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Sam

Después de un largo día de detención donde por desgracia tuve que limpiar los baños de los profesores y directores, terminé tan asqueada que ni el jamón se me hacía apetitoso, caminé hacia mi casa y al llegar allí dormí hasta el día siguiente.

Freddie

El día de ayer todo fue tan extraño, en primer lugar el estar con Sam y descubrir el moretón en su mejilla me hizo sentir mal, el pensar que alguien le hiciese daño me ponía la piel de gallina, lo poco que la conozco me hace pensar que es el tipo de chica que no se deja pasar a llevar, pero se que a pesar de ello es una chica con demasiados sentimientos los cuales esconde por alguna u otra razón.

El hecho de que saliera literalmente corriendo después de descubrir el moretón me hizo pensar que tal vez algo estaba mal en ella, y lo único que quería en ese instante era abrazarla y decirle que todo estaba bien, pero con una chica como Sam nunca se sabe, tal vez en vez de un "gracias" reciba un golpe en la cara.

Hablando de golpes en la cara, Sam ayer golpeó a un chico y sería raro si no estuviésemos hablando de Sam pero realmente no me sorprende.

-¡Ya se hace tarde Freddie! ¡Será mejor que te levantes y vayas a la escuela o sino iré a por ti!

Sabía a qué se refería con eso, el hecho de que mi madre subiera a despertarme solo significaba una cosa, me bañaría y me vestiría como a ella le diera la gana, y sinceramente no quería eso, rápidamente me levanté y me metí a la ducha.

Sam

Me desperté debido a que mi madre no dejaba de gritar, me tape los oídos y me cubrí con la frazada pero era inevitable no escucharla, a regañadientes me puse mis pantuflas y salí de la cama. Baje las escaleras y ahí estaba ella, mirándome, baje temiendo lo peor pero rápidamente al bajar ella subió a su habitación. Era muy extraño verla al despertar, ella nunca estaba en casa en las mañanas, pero no quise darle más vueltas al asunto ya que se me hacía tarde para el colegio.

Corrí a mi habitación y entré a ducharme, al salir de la ducha me percaté que mi madre se había ido, reí con amargura, odiaba esto, el hecho de que mi madre hiciese lo que quisiera sin siquiera pensar en mi.

Salí de mi casa muy tarde, por lo que obviamente no llegaría temprano a las clases de hoy. Colgué mi mochila al hombro y salí de allí, caminé algunas cuadras y cuando finalmente entré al establecimiento choque con alguien que hizo que mis cosas cayeran al suelo.

-Hey, ten cuidado.-protesté.

-Lo siento- dijo este mientras se daba la vuelta para mirarme, pero mi sorpresa fue aún mayor al darme cuenta de quién se trataba.

-Tu...-La escena del día de ayer llegó a mi mente mientras no lograba articular palabra alguna.

-Sam, ¿como estas?-Sus ojos se posaron en mí un tanto preocupados, no pudo evitar mirar mi pómulo en donde anteriormente se encontraba mi moretón, sin embargo hoy si pude cubrirlo.

-¿Cómo quieres que este si acabas de chocar conmigo?-dije en un tono sarcástico, no permitiría que me invadiera con sus actos esta vez.

-Uh, lo siento- en un acto intuitivo dio un paso atrás-es mejor que vaya a clases.

-Como quieras-a veces sentía nostalgia al comportarme así con el pero solo quería demostrarme a mí misma que lo que sentí ayer al estar cerca de él solo fue una tontería.

Esté comenzó a caminar y yo lo seguí desde atrás. Al parecer estábamos en la misma clase.

Genial.

Al cruzar la puerta el profesor nos miró extrañado, y luego prosiguió a copiar un texto en la pizarra.

-¿Qué pasó ayer Sam?-me preguntó preocupada Carly, desde que somos amigas tendemos a sentarnos juntas.

-Uno de los estúpidos apostaron a que el chico nuevo no se atrevía a tocarme las pompis... Yo solo le dí su merecido.

Carly movió la cabeza un tanto decepcionada.

-No te pongas así, tú bien sabes que no dejaré que ningún imbécil me pase a llevar - le reproche.

-Lo se Sam, solo que creo que fue injusto que te castigaran a tí y a él lo dejaran inmune.

-Lo se pero..

-Puckett, ¿tiene algo que comentar con la clase?- pronunció serio el profesor de economía.

-No profesor, Sam solo me estaba... - Carly intentó ayudarme.

-Señorita Shay hágame el favor de mantenerse en silencio, mi pregunta va para Puckett - cruzó los brazos mientras me miraba cabreado.

Me quedé en silencio mientras el profesor me miraba fijamente esperando una respuesta.

-Puckett, ¿no me escucho? - lentamente se acerco hacia mi pupitre.

-¿Disculpe? - pregunte con el ceño fruncido.

-¿Si tiene algo que comentar con la clase? - insistió enfadado.

-No profesor, estaba hablando con Carly y dudo que sea de su incumbencia.

-Salga de la sala de inmediato, no aguantaré sus faltas de respeto- grito esté mientras apuntaba hacia la puerta.

Tomé mi mochila y salí de la sala no sin antes dar un portazo al cerrarla.

Creo que será un gran día, ja.

Only One [seddie]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora