Diez | Madres

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Estos días que no te estuve escribiendo, estuve pensando en muchas cosas. En nuestra antigua relación, en mi ahora relación con Nora, en mi madre, en Cynthia, en mi padre y en el nuevo novio de mi madre... sí, mi mamá ya consiguió a alguien que reemplace a papá, esa es la razón de mi ausencia.

Realmente no entiendo a esa mujer, cada vez que yo o alguien le hablaba de mi padre, rompía a llorar y todos le decían que lo superará, que tenía que pasar página y dejarlo libre, ella siempre se negaba a hacerlo. Y ahora me sale con Tom, o como yo le llamo: Tomate. El hombre, cada vez que lo veo, está tan rojo que juraría que es familiar de Satanás. El punto es que, estos días le he hablado de mi padre y sólo me dice que ya lo está superando y que la deje en paz con ese tema...

La amo y acepto que quiera seguir adelante sin Kian -mi padre- pero cuando lo quiere superar que en otras palabras es olvidar, no la entiendo. Uno no puede superar o olvidar algo que formó parte de nuestra vida, no puede olvidar a alguien que amamos, no se puede superar la ausencia de quién siempre estuvo ahí.
Solamente tienes que tomar la piedra y guardarla, no mover la piedra o lanzarla, eso sólo haría que en algún momento te la vuelvas a encontrar y volverás al principio, preguntándote cómo superar la prueba de la piedra.

Quizá no entiendas esa metáfora, pero créeme, tiene mucho sentido.

-Leila

El "Para siempre" de un SegundoWhere stories live. Discover now