4

1.5K 102 9
                                    

Sam

Me dirigía a casa con la mirada perdida mientras pensaba en mi madre, a pesar de que fuese alcohólica yo de igual forma la seguía amando y ¿cómo no hacerlo? Ella me dio la vida y me sacó adelante sola, sin embargo la pena y el dolor fueron más grandes, razón por la que decidió refugiarse en el alcohol. No la justificó pero tampoco puedo juzgarla, es mi madre.

Llegué a casa y al abrir la puerta me llegó el desagradable olor alcohol, reprimí las ganas de vomitar y entré en silencio. Mi madre estaba recostada en el sillón y en el suelo había algunas latas de cerveza.

Sentí un leve dolor en el pecho y las lágrimas amenazaban con salir, suspire y me dispuse a subir a mi habitación. Subí las escaleras lentamente intentando hacer el menor ruido posible pero al pisar el primer escalón este rechino causando que mi madre abriera los ojos de inmediato y dirigiese su mirada hacia mi.

-Niña malcriada ¡¿por qué haces ruido cuando duermo?!

No le respondí y ni siquiera la miré , no quería cometer un error. Mi madre estaba ebria, era capaz de hacer cualquier cosa. Subí las escaleras lo más rápido posible pero sentí las pisadas de mi madre a mis espaldas , un leve escalofrío recorrió mi cuerpo.

- Que me esperes, carajo - gritaba mi madre a mis espaldas, su respiración era agitada temía que algo le sucediera por mi culpa.

Me detuve antes de llegar a mi habitación y di media vuelta para ver a mi madre acercarse rápidamente hacia mi. Odiaba verla en ese estado, sería capaz de hacer cualquier cosa con tal de que todo fuese diferente.

Cerré los ojos en el momento que sentí que su mano se acercaba a mi rostro, su mano se estrelló contra mí mejilla mientras ella gruñía de ira.

-¡Te dije que me esperaras!-me gritaba llena de odio.

Camine hacia ella y la abrace, necesitaba hacerlo, necesitaba ese abrazo de madre que toda hija necesita, necesitaba saber que todo estará bien, no me importa haber nacido sin un padre pero si me asustaba la idea de haber tenido una madre que haya estado ausente la mayor parte del tiempo.

Sentí como me empujaba alejándome de sus brazos, sentía demasiadas ganas de gritarle que debía recapacitar , pero no quería empeorar las cosas, mi madre estaba ebria por lo tanto no era consciente de sus actos. Me levanté bruscamente y me dirigí hacia mi habitación, escuchaba los gritos de mi madre, pero los ignoré , solo quería encerrarme en mi cuarto y dormir hasta mañana.

General

Carly y Freddie se encontraban conversando acerca de lo aburrida que había sido la clase de Biología mientras que a sus espaldas se encontraba Sam quien miraba sonriente a Freddie.

-Hola Carlangas veo que estas con el ñoño- reía amargamente a la castaña, mientras Freddie la miraba avergonzado.

-Sam, se llama Freddie- la regañó su amiga , mientras le sonreía dulcemente a Freddie haciendo que este se pusiera rojo de nervios.

-Como sea - rodó los ojos e hizo una mueca de desaprobación al ver como Missy se acercaba hacia ellos, seguramente para hablar con Carly.

-Hola chicos - sonreía dulcemente sin embargo lanzó una mirada de desaprobación hacia Sam.

-Hola- saludaron Freddie y Carly al unísono.

- Carly , dijiste que me acompañarías a hablar con el director – Missy se acercó a Carly mientras le reprochaba haciendo puchero.

- Ay lo olvide. Vamos, te acompaño - Tomó el brazo de Missy y se alejó dejando a Sam y a Freddie a solas.

- Creo que es mejor que me vaya – Freddie se notaba un tanto incómodo por la presencia de Sam, por lo que dio media vuelta para retirarse.

-Eh .. espera Freddie- Sam tomó el brazo de Freddie pero lo retiró de inmediato.

- ¿Qué pasa?- Acaso esa chica le dijo ¿Freddie? Que pasaba con ella...Volteo para verla.

- Toma – abrió su mochila y sacó la ropa que el día de ayer le había quitado – siento lo de ayer.

- No te preocupes – La observó detenidamente, su pelo era rubio, rizado en las puntas, su melena era hermosa, sus ojos eran de un azul intenso, sus mejillas ruborizadas y finalmente se detuvo en su pómulo, un leve moretón se hacía visible. Sin pensarlo llevó su mano a su mejilla, la piel de Sam se estremeció al contacto de la tibieza de su mano.

Only One [seddie]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora