✐ S E I S ✉

3.4K 662 82
                                    

Querida tú:

Decidimos vernos fuera de las clases por primera vez un lunes, creo que es el único lunes de mi vida que he amado que llegara y eso ya es decir demasiado.

Ese día hubo un momento especial y sé que aunque nunca lo dijiste en voz alta, lo fue para ti también. Había un brillo diferente en tu mirada ese día, un brillo que no me habías mostrado pese a llevar ya un par de semanas siendo algo así como una amiga mía, pero lo especial para mí fue que ese brillo mágico era uno que yo imaginaba que tenían mis propios ojos al mirarte, era esa chispa que solo alumbra cuando nos gusta alguien.

No he sido egocentrista nunca en mi vida, pero podía asegurar sin temor a errar, que yo te gustaba; lo que era un misterio en ese momento era hasta qué punto te gustaba. Sería imposible medir en un gustanómetro lo que provocabas en mí y me pregunté si en el caso contrario sería posible.

Primero tuve miedo, no te lo niego; me atemorizaba decirte lo que me hacías sentir o insinuar siquiera que quería más que una amistad contigo, especialmente porque en una conversación que empezó como trivial, mencionaste que tus padres asistían con fervor y fe a la iglesia y que eran del tipo conservadores y estrictos; Gaby, sé que lo dijiste para advertirme de forma indirecta, porque no me creo eso de "tuve una prima que mencionó que tal vez era bisexual y mis padres la odian ahora".

Pudiste inventar algo mejor.

Desde ese día tuve una constante batalla en mi interior entre el miedo y la valentía. Miedo de ser en secreto y valentía de ser contigo.

Para mí, esa primera mirada que me confirmaba que podía ser correspondida, fue el inicio de nuestra bella historia y por eso admito que pequé de loca enamorada y me balancee más hacia el lado de la valentía.

Cuando las miradas que cruzábamos se convirtieron en actos más íntimos y directos que cualquier palabra que pudiéramos decir, me decidí completamente a intentarlo, a ir por ti, a tratar de conquistarte, a ganar tu corazón y darte el mío.

Cada vez que sacabas el tema de tus padres, a mis oídos era un recordatorio que gritaba peligro y problemas pero no me importó, ¿sabes? Te quería, te anhelaba y el amor conmueve al más fuerte e idiotece al más listo. Supongo que es a eso a lo que se refieren cuando dicen que el amor es ciego: al amor que no mira desenlaces sino aceleración en el corazón.

Una noche hablando contigo a través de mensajes, me enviaste una nota con tu voz y cuando me vi a mí misma suspirando con la sensación de flotar sobre mi cama a medianoche al escucharte, no me valieron nada las consecuencias. No te podía borrar de mi pensamientos.

Estaba cegada por ti y por las fantasías en que eras más que mi amiga, y me dije que no me iba a rendir.

Solo quería estar contigo.

Solo te quería a ti.

Y que se jodiera el mundo.

Y que se jodiera el mundo

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
Sarang •TERMINADA•Where stories live. Discover now