16

3.3K 460 383
                                    


-Te traje algo.- Me dijo Josh levantándose del acolchado, buscando  en su mochila que estaba a la izquierda de su cuerpo.

Yo estaba tapado con tres mantas: una sobre mis hombros, otra sobre mi pecho y la última sobre mis pies. Él estaba también en condiciones parecidas a las mías.

Se acercaba la época de nevadas.

-Espero que disculpes mis errores, no soy experto.- Me tendió un dibujo en tinta que parecía haber sido arrancado de la página de un libro. Pero estaba bastante bien hecho.

-No sabía que dibujabas...- Susurre desconcertado, desviando la mirada del cielo por una razón bastante prudente. Detalle la hoja, pasé la yema de mis dedos sobre las líneas improvisadas y desordenadas. Luego puse mi total atención a la frase escrita.

"Nada mata a un hombre más rápido que su propia mente."

-¿Por qué la frase?

-Es un recordatorio.- Asenti tratando de entender. Él enfocó su mirada hacia arriba, perdiendo como millones de veces sus ojos marrones en el cielo infinito.- No desestimes esas palabras Tyler, te van a ayudar a entender.

Quise encontrarle un doble sentido a lo que me decía en ese momento, traté de evaluarlo y de rendirlo como si fuese un examen más de la preparatoria. Pero no pude.

-Gracias Josh, es muy lindo.- Dio vuelta un poco su rostro y me sonrió ligero. Yo voltee la hoja encontrándome con algo escrito.


"Para Tyler y sus ganas de vivir.

Josh Dun.

Nunca olvides que soy Josh."


-¿Por qué mi hermano te dice Will?

Había pasado una semana desde que Josh se había quedado en mi casa. Resulta que Zack no volvió hasta el día siguiente y pasamos toda la noche hablando de nuestros sueños.

De igual forma no nos molestó a ninguno de los dos. En ese momento Josh iba más a mi casa por mi que por Zack.

Hizo una mueca ante mi duda. No le gustaba hablar del asunto de sus nombres, lo sabía, se notaba. Por eso nunca le preguntaba.

-Porque la única persona digna de llamarme por mi nombre real sos vos.

-¿Qué...?- Me quedé estupefacto en mi lugar, con el ceño fruncido. Pero de igual forma me sentía halagado. Por no decir feliz.

-Will es alguien distinto... algún día te voy a contar la historia Ty, pero no ahora.- Pensé que Will era su mejor amigo de la infancia, su hermano, su padre, hasta su ex novia disfrazada en género masculino. Imaginé miles de posibilidades para las cosas que me estaba diciendo.

Pero no podía dejar de pensar en que yo era el único que podía decirle Josh.

-¿Por qué no ahora?

-Porque no quiero arruinar estos momentos.

Parecía que la noche estaba más oscura de lo normal, que las estrellas brillaban más y la Luna era cien veces más grande, tanto que sólo con estirar el brazo podías acariciarla.

Eso hice, levanté mi brazo. Buscando tocarla.

-Me dijiste que cambiaste de opinión conmigo por mi cuaderno, por mis sueños, por la cara borrosa, por mis ojos muertos... ¿Realmente fue por todo eso o hay algo más ahí adentro Josh?

No me encontraba a mi mismo diciendo esas palabras. No sabía a ciencia cierta qué me había visto para ser tan especial a sus ojos, para que me cuente sus mas remotos secretos y sueños. Yo no era especial, no era esa luz que veía en sus ojos al mirarme. Era sólo un joven normal con una vida normal.

O eso quería pensar.

Josh giró todo su cuerpo a mi dirección en ese momento, moviendo las ochocientas mantas que tenía sobre su cuerpo.

Bajé mi brazo.

-Hay tantas cosas adentro mío Ty... Tantas que no podrías imaginarlas. Quizá algún día te cuente la razón más grande por la cual cambié de opinión respecto a vos, pero ahora no. Ahora miremos el cielo.- Yo asentí y subí mis ojos. Al cabo de unos segundos noté que él seguía quemándome con la mirada.

-¿No íbamos a mirar el cielo?

-Lo estoy mirando Ty.







-Tyler, te ves destruido.- Me dijo Gerard apenas puse un pie dentro del pasillo. En su espalda estaba colgado Frank, como si fuese un koala. Siempre hacían eso y nunca les pregunté por qué.

-Últimamente tenés más ojeras que cara.- Agregó Frank y yo sólo puse los ojos en blanco, caminando a mi casillero. Ellos me seguían.

-No estoy durmiendo bien, es sólo eso.- Lo abrí y cambié mis libros. En el interior de la puerta tenía pegada una foto con mamá, otra con Gerard, Frank y Brendon y un dibujo de un árbol que había hecho en tercer año. Nada más. Cerré la puerta.- No me estoy drogando, si eso es lo que piensan.

-Esos ojos rojos me dicen que estuviste llorando Tyler, no me mientas en la cara.-  A veces pensaba como era que Gerard tenía la fuerza suficiente para cargar a Frank en su espalda sin tambalearse.- ¿Es por ese tal Will?

-No, no lloré y no es por Will.- Abracé un libro de historia mientras hablaba.- Las ojeras son por todas las noches que estoy soportando sin dormir.

-¿Por qué no dormirías?- Cuestionó Frank. Miré al suelo.

-Me veo con Will a escondidas.

-A eso ya lo sabíamos pero, ¿Tantas noches a la semana se ven? ¿Qué no tiene que hacer otra cosa para hacer, como no se, trabajar?- Gerard parecía mi madre en esos momentos.

-Unas cinco noches a la semana...- Mis amigos abrieron los ojos como platos y Frank también abrió la boca, sorprendido.- Y no sé de qué trabaja.

-¿¡Cinco noches a la semana te vas con Will!?- Gritó Brendon a mis espaldas y si, lo escuchó medio colegio. Tape mi rostro abochornado con ambas manos, eso sonó mal en todos los sentidos.

Cuando éramos jóvenes todo sonaba mal.

-Brendon la puta madre, no hace falta que se enteren todos los alumnos de la institución.- Susurre abatido, luego mire a los otros dos.- Y si, ya se qué duermo muy poco pero es mejor así para mi. En serio, lo es.

-No se como vas a hacer en la época de examenes.- Me dijo Frank, tenía razón.

Pero yo odiaba dormir.

Siempre tenía pesadillas, siempre me comían vivo y la cara borrosa buscaba mi muerte.

Todo era mejor con el cielo y con Josh haciéndome compañía.

-Después voy a ver como hago...

-Increíble que ese tipo todavía no te haya metido mano.- Comentó Brendon cuando caminábamos a clases. Lo fulmine con la mirada.

Me quedé pensando toda la mañana en lo que me había dicho Gerard.

¿De qué trabajaba Josh?

• air catcher • [joshler]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora