Sam

¿Qué carajos había hecho? Una cita, con Freddie, el ñoño. Odio cuando hago las cosas sin pensar en las consecuencias, ¿una cita? ¿enserio? Aún no puedo creer lo que acabó de hacer. Me encamine a mi clase, llegando tarde a está como me es de costumbre. Atravesé la puerta sintiendo la mirada del profesor en mi espalda.

-Señorita Puckett, un gusto verla en mi clase- sonreía de oreja a oreja y yo no sabía la razón por la que actuaba así.

-Um, ¿gracias?

Me dirigí a mi asiento, el último de la clase en donde Carly me estaba esperando.

-Creó que está de buen humor hoy- evité mirarla y mantuve mi vista en el profesor.

-Si, no es común tratarte así.

-Lo se, Eh Carly tengo que comentarte algo- le dije un tanto extrañada, yo evitaba hablar sobre temas serios con Carly o con cualquiera.

-¿Qué pasó? Digo, ¿sobre qué? - me miró un tanto dudosa.

- Es sobre Freddie...

Freddie.

-Hey bobo - Sentí como la rubia gritaba a mi espalda, me detuve y la observe - ¿te parece un licuado después de clases? - la miré fijamente y no pude evitar sonreír, asenti, ella rápidamente volteo y se marchó.

No podía evitar sonreír, Sam era Sam, una chica realmente extraña, cambiaba de humor constantemente, uno nunca sabía cómo sería su próximo encuentro con ella, pero algo me impulsaba a buscarla, quería acercarme a ella y lo haría a como dé lugar.

Sam.

Carly no podía creer lo que le acababa de decir.

-¿Tu, en una cita, con Freddie? - su mirada era de decepción.

-¿Acaso no puedo? - le mire un tanto confundida.

-Ay Sam, claro que puedes, sólo que creía que Freddie no te agradaba.

No le respondí y tampoco quería hacerlo, con Carly cuestionando sólo empeoraba las cosas, obviamente estaba en un error al querer salir con Freddie pero la cita ya estaba hecha, no había vuelta atrás.

Sólo faltaban quince minutos para que terminarán las clases y me comencé a sentir nerviosa, las manos me sudaban y mi corazón latía a mil por hora. Observaba a cada minuto el reloj situado arriba del escritorio del profesor.

-¿Le ocurre algo, Puckett? - preguntó el profesor un tanto preocupado.

-Eh, no, digo sí.- mis manos comenzaron a sudar aún más.

El profesor se dirigió hacia mí y me miró un poco extrañado, al igual que Carly - si no se siente bien puede retirarse antes de clases - me tocó la frente y asintió nuevamente.

-No se preocupe, estoy bien - lo mire un tanto confundida, era muy raro su comportamiento.

-Pucket, no es una sugerencia, vayase- se acercó hacia la puerta y la abrió.

-Pero...

El profesor seguía sujetando la puerta para que yo saliera.

-Esta bien - bufé, tome mis cosas y salí no sin antes darle las gracias y mirar a Carly, ella me miraba igual de desconcertada que yo.

Salí de la sala y sonreí, me sentía más o menos mal pero todo tenía una explicación:

Freddie.

Freddie.

Las clases habían terminado y Sam no aparecía por ninguna parte. Logre ver a Carly en la entrada y no dude en ir hacia ella. Toque su hombro y se exaltó con mi tacto.

Only One [seddie]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora