2.

2.3K 214 149
                                    

Terminaron las clases, salí a toda prisa del salón directo al estacionamiento, en donde me encontré a mi hermano, nos quedamos juntos esperando a que llegara mi mamá por nosotros.

Pasó media hora.

Una hora.

Hora y media.

No llegaba mi mamá.

Habíamos intentado varias veces comunicarnos con ella con nuestro celular, pero nos mandaba al buzón de voz. No podíamos esperar más tiempo, decidimos empezar a caminar devuelta a casa. Eso no era algo inusual, a ser verdad, pasaba muy seguido, no faltaba que mi mamá se haya puesto muy ebria como para venir por nosotros. Lo que sí era el problema era ese grupo de chicos que nos seguían. Estas personas en específicas siempre han sobresalido en mi mente, porque ellos eran las únicas personas que no trataban de impresionarnos, todo lo contrario, nos odiaban, despreciaban y se burlaban de nosotros.

-¿Que? ¿Su mami se olvido de venir por ustedes? –dijo uno de ellos

-¿La bebé llorona tiene que irse caminando? –esa era mi apodo para ellos, por mas que odiará que me llamaran así, ignoré sus palabras– ¿Junto al hijo de papi?

Pero Brandon no era bueno escondiendo sus emociones, mucho menos el enojo. Era de las cosas que odiaba que lo llamaran, "Hijo de papi", dando a entender que recibimos todo lo que pedíamos en cuanto a cosas materiales. A él le ofendía esto porque odia que lo asocien con nuestro papá, no quería ser visto como "El inocente hijo de papá que lo tiene todo". Te puedo asegurar que es todo menos eso.

Él al escuchar esas palabras se voltea bruscamente dándole una cara amenazadora, ellos no parecían intimidados, yo intervine.

-Brandon, vámonos por favor, no valen la pena –le toque el hombro, pero él me quitó la mano de encima suyo

Intercambiaron algunas otras palabras ofensivas, decidí intervenir de nuevo, pero lo hice en él momento equivocado. Justo cuando me volví a acercar a Brandon para poder calmarlo, él había lanzado su puño a uno de ellos, falló, y por consecuencia me golpeó a mi accidentalmente, caí al piso, sentí como mis manos se rasparon al entrar en contacto con él concreto y una parte de mi cara empezó a doler.

Mientras seguía en él piso pude ver como el grupo de chicos se alejó, no querían verse involucrados en esto. Brandon me ayudo a levantarme, como si nada hubiera pasado seguimos caminando, pero ahora a paso acelerado. De seguro porque tenía algún moretón en la cara y no queríamos que nos estuvieran haciendo preguntas. Mientras caminábamos, sentí como las lágrimas querían empezar a salir, sigo sin creer que mi hermano me haya golpeado y no se le ve ningún tipo de remordimiento, pero me resistí llorar por ahora.

Entramos rápidamente a la casa, eché un vistazo en cada una de las habitaciones, no había señal de ninguno de mis padres.

-Iré a mi cuarto, para hacer tarea. –habló Brandon, yo sabía muy bien a qué se refería con eso. Se iba a encerrar para poder fumar, no solo tabaco, sino Dios sabe qué más.

Subí a mi habitación para dejar mi mochila. Mientras estaba ahí, me miré al espejo, tenía un moretón gigantesco en mi mejilla derecha, dolía con el tacto. Pero supongo que se podrá cubrir con un poco de maquillaje, fui a la habitación de mi mamá para usar su maquillaje, al terminar ni siquiera se notaba. Pero necesitaba ir a mi lugar seguro, él único lugar en esta casa donde no tengo que fingir.

El ático, nadie sube aquí, al menos no muy seguido. Éste era mi lugar seguro, el lugar donde venía a jugar con mis muñecas. Todavía tengo esa antigua casa de muñecas que mi mamá me compró hace muchos años, y sí, a mi edad sigo jugando con muñecas. He llegado a la teoría que no he dejado de jugar con muñecas porque, fue en mi infancia donde mi familia se arruinó y no pude terminar esa etapa, ahora no puedo dejarlo atrás. Lo mantengo en secreto, sería vergonzoso si alguien se enterase. Incluso vengó aquí para llorar, supongo que él apodo "Bebé llorona" me queda bien después de todo.

Tomé algunas de las muñecas y empecé a jugar con ellas. Jugaba a que eran una familia, una verdadera familia feliz, mientras lo hacía, empecé a llorar. Estaba llorando porque me molestaba el hecho que nunca podremos ser así, estoy atrapada en estas cuatro paredes teniendo que aguantar todos ellos, ni siquiera tengo una persona, amigo, de verdad a quien pueda hablarle, solo mis muñecas.

Escuche él timbre sonar, sonar de nuevo y de nuevo. Era claro que Brandon no iba a abrir, yo tuve que bajar para abrir la puerta.

-¿Quién es usted? –pregunté al abrirle la puerta a un hombre

-Hola, um...¿Están tus papás? –era un hombre mayor que yo, parecía de unos veinte años, solamente cuatro años mayor que yo, pero era mucho más alto, con pelo y ojos cafés. Nunca lo había visto antes, normalmente mi familia y yo conocemos a todos que vienen por aquí, debe de ser de algún otro lado

-Lo siento, no se encuentran.

-...–frunció el ceño–Tal vez tú puedas ayudarme

-¿En que le puedo ayudar?  

-Estoy buscando esto. –me muestra una foto, era una casa de muñecas, mi casa de muñecas– Llevo tiempo buscando esto, una mi investigación me llevó hasta aquí. –sonríe inocentemente 

¿Investigación? ¿Qué investigación? ¿Solo para encontrar una casa de muñecas?

-Lo siento. Nunca lo he visto en mi vida –mentí

No se que querrá, ni quien sea, ni me importa. Puede ser él presidente, pero no dejaré que me quite mi casa de muñecas, es lo único que puedo decir que me hace feliz.

-¿Estas segura? Estoy positivo que tiene que estar aquí

-Estoy segura, si me disculpa señor...

-Garmendia, Germán Garmendia. Prefiero que me llamen Germán

-Si me disculpa Señor Garmendia. –ignorando su preferencia, me educaron para respetar a personas mayores y no ser tan confiada como para llamarles por su nombre– Tengo que volver a mis deberes.

-¡Umm...! Solo escuchame un segundo más

-¿Qué más se le ofrece? –pregunté inquieta

-Bueno...quería decir que apenas me mude aquí, así que...-

-¿________? –interrumpió mi papá justo detrás de nosotros, apenas volviendo de su trabajo– Hola, ¿Con quien tengo el gusto? No me parece haberte visto antes por aquí –se introduce con Garmendia

-Garmendia, Germán Garmendia. –se sacuden la mano– No me habrá visto por aquí, porque me acabo de mudar, vine a...saludar un poco a los vecinos –volteó su mirada hacia mi y me guiñó el ojo

Volte a ver a mi papá, al parecer el no lo habia notado. Ambos intercambiaron unas cuantas palabras mas pero yo no ponia atencion, estaba muy concentrada en mi papá, era poco común verlo en este estado; Cordial, sonriente, elegante, tranquilo. Siempre cuando tenemos algún visitante se muestra de tal manera, quisiera que siempre fuera así. Es costumbre escuchar que llegue muy tarde, en seguida de que el y mi madre empiezan a discutir, reclamando cada cosa que podían. Si tenemos suerte, lo veíamos a la mañana siguiente pero con olor a perfume de la cual no pertenecía a mi mama.

-Entonces, mi familia y yo esperamos volver a verlo mañana en la noche –fue lo ultimo que escuche decir a mi papá, estaba confundida, ¿Lo invitó a cenar? ¿Cómo lo convenció tan rápido? Eso, o mi papá fue quien lo invitó, aun queriendo conservar la imagen de nuestra familia con todos  

-Así será, hasta mañana en la noche Señor Stewart. –nos dirigió una sonrisa a ambos 

¿Quien es y que planeaba?

×Dollhouse× (Germán Garmendia y Tú)Where stories live. Discover now