Capítulo 12

263 26 1
                                    

— ¿Vosotros también lo habéis notado?—preguntó Natasha a todos los de la mesa.

— ¿Tu también lo viste?

— ¿Cómo no iba a verlo YongGuk? ¡Se ve perfectamente!—rió.

—Pues ni él mismo se había dado cuenta, créeme.

—Es increíble lo tonto que puede llegar a ser cuando quiere...

—Ni que lo digas—respondió YongGuk a las palabras de su hermana.

— ¿De qué habláis?

— ¿Tú no lo has visto papá? ¿No has visto cómo YongNam la mira?—preguntó sorprendida Natasha.

RyuJin sonrió.

— ¿Crees que no me he dado cuenta? Cariño, ya pasé por esto una vez y fue contigo, ¿cómo no iba a darme cuenta?

Natasha sonrió recordando aquellos días.

—Tan solo queda que el pequeño haga lo mismo...

RyuJin miró de reojo a su otro hijo.

—Papá...—reprochó—Sabes perfectamente, que de momento no puedo.

—Ya ya...—rió. Tarde o temprano tendría que lidiar también con él.

***

—Intenta quererte, confía en ti misma, nunca más vuelvas a pensar que la única solución es el suicidio...por favor.

—Jamás...te lo prometo, pero quédate conmigo.

Ambos, abrazados aquel veinticuatro de Diciembre que jamás olvidarán. Ese día en el que sus corazones se sinceraron y latieron aliviados al saber, como tanto deseaban, que la persona que tenían entre sus brazos correspondía a sus sentimientos.

— ¿Confiarás...en mí?

—S-sí.

—Entonces, ¿te gustaría quedarte...a mi lado?—preguntó nervioso. Su corazón, acelerado, esperaba la respuesta de ella.

— ¿P-puedo hacerlo?—preguntó incrédula ante las palabras que acababa de escuchar— ¿Puedo...quedarme a tu lado?

—Lo estoy deseando.

Ya está. Se acabó. Todo el miedo y todo el dolor. Todo, absolutamente todo, terminó.

Tres palabras. Con tres simples palabras había, por fin, hecho cesar todos aquellos malos sentimientos.

—También deseo que, cuando decidas volver con tu familia,  me llames y me susurres un ‘’te echo mucho de menos’’ o que me digas; la falta que te hacen mis besos, lo mal que lo pasas lejos de mis brazos. Pero, sobre todo, que me digas que me quieres junto a ti.

—No te preocupes por eso...—respondió conmovida.

—Lisa. Algún día tendrás que volver. Tendrás que solucionarlo todo.

— ¡P-pero volveré!

—Y cuando lo hagas, conoceré por fin, a la persona de la que me he enamorado. Ahora, ¿puedo concluir con esto?—una sonrisa se formó en sus labios al decir lo último.

— ¿Q-que vas a hacer?

—Besarte—fue lo último que dijo antes de, acercarse a ella y reducir la distancia que separaban sus labios.

Mi vida, Mi sueño y TúМесто, где живут истории. Откройте их для себя