14.

1.1K 131 83
                                    

-¡Acabas de hacer...! ¿Qué? –gritó Germán no poniendo atención al camino

-¡Pero qué haces! ¡Mira por donde vas manejando!

-Perdón por no tener mi atención absoluta...¡ES QUE HAY UNA FUCKING PERSONA MUERTA DETRÁS DEL AUTO!

-¡No exageres! Solo esta desmayada...

-¡Ah! ¿Si verdad? Entonces todo está bien, no hay nada de qué preocuparse –responde sarcástico– _________, ¿De verdad crees que estoy para bromas? Quiero saber lo que está pasando, ¿Quién es ella?

-¿No te acuerdas de la chica que, según tu, te 'violó mentalmente'? –Esas fueron sus palabras después de conocerla por primera vez en mi casa

-... –frunció el ceño al recordar ese momento– Oh, es ella. Pensé que era tu amiga, tengo miedo de preguntar pero...¿Qué pasó?

-Dejamos de serlo –respondí fría y vagamente

Germán decidió que después de eso, sería mejor no seguir preguntando. Yo solo estoy esperando el momento en que no pueda seguir con esto y se quiera ir. Por sorpresa, siguió con el camino a mi casa sin ningún comentario más. Habíamos llegado a la parte de afuera de mi casa, cuando decido abrir la boca 

-Entonces...¿Que? ¿Estas 'bien' con esto...?

-...–sin voltear la mirada– ¿Quieres que la cargue por ti? No es por sonar malo, pero tampoco parece muy ligera para ti sola 

Asentí. ¿Es enserio? Tiene que ser una broma ¿En realidad me está ayudando? ¿Que esta pasando aqui? Solo veía con asombro como Germán cargaba a Paola, aún desmayada, en su hombro. Me adelante a ellos y abrí la puerta para ver que nadie estuviera ahí, tampoco es que importe tanto.

Por fin terminamos en el sótano, donde Germán, igual que cualquier persona, estaba sorprendido de esto. Mientras ataba a Paola a una columna de casa, le fui explicando poco a poco lo que pasaba aquí y por consecuencia, la verdad de mi familia.

-Lo que se ve perfecto esconde grandes defectos, duda, siempre. –con eso concluí mi historia 

-Wow. Y ¿Estas bien? –creo que esta es la primera vez que alguien me lo pregunta sinceramente, por mas tonto que suene

-Si

-¿Enserio?

-No. –respondo con un suspiro– Creo que ya lo notaste –dirigiendo la mirada a Paola atada– Pero dime, ¿Tu estas bien? Estas muy...calmado, ¿No estás pensando en llamar a la policía o algo asi? 

-A no ser que yo quiera ir a la cárcel, técnicamente ahora soy cómplice –aclaró

-Claro... Pero en serio, ¿Porque me estas ayudando? Mi teoría es que has pasado por algo similar en algún momento... o de verdad tu vida es muy aburrida y no tienes nada mejor que hacer

-...–suelta una risita– Creo que los dos. Pero en toda honestidad, no creo que quieras saber la historia. 

De la nada, tomé una silla que había en la habitación, la coloqué frente suya para después sentarme. Lo veía a la cara con intriga, queriendo dar a entender que quiera saber la historia, el respondió con una sacudida de cabeza. Estaba a punto de abrir la boca y contarme todo, pero después, se escucharon unos quejidos atrás de nosotros, las de Paola la cual acababa de despertar. 

-Mi...mi cabeza. ¿Qué está pasando? ¿_________? 

-...–por mas que queria seguir hablando con Germán, ella era mi prioridad. Me acerqué a ella con una sonrisa burlona– Me sorprende que no hayas visto esto venir, de verdad que eres una estupida.   

-Espera...¿Q-que estas haciendo? –hasta ese momento intentó levantarse y correr, pero no llegó más lejos de lo que le permitió lo largo de la cuerda de la cual estaba atada. Veía como intentaba con todas sus fuerzas jalarlo con la esperanza de que se fuera a romper, sus ojos se llenaron de miedo– ¡Déjame ir! ¡Tu! ¡Eres tu, te conozco, haz algo por favor!

Eso se lo había dicho a Germán, no se atrevía a hacer nada, solo voltea la mirada hacia otro lado, ignorando sus súplicas, aproveche esto para acercarme más a ella.

