Capítulo 15 .- Conociéndote... Conociéndome.

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Abrió la puerta de la habitación en silencio, intentando que Darien no la escuchara, le daba vergüenza que él la cachara nuevamente como lo había hecho en las noches anteriores. Con pasos lentos comenzó a caminar hacia las escaleras para dirigirse a la cocina.

―Serena ―La voz profunda de Darien le hizo dar un gritito al ser sorprendida de pronto, ni siquiera le había escuchado abrir la puerta.

―Me has asustado Darien ―Le reprochó Serena girando para mirarlo de frente, Darien estaba recargado contra el marco de la puerta de su habitación, mirándola detenidamente.

―¿Que te dije la otra anoche? ―Preguntó Darien con evidente amonestación en la voz, Serena no podía ver con claridad sus ojos a causa de la obscuridad, pero estaba casi segura de que Darien parecía bastante despierto.

―Yo... No quería despertarte ―Dijo honestamente Serena.

―Entra a tu habitación y dime ¿Qué necesitas? ―Dijo Darien acercándose a ella.

―Yo... ―Serena balbuceó mientras sentía como enrojecía con violencia, le daba vergüenza decirle que tenía hambre, después de haberse marchado como lo había hecho del comedor ―Quería un vaso de leche ―Mintió.

―Está bien, ahora te la traigo ―Dijo Darien dirigiéndose a las escaleras.

―También podrías traerme... ―Dijo haciendo que Darien se detuviera para mirarla ―Un poco de pay que hizo hoy Molí... Y con un poco de helado... Si, helado de vainilla ―Añadió entusiasmada, imaginando lo delicioso que sería aquello.

―¿Qué? ¿Helado a esta hora?¿Estas segura? ―Preguntó Darien inseguro.

―Bueno... ―Comenzó a decir Serena, pero Darien la interrumpió después de parecer meditarlo por unos segundos.

―Está bien... Ve a tu habitación, ahora vuelvo ―Dijo antes de desaparecer por la escalera.

Cuando unos minutos después Darien regreso con el pedido de Serena, se sentó a su lado en la cama mientras la observaba comer con lentitud y placer.

―Por favor, no vuelvas a salir por la noche de tu habitación ―Dijo de pronto Darien mientras ella se llevaba a la boca una cucharada de pay con helado, algo que le había parecido una combinación deliciosa.

―No estabas ―Dijo de pronto ella ―Te fuiste por mucho tiempo y yo no tenía a quien recurrir ―Añadió mientras sus ojos se anegaban en lágrimas, se había sentido condenadamente sola durante su ausencia y aunque odiaba la necesidad tan grande que sentía por él, no podía evitar reclamarle.

―Estaba Molí ―Balbuceó Darien.

―Pero no conmigo, como tu... ―Dijo Serena sinceramente dejando de comer.

―No llores Serena ―Dijo al mirar sus ojos, del cual ya había escapado una traicionera lagrima, y entonces se acercó a ella para rodearla con sus brazos y ofrecerle el consuelo que Serena llevaba tiempo necesitando ―No volveré a irme...

―No me crees, no me quieres a tu lado... No sé qué demonios hago aquí ―Gimió ella, haciendo que Darien se alejara para mirarla a los ojos.

―Aunque no lo creas, lo último que quiero es que te marches ―Dijo Darien, causando sorpresa en la rubia ―Y estoy intentando creerte... Lo intento.

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Algunos días después.

Aquella noche Serena salió de su habitación indecisa, no sabía si debía obedecer o no la petición de Darien, pero tenía una enorme urgencia, igual a las noches anteriores, solo que esta noche Darien no había aparecido con tan solo abrir la puerta como venía haciendo anteriormente.

Revancha por tu amorWhere stories live. Discover now