— Estas rojo como tomate — el menor se carcajeo al ver la mueca de fastidio del mayor. — ¡Auch! — se quejó cuando recibió un pequeño golpe connel celular que YoonGi llevaba en sus manos. — ¡Hyung! ¡No a la violencia! — continuó riéndose del mayor.
— ¿Viniste a sólo burlarte de mi? — preguntó el rubio sin dejar su mueca de fastidio.
— Si... — soltó una carcajada. — Ya en serio... El show va a comenzar — le informó aún entre risas.
— Dame sólo un segundo... — se acercó al lavabo, se miró al espejo soltando una maldición y comenzó a mojar otra vez su rostro. Su sonrojo parecía hacerle bullying al no querer abandonarlo y en él, que tenía la piel más pálida que un papel, se notaba a kilómetros.
— ¿A poco nuestro Jiminnie no es una preciosura? — inquirió el castaño sólo para molestarlo mientras a apoyaba sobre una de las paredes a su lado. — Y está de infarto con esos pantalones ajusta-...
— Taehyung — lo interrumpió y el nombrado sonrió inocentemente. — ¿No te duele? — el castaño lo miró sin comprender. — ¿No te duele ver a JiMin con alguien más? — agregó observando como su donsaeng dejaba de sonreir.
— Hyung... — susurró bajando su mirada a sus manos. — No hablemos ahora... — pidió apretando la tela de sus pantalones entre sus dedos.
— ¿Cuándo lo haremos? — cuestionó. — Taehyung, no quiero hacerte daño, se que lo quieres y no me sentiré bien si voy ver esa expresión dolida en ti cada vez que me acerqué a JiMin... — musitó tomando su mentón y elevandolo para que lo mirase a los ojos.
— Hyung, no te preocupes por mi, te dibe que confío en que lo cuidarás, como yo no puedo... — aseguró. — Además te hice daño y yo-...
— Taehyung, no quiero pensar que haces esto sólo para remendar algo que no está roto... o para castigarte ti mismo... — musitó en tono incrédulo. — Ya no duele... — tomó la mano del menor y se la llevó a su pecho, a la altura de su corazón. — En un principio lo hizo, pero ya no... — dejó una caricia en la mano del menor, que tenía entre las suyas.
— ¿Cómo lo logró? ¿Como hizo que dejé de doler? — inquirió con lágrimas amenazando con escapar de sus ojos.
— Porque comprendo como te sientes — vió como el menor frunvía el ceño. — Yo me sentí de igual manera una vez y me atrevo a decir que aún me sinto así... El sentimiento de estar dividido por dos emociones similares, que te confunden y que a los ojos de otros te hacen ser un infiel... Pero que te hacen sufrir tanto a ti como a los otros involucrados, porque sabes que le estas haciendo daño... Y es lo que menos quieres porque amas a ambos al mismo tiempo, pero no puedes inclinarse a elegir a uno, sin herir al otro y a ti mismo por esa decisión... — confesó, pero no le diría que fue mientra que él y Taehyung salían. Porque él amaba a Taehyung -y aún lo hace pero no con la misma fuerza que antes- pero al mismo tiempo comenzaba a tener sentimientos por el pequeño de mejillas regordetas con quien se mensajeaba.
— Hyung... — sollozo apretando la tela de la camiseta del mayor entre sus dedos, sin creer que alguien más entendía lo que sufria. — Me siento una basura... — soltó un sollozo más fuerte y el rubio no dudo en correr y abrazarlo. Solamente con él era tan sensible para consolarlo.
— No lo eres... No te sientas de esa manera TaeTae... — pidió acariciando su espalda.
— Pero lo soy — se aferró a la camiseta del mayor mientras lloraba libremente. — Jung Kook se enteró de todo, ya no podía mentirle... En realidad no quería hacerlo más...— YoonGi comprendio que "Jung Kook" era el otro muchacho. — Quise ser sincero con él por primera vez y le conté todo, desde mis sentimientos hacia JiMin, el porqué de que lo dejé... Le conté que te conozco y lo que pasamos... y... ahora me odia... — el mayor afianzó su agarre en la cintura del menor, dándole apoyo. — Y si Jimin lo supiera, también lo haría...
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'El Escritor' • YoonMin | Completo✔
FanfictionMin YoonGi de 18 años, es un famoso escritor en el mundo de las fans de Kpop, en especial de las temáticas Yaoi. Park Jimin de 15 años es un fanboy del Kpop. Ama leer fanfics en la famosa aplicación llamada "Wattpad" en especial los de "TuAzucar-beb...
XXXIII: 'Perdón'
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