-Oh, esto va a ser tan divertido. –decía mientras acariciaba su cabello, solté un suspiro de decepción– Por lastima, no será esta noche. Dulces sueños, mejor amiga. 

-¡________, regresa aquí! ¡_________! ¡_________!

Salimos completamente del sótano, donde ya no se pudieron escuchar más sus gritos, solo logrará dañarse las cuerdas vocales, pero allá ella. Llevé a German a mi habitación, creo que ahi podra hablar conmigo un poco más cómodo. Yo me acomodé sentada en mi cama con las piernas cruzadas, mientras Germán se bastó con solo sentarse en la esquina de la cama. 

-Ahora si, ¿Me vas a contar?

-No se si debería, quizá después no me vas a ver igual

-Te dire algo, si me cuentas, te daré una sorpresa –repliqué entusiasmada

-¿Una sorpresa? ¿Que...clase de sorpres-

-Alto ahí, antes de que te emociones, no es lo que estás pensando. Te lo voy a decir...pero solo, después de que me cuentes

-...–se muerde el labio, sabiendo que no puede escaparse ahora– Tenía unos 12 años, en la escuela era un...era un nerd básicamente. Había este chico que era mi amigo, para no hacer la historia muy larga, terminamos mal y dejó de ser mi amigo. Después de eso empezó a burlarse de mí, cuando era mi amigo le había contado unos secretos y los usó contra mí. Siguió molestando durante un año, durante ese año ya no me estaba agrediendo verbalmente, sino también físicamente, siempre llegaba a casa con unos moretones. –aquí se puso aún más serio– Un día caminaba de regreso a mi casa, yo estaba de espalda y él me seguía por detrás, aventando unas rocas pequeñas a mi espalda y cabeza. Jamás me había enfrentado a él y ese día simplemente...me quebré, me harté de sus abusos. Recojí la roca más cerca, la cual era un poco mas grande que mi puño, y se lo aventé a la cara. Escuché el impacto y vi como cayó al pido, no se movía, sangre escurría de su cabeza dejando un charco algo grande –Germán tenía la mirada perdida, tal vez estaba reproduciendo ese recuerdo en su cabeza

-Entonces ¿Lo mataste? –interrumpí

-¿Si...no? La verdad es que no lo sé, después de eso, lo dejé ahí y me fui corriendo a mi casa, estaba asustado. Nunca volví a saber nada de él, no volvió a la escuela o fue a buscarme. Yo siento que si, pero nunca sabré con seguridad.

Quedé perpleja, Germán nunca me ha parecido una persona violenta de cualquier modo, y ahora enterarme que posiblemente mato a alguien cuando tenía como 13 años...tuvo razón, no se si lo pueda ver igual. Pero en cierto modo...eso es algo bueno.

-Admitelo, ya te doy miedo. –agregó con seguridad

-En todo caso, debería ser al revés. ¿Conoces a Johnny? –el negó– No importa, el punto es que el me jugó una broma pesada, muy pesada el día del carnaval...-

-¿Esa vez que te encontré llorando? ¿Fue por eso?

-Sí. Bueno, estaba furiosa, más que furiosa. Quería seguir siendo 'amigos', dije que si, lo invité a mi casa y puede o no puede...que lo haya matado... –confesé

-Espera, espera, dejame aclarar, ¿Estas tratando de hacerme sentir mejor, con decir que tu también has matado a alguien? ¿Eso es lo que esta pasando aquí?

-Umm...si. –contesté sonriendo inocentemente

Él dejó la orilla de la cama donde se encontraba, ahora se encontraba sentado a lado mio. Inclinando su cara peligrosamente a la mía, tomando aire antes de hablar.

-Dios, estás loca –dijo eso tan pegada a mi cara, que podia sentir su respiración mezclarse con la mía  

-No tienes idea.

Y se inclinó hacía mi, cerrando ese pequeño espacio que había entre nosotros y me besó con suavidad. Nuestros labios al principio se acariciaban con ternura, pero luego, como si necesitara más, se apoyó contra mí y me besa con ansiedad. Sus labios son cálidos y suaves, mis manos estaban jugando con su pelo mientras me dejaba llevar. Pero no me podía permitir seguir, no sabia muy bien que hacer, lentamente me separé de su agarre.

×Dollhouse× (Germán Garmendia y Tú)Where stories live. Discover now