4.

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Cinco minutos más. Solo cinco minutos para que suene la campana y poder irme a mi casa.

Es curioso, cuando estoy en mi casa, tengo tantas ganas de ir a la escuela porque odio estar con mi familia, pero quiero irme de la escuela porque no soporto estar rodeada de gente falsa que busca mi atención.

El maestro había terminado la lección temprano, así que teníamos estos últimos minutos de hacer lo que quisiéramos hasta que sonara la campana. El resto de mis compañeros morían por irse, varios incluso estaban frente de la puerta para ser los primeros en salir. Yo era de las pocas personas que aún estaba sentada en su lugar, cuando en el asiento detrás mio, se sienta Johnny.

-¿Qué tal ________? –me sonríe

-...–rodeó los ojos inconscientemente– Hola Johnny, ¿Necesitas algo?

-...–sacude los hombros– Te veía sola, solo quería acompañarte. 

Empecé a mover la pierna inquieta, justo ahora sería un buen momento para que sonara la campana. 

-Oye _________, ya que nunca quieres aceptar almorzar conmigo, estaba pensando...-

-No. –respondí sin dejar que terminara su oración

-Ni siquiera sabes lo que te iba a pedir –se queja

-No se, tampoco me interesa, la respuesta es no. 

Mi salvación, la campana sonó. Me lance a la puerta y me fui caminando rápidamente. No lo suficiente, sin esperarmelo, tenía a Johnny a lado mío.

-Va a ver una feria, queria saber si quieres ir

-Ya te dije que no, gracias. 

-_________, por favor, ¿Aunque sea dime que lo vas a pensar?

-Si te digo eso, ¿Me dejas de fastidiar?

-Prometido. –pensando que ya me había convencido

-Esta bien. –solté un suspiro, pause por unos segundos– Ya lo pensé, la respuesta es no, ahora, adiós.

Por suerte alcancé a mi hermano, me puse a un lado de él, Johnny no se atrevía a hablar conmigo cuando tenía a mi hermano cerca, eso era una muy buena ventaja. Hoy, mi mamá si llego por nosotros, eso quiere decir que no se embriago, solamente por el invitado que tendríamos hoy. Se debió de haber pasado todo el día limpiando la casa, arreglándose y haciendo la cena, aunque fuera todavía temprano no le gustaba dejar todo para el último momento. Apenas llegando a casa, nos apresuró a nuestras habitaciones para empezar a arreglarnos.        

Opté por ponerme un vestido rosa pastel que me llegaba a las rodillas, con zapatos y moño del mismo color. Poco maquillaje, nunca me ha gustado usarlo de todos modos. Principalmente use en él lugar donde me había golpeado mi hermano, cubriéndolo para que nadie lo pudiera ver.

Las horas pasaron rápido. La casa estaba perfecta, igual que nosotros. Mi papá y hermano llevaban camisa, cornada, pantalones y zapatos de vestir, cada uno se veía increíblemente bien. Mi mamá y yo, como era de esperarse vestidos, ya he dicho lo que yo llevaba, pero mi mamá llevaba un vestido azul marino, nada muy revelador, sin embargo no era necesario, igual se veía hermosa.

Todos estaban de buen humor. Como nos había pedido mi papá, estábamos de nuestro mejor comportamiento. Hasta por un momento creí que todo esto era verdadero, sera mejor que lo disfrute mientras sigue aquí.

-¡Niños! –nos llama mi mamá, sosteniendo una cámara– Vamos, poseen para una foto.

Mi hermano le hizo caso, pero yo dudé por un momento, no me gustaba que entré nosotros nos tomáramos fotos, siempre me parecen muy...falsas.

-________, posa con tu hermano, ¿No quieres ser una buena hermana?

Cedí. Posé junto a él, "¡Sonrie!" escuché, mientras el destello de la cámara me caló los ojos por un momento, pero después de esa foto no insistió en tomar otra.

Todo estaba listo. Estábamos vestidos, la casa estaba impecable, la mesa estaba preparada y la cena estaba lista para servir. Solo faltaba él invitado.

Al escuchar alguien tocar la puerta, fue la señal que nos mando a nuestros lugares.

Que comience él acto.

P.O.V. Germán

-No lo sé Montse. –dije mientras caminaba de un lado al otro en él cuarto del hotel– Hay algo extraño en ellos, lo puedo sentir.

-¿Qué hay de extraño? Según todos en esta ciudad son una familia normal, bueno mas que normal, como ellos lo describen; perfectos.

-Ese es el problema. Ninguna familia es perfecta, esta no es la excepción.

-Germán, relajate. ¿Qué importa? Recuerda a lo que vinimos, lo demas da igual.

-Montse, sí importa. Pensé que por ser mi prima pensarías igual que yo

-...–voltea a ver al reloj– ¡Mira la hora que es! Empieza a vestirte, no quieres llegar tarde a esa cena.

Me lanzó prácticamente la ropa que iba a usar y me empujó al baño para que me cambiara. Mientras lo hacia, yo aún quería estar hablando.

-De verdad te lo digo, no confió en ellos

-¿Sigues con eso? ¿No puedes dejar él asunto en paz? ¡Mas te vale no hacer ninguna insinuación mientras estés ahí!

-No lo haré. Solo estoy diciendo...-

-Si lo se, "Son extraños. Esconden algo". ¡Mira Germán, solo porque tu familia...! –paró al darse cuenta lo que iba a decir. Ella sabe que ese es un asunto delicado para mí– Lo siento Germán, no era mi intención...solo estoy nerviosa ¿Vale?

Salí del baño ya completamente vestido. Montse me miraba a los ojos rogándome por perdón, le dije que estaba bien, solo que no se vuelva a repetir o mencionar el hecho.

La hora habia llegado. Tomé las llaves del coche, despidiendome de Montse y subiéndome al auto. Manejé a la casa de los Stewart's, un poco nervioso de lo que fuera a pasar. Lo único que me mantiene nervioso es esa chica, no me acuerdo bien de su nombre, la que me abrió la puerta él día que fui. Mi plan inicial era simplemente pedir la casa de muñecas y explicar porque iba por él, pero cuando ella dijo que no tenía idea de que me refería, aun sabiendo que si sabia, supe que no me lo daría así de fácil.

En ese momento llegó su papá y tenía que inventar otro plan, como había dicho, me preocupa porque ella sabe que es lo que quiero, espero que no se lo haya mencionado a nadie, sino, todo esto no habrá valido para nada.

Mis pensamientos seguían fluyendo hasta que los detuve al llegar a mi destino. Estacioné mi coche justo afuera, caminé a la puerta principal hasta quedar justo afuera. Miré una ultima vez a lo que llevaba puesto, para asegurarme que todo estuviera en orden. Al aclarar eso, toqué la puerta.

Que comience él acto.

×Dollhouse× (Germán Garmendia y Tú)Where stories live. Discover now