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Min yoongi ha sido mi mejor amigo desde la escuela secundaria. En tercer año empezamos a relacionarnos porque él acababa de transferirse de corea y necesitaba a alguien que lo ayudara a adaptarse y le mostrara la ciudad, como todos conocían el amor que le tenía a todo lo relacionado con coreana no dudaron ni un segundo en señalarme como la indicada para esa tarea.

Luego de eso no sabría decir en que momento específicamente comenzamos a ir a todos lados juntos. Y al pasar el tiempo, como siempre estábamos juntos, me di cuenta de que era todo un mujerigo el cual era la utopía de toda adolecente con sus piercings, su cabello teñido y esa actitud fría que tanto lo caracterizaba, esto lo hacía tener mucho de donde elegir y él si que sabía aprovechar las oportunidades pues cada semana tenía una chica diferente colgada de su brazo.

Por razones como estas pensé que mis padres estaban volviéndose locos cuando me dijeron que lo mejor era que compartiera un piso de apartamento con él cuando fuera a la universidad, sin embargo terminé aceptando pues era la única manera que iban a dejar que fuera lejos a estudiar. Así fue como acabé  atrapada con Min Yoongi en la misma casa.
        

      
      
          
            
          
            
          
                    

      
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Eran las siete de la mañana y estaba preparando algo de comer, gracias a Dios era fin de semana así que podía volver a la cama en cuanto comiera. A mi espalda se escuché un fuerte ruido.

Dándome la vuelta me di cuenta que era la chica que Yoongi había traído anoche. Últimamente su prototipo de chica era siempre el mismo: coreana, delgada, cabello negro azabache totalmente liso y extremadamente maquillada al parecer él estaba pasando por una etapa de extrañar su hogar o algo parecido.

- Ten cuidado, si despiertas a Yoongi conocerás su lado feo.- dije lamiendo la mermelada que habia quedado en mi dedo.

- No puedo creer que esa belleza tenga algo feo en él.- dijo haciéndo un ronroneo provocando que yo pusiera los ojos en blanco. Sin cruzar más palabras salio del apartamento y yo me sentí aliviada, siempre las chicas de yoongi me hacían sentir como cuando llegas a un lugar en el que todos estan glamourosos y tu apenas llevas esa ropa de andrajoso que todos usamos en casa, por lo que solía evitar encontrarme con ellas.

Un Yoongi en bóxer, cabello revuelto y cara marcada por las sabanas apareció en el pasillo.

- Oye ¿qué es esto? tú levantado a esta hora ¿tienes fiebre?.- dije acercandome para tocar su frente.

- Solo salí a vaciar mi vejiga.- dijo dando in manotazo a mi brazo.

- Buenas noches Kim.

-Es de día Yoongi.- dije poniendo mis ojos en blanco.

- Como sea, solo vuelve a dormir así no me despertarás.- dijo desganado cerrando la puerta de su habitación. Yo por mi parte volví a la mía y tal como él me había ordenado quedé dormida prácticamente al instante.

What's a soulmate?Where stories live. Discover now