21. "¡No conozco a mi novio!"

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-si, me voy...

Jaló de mi muñeca con rapidez, estábamos ambos de pie al lado de su cama, juntos, muy juntos. Su aroma entraba por mis fosas nasales llegando hasta mi débil cerebro revolviendo todo dentro de mi.

-alejate de él, no le conoces...

-¿tu si acaso?

-mucho mas de lo que quisiese...

-mientes, ¿de donde le conoces? -susurré tan cerca de sus labios como fuese posible.

-Kate... -divagó en sus palabras.

La molesta bocina de el trigueño volvió a sonar mas insistente que antes... Se cabreaba rápido y yo mas aun.

-¿ves? Eres un maldito infeliz -le empujé -buenas noches -salí de la habitación dando un gran portaso.

Tomé mi bolso que estaba en la sala y caminé rápidamente hasta la cocina donde estaban los niños comiendo junto a la señora de la cual Marie me había hablado, baja, rechoncha, tez un poco morena pero se notaba que era muy amable y humilde.

-mañana hablaremos sobre lo ocurrido -dije a ambos traviesos mientras la bocina sonaba de nuevo, que insistente -buenas noches -besé sus mejillas.

-¿tu novio? -preguntó Sam

-si, mi insistente novio -hice un mohín.

-no dejes de venir -suplicó la niña tirando de mi ropa.

-no lo haré, solo por ustedes.

-adiós -corearon alegres.

Salí de la cocina con velocidad hasta la entrada, abrí la puerta pero una voz me detuvo.

-te veo mañana Kate y espero que te des cuenta que Jason no es quien realmente dice ser.

Volteé para mirarle, estaba parado en la escalera solo con un pantalón corto, sin camisa, tratando de provocarme con su maldito pelo desordenado y el desgraciado lo lograba con facilidad.

-adios Kauffman -me despedí.

De una vez por todas abrí la puerta rápidamente dejándole con cualquier tipo de frase dentro de su perfecta y adictiva boca. Olfateé y sentí su aroma... Im, impregnado en mi ropa.

«maldición» pensé.

Ahora debía tener una buena excusa para Jason si percibía el perfume de Aaron y de ahí viene el si me creía o no... Ya me había prohibido verle y yo había aceptado "encantada" y mas me asustaba que él le hiciese algo a Aaron por mi culpa ya que aun no tenia idea que le había dicho ese día en el hospital encerrados en su cuarto. Aunque el infeliz sea un gran estúpido le quería y no quería problemas ya que Poulfer celoso era muy impulsivo.

-¿por qué te haz demorado tanto? -preguntó luego de besarme.

Encogí los hombros, debía parecer lo mas tranquila posible si es que eso se podía luego de una sesión de besos con Kauffman y rápida discusión por mi novio.

-los niños no me querían dejar ir, me tenían de los pies, son dos... Imagínate uno en cada lado, horrible -dije tranquila.

Uuff, al menos parecía tranquila...

-¿estas bien? Te siento como hiperventilada -tomó mi mano sin quitar la vista de la carretera.

-¡no! -dije sobresaltada -no, no... Amor, estoy bien, solo un poco cansada.

-¿no quieres ir a cenar?

-Jason, decide tu.

Sonrió a gusto, me asustaba que lo hiciese ya que siempre que sucedía algo tenia en su cabeza... Y no precisamente algo que me gustara de sobremanera.

15 cosas que odio de ti [editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora