alegría.

La curandera le había dado aquellos frascos de barro. Las hierbas le ayudarían a su cuerpo a reponerse. Debía tomarlas continuamente los próximos días y tomar secciones de curación, pero no era eso lo que tenía tan preocupada a Katara.

...tu delicado estado de salud actual...

Los dedos de Katara estrujaron el tarro con más fuerza de la necesaria. Las palabras de la curandera resonaron una y otra ves en su interior, provocando un eco continuo. Sintió que su cabeza comenzaba a palpitar de nuevo, en el lugar donde estaba la pálida cicatriz que Koemi le había provocado.

—¿Maestra Katara?—volvieron a llamar a la puerta de la habitación del hotel. Katara estaba tan perdida en sus pensamientos que pego un pequeño brinco—. ¿Está todo en orden?

Red Moon [RM #01] Tahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon