MISS ONE

Capitulo 1

Un año antes de conocer a Chris Jackson

-caminar por las calles ya no es lo mismo, me siento insegura, creo que me siguen o me ven... - hice una pausa mientras miraba por la ventana con los brazos cruzados. - incluso siento que ellos me están vigilando.

-¿aun sueñas con esa escena?

-¿qué pregunta es esa? Si estoy aquí es por eso - lo mire muy molesta

-quizás es porque aun no has superado esa parte de tu vida.

-¡¿Cómo demonios la voy a superar si no me ayuda?!

-discúlpame Alanna pero yo no te puedo ayudar a superarlo solo, tienes que poner de tu parte y superarte cumplir tus sueños, reincorporarte a la sociedad para que vallas haciendo a un lado lo que te ocurrió - no lo quise escuchar mas, Salí del consultorio.

Caminaba por las calles y miraba como había personas que eran más felices que yo, y me acordaba a mí en una época antes de que me lastimaran, extrañaba esa vida. Algunas veces me pregunto ¿Por qué entre en ese callejón oscuro? Y es que ni siquiera yo tengo una respuesta concreta para eso.

Salí de la tienda, con uno de mis chocolates favoritos y una revista de modas, estaba lloviendo, no me importo, camine por las calles con una chaqueta de capucha, las gotas caían sobre mi mientras yo miraba a las personas correr para esconderse de la lluvia, otras caminaban de prisa con paraguas, los carros pasaban salpicando agua de los charcos. Mire la hora recordé que iba tarde para ver mi serie favorita, esa serie donde hablan de los accidentes de aviones, siempre me ha gustado los aviones pero desde que mis padres murieron en aquel avión no me he atrevido a cumplir mi sueño de ser una Aeromoza.

Apresure mi paso y decidí cortar camino por un callejón oscuro y húmedo, abrí mi chocolate para comérmelo mientras llegaba y de la nada aparecieron dos hombres frente a mí, tenían una mirada de maldad, me asuste mucho, así que di la vuelta para regresar por donde vine pero detrás de mi estaba otro hombre, tenía esa mirada de maldad en sus ojos trate de gritar pero me taparon la boca y me lanzaron al suelo, estaba tan asustada que no deje de patear y de forcejear con ellos pero de era inútil ellos tenían más fuerza que yo... ese día me arrebataron la poca inocencia que tenia, me humillaron hicieron lo que les dio la gana conmigo, me golpearon hasta casi matarme. Hubiera preferido que hubiese sido así, una pareja paso por ahí y me recogió...

Desperté de golpe estaba repleta de sudor, desde hace tres años todas las noches tengo la misma pesadilla y eso me estaba volviendo completamente loca.

Me levante y lo primero que hice fue montar café mientras me lavaba los dientes, la cafeína era lo único que me ponía algo activa después de una de mis noches de pesadillas, me miraba en el espejo y ni yo misma podía reconocerme, estaba muy pálida, con ojeras más delgada de lo que era, incluso mi pelo estaba reseco. Me había descuidado por completo y todo por el miedo de parecer atractiva para alguien. Pero no es fácil sobre todo cuando tu primer encuentro sexual es improvisado, con personas que jamás conocías y que te obligaron hacer cosas horribles.

En el fondo mi otro yo me pedía a grito que cambiara mi vida, que siguiera adelante que sanara las cosas del pasado, pero la verdad es que no es algo tan fácil, por más que le desees las inseguridades siempre vienen a ti y los miedos son fuertes.

Salí de mi apartamento no es necesario decir cómo iba vestida porque los deprimiría. Mire algunas ex compañeras de escuelas, estaban en el centro comercial algunas adulaban entre si de lo exitosas que eran, no quise mistiquería acercarme a saludar, porque harían miles de preguntas que no podría responder. Me levante y Salí, tenía un vuelo en una hora, visitaba a los abuelos.

Estando en el avión vi como las Aeromozas no dejaban de sonreír y de atender con mucha amabilidad a las personas y por primera vez en años yo quería ser como ellas. Me hicieron recordar a mis padres, ellos murieron en un accidente de avión, cuando era niña deseaba viajar por el mundo y ser libre, todos esos sueños se fueron volando con la muerte de mis padres, no le temo a los aviones porque cada vez que subo a ellos siento que están a mi lado, solo le tengo miedo a que un día ese sentimiento se desvanezca.

-señorita ¿quiere algo de comer? - una de las aeromozas me miro con una linda sonrisa.

-¿Cómo hacen para estar felices?

-es, parte de nuestro trabajo, cuando hacemos algo que nos gusta, no es tan difícil sonreír. - me dio un vaso con jugo de manzana y sigue su camino por el pasillo.

Baje del avión, estaba de nuevo en la ciudad de Malibu donde nací, donde tuve la mejor infancia del mundo. Me mude de esta bella ciudad, con las mejores playas que pueden existir, cuando tenía ocho años, mis padres compraron una casa en Canadá para que creciéramos mientras mi papa trabajaba y mi mama estudiaba su doctorado, fue lo peor que hicieron mudarnos...

-¡Alanna! - escuche mi nombre y me di la vuelta estaba mi abuela.

-¡abuela! -corrí y la abrase fuerte.

Mi abuelo estaba enfermo, me conto que seguramente no pasaría más de una semana hasta que muriera, y cuando lo vi me partió el alma, estaba tan mal que apenas me vio comenzó a llorar, estaba en una cama acostado mirando hacia el techo, no hablaba no se movía, solo movía los ojos, cuando me vio sus ojos se humedecieron y las lagrimas corrieron por su mejilla, se podía ver que estaba feliz de verme. Lo abrase tan fuerte como cuando era una niña.