Revancha por tu amor

Capítulo 4 .-Desenlace.

Los personajes que aparecen aquí son obra de la gran Naoko Takeuchi, la historia es creación de mi loca imaginación.

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Cuando Serena despertó ya estaba entrada la tarde, lo supo par la luz que se filtraba por la ventana y el calor bochornoso que la embargaba, habían llegado de madrugada a Tokio, así que se encontraba sumamente cansada, pero decidió que no quería estar más tiempo en la cama.

Una sonrisa inundo sus labios mientras sus mejillas se encendían de un color carmesí al recordar la noche pasada, en la forma en que Darien le había hecho el amor, había sido hermoso. Pero entonces recordó que había sido diferente, que Darien se había comportada de una manera más apasionada, como si estuviera ansioso de ella... Tanto que lo había prolongado como nunca, realmente había sido maravilloso.

Se mordió el labio inferior mientras trataba de controlar sus locas ideas, pero por más que quiso no pudo detenerlas, sus ojos azules brillaron entusiastas ante la idea de que tal vez Darien la extrañaría, tanto como sabía ella que lo extrañaría a él.

Solo que su felicidad no duro tanto, esta desapareció cuando a sus pensamientos acudió Diamante, sabía que él jamás la dejaría partir. Y ella no podía ni siquiera imaginar a Darien luchando por mantenerla a su lado.

—¿Habrá un futuro para nosotros? —Se preguntó en voz alta, sin poder evitarlo.

Pero si lo pensaba bien, ella no tenía nada que ofrecerle a Darien, su padre había acabado prácticamente en la ruina antes de morir, lo único que había podido salvar, eran las famosas acciones del hotel que ahora eran propiedad de Darien. Y si pensaba más a futuro tampoco podría darle la dicha de tener un hijo... Ella jamás podría.

Se reprendió mentalmente, no podía dejar volar de aquella manera su imaginación, entre ella y Darien solo había existido el compromiso de un contrato y una gran pasión compartida.

Suspiro con pesar, decidiendo no pensar así, en lo único que quería pensar era en que la noche pasada Darien había estado muy extraño y probablemente se debiera a que ella pronto se marcharía... Darien tal vez no deseaba que se marchara.

Y aunque sabía que no podía hacer nada al respecto, le agradaba la idea de que Darien la extrañara un poquito de lo mucho que sabía ella lo extrañaría a él.

Suspiro nuevamente y una resplandeciente sonrisa inundo sus labios mientras se levantaba entusiasmada de la mullida cama.

Tomo una rápida ducha y se pudo un bonito vestido color violeta, de tirantes que se amoldaba perfectamente a sus suaves curvas, completando el hermoso vestido se puso unas zapatillas abiertas de color morado y después de comprobar su vestuario y peinado en el espejo salió decidida a buscar algo para comer, ya que se encontraba hambrienta.

Cuando entro en la cocina, la señora Molí la recibió con una sonrisa.

—¡Buenos días! —Saludó sonriente Serena.

—Buenos días ¿Tiene hambre señora? —Le preguntó la señora Molí amablemente.

—Si —Contestó Serena sonriendo —¿Y el señor ya comió? —Preguntó con la esperanza de comer a su lado.