SOULMATES || Derek Hale

Prólogo.

             Destiny Stilinski, como muchas personas deportistas, disfrutaba correr por el bosque. Era algo que le transmitía tranquilidad, aún más si lo hacía por la noche, con el sonido de algunos animales rodeándola. Era una adolescente rápida y ágil, no solía tener problema alguno para los deportes, pero su preferido era natación.

       Tenía planeado entrar al equipo de la preparatoria Beacon Hills ese año, por lo que tenía que entrenar duro si quería que el entrenador Lahey la aceptara.

       Al verse distraída con sus planes para aquel año escolar, no notó que alguien la seguía de cerca. Unos brillantes ojos amarillos se posaban fijos en ella; la persona, -o criatura-, tenía garras filosas en sus manos y colmillos que podrían desgarrarle la garganta como papel.

       Aquello aceleró el paso y terminó saltando frente a la chica, pero ella no corrió ni emitió sonido alguno, solo permaneció quieta en su lugar, intentando diferenciar aquella figura en la oscuridad.

-¿Qué dem...?-

-¡Des!- Peter Hale le llamó la atención mientras corría hacia ella, que seguía confundida.

        Aquello que tenía frente suyo aprovechó esa distracción y levantó sus garras para atacarla, pero Peter le ganó y tiró de la chica hacia sí.

-¿Vas a decirme que está pasando?- Destiny le preguntó al joven Hale, que corría lejos de la figura.

-Cuando estés a salvo.-

          

         Peter la guió hasta la casa Hale, que en el momento se encontraba vacía.

-¿Ahora me dirás qué demonios era esa cosa?- Insistió.

-No tengo tiempo, habla con Derek luego. Espérame aquí y no salgas hasta que regrese.-

El joven no le dió tiempo de responder y salió de su casa apresurado.

-Okay... - Destiny notó que el brazo de su chaqueta tenía cuatro cortes verticales, producto de las garras de aquello sobrenatural.

       Unos largos minutos más tarde, Peter estaba de vuelta en la casa, pero esta vez, seguido de Derek. Ambos parecían estar discutiendo, pero la chica no los podía escuchar bien, ya que mantenían el tono de voz muy bajo.

-¿Peleando de vuelta? No me sorprende.- Comentó sarcástica, con una sonrisa burlona.

Derek puso los ojos en blanco, pero se tornó serio al ver la chaqueta desgarrada.

-¿Qué pasó?- Le preguntó señalando los agujeros y ella se encogió de hombros.

-Algo quiso atacarme mientras corría, pero a decir verdad, ni yo lo sé.-

          La mano de Derek se cerró alrededor del retazo de tela gris que había guardado en su bolsillo, aquel que tenía enredado entre los dedos unos minutos antes. Sin decir nada más, se apuró a salir de su casa, confundiendo a Destiny, que miró expectante a Peter.

-Adolescentes... Vamos, te llevo a tu casa.-

[...]

-¡Dessy!- Su hermano menor, Stiles, corrió a abrazarla en cuanto ella entraba a su hogar.

-Hola, Peque.- Ella besó su cachete y dejó que él tirara de su brazo hasta la cocina, donde ya estaba su madre preparando la cena.

-Mira lo que he dibujado.- El niño levantó su cuaderno, donde había pintado a Batman con dos personas más, todos hechos como palitos.

-Me encanta, Sti. ¿Puedo tenerlo en mi cuarto?- Stiles asintió feliz y le paso el objeto para que ella sacara la hoja.

Saber que le gustó su dibujo lo hacía muy feliz. Él amaba a su hermana mayor, ella era una de sus personas favoritas en todo el mundo, junto con sus padres y Scott, su mejor amigo.

-Venga, vamos a poner la mesa.

[...]

                  Una vez terminada la cena, Destiny subió a bañarse rápidamente, pero cuando entró a su habitación, con el pijama ya puesto, se llevó un susto al ver a alguien sentado en su cama, pero se tranquilizó cuando notó que se trataba de Derek.

-Tenemos que hablar.- Dijo él, intentando permanecer serio, pero ella lo conocía bien y sabía que algo malo pasaba.

-¿Cómo entraste? No escuché el timbre.-

-Por la ventana, pero no es importante. Necesito que me escuches con atención y dejes que termine de hablar, por favor.-

-Bien... Dime.- Destiny tomó asiento a su lado, pasando una pierna por debajo de la otra para estar más cómoda.

-Es sobre lo que sucedió en el bosque... - Ella asintió, esperando que Derek continúe con su relato.- Eso que viste... Era yo.-

-¿Perdona?- Destiny rió, pero se interrumpió al ver lo serio que estaba su amigo.

-Mira, sé que tal vez no me creas, o me eches de casa... o me golpees. Como sea, soy un hombre lobo.- Destiny volvió a reírse.

-Entonces no podremos ser amigos, Der. Porque yo...soy un vampiro.- Bromeó.

-Estoy hablando en serio, Destiny.-

-Der, es tarde y mañana tenemos clases. Deja la broma para mañana, ¿Si?- El chico rodó los ojos, para después cerrarlos. Sus manos también se cerraron en puños y su respiración se aceleraba.-¿Vas a convertirte en perro o q...-

La voz de Destiny se cortó cuando Derek abrió los ojos, ahora amarillos, como aquellos de la figura en el bosque.

-Mierda.- Ella bajó su mirada a las manos de su mejor amigo, que ahora sangraban ligeramente.- ¿Qué estás haciendo? Déjalo.-

-No puedo controlarlo... Aléjate.- Advirtió entre gruñidos, poniéndose de pie repentinamente.

-No. Der... Respira.- Destiny intentó acercarse lentamente y, cuando él no se alejaba, tomó sus manos, que seguían en puños, para entrelazarlas con las suyas.- Eres mi mejor amigo, no pienso dejarte.- Destiny comenzó a acariciar los nudillos de Derek, intentando calmarlo.

     Para su suerte funcionó. La respiración del chico se calmó poco a poco y sus uñas volvían a la normalidad.

-No sé por qué intenté atacarte, lo siento..- Susurró Derek mientras su amiga inspeccionaba sus palmas, donde deberían estar las marcas de sus propias garras, pero ya habían sanado, lo cual le sacó una risita.

-¿Regeneración?- Preguntó sonriendo y, esta vez, Derek le devolvió el gesto.

-Algo así.-

-Por cierto...- Destiny le propinó un ligero golpe en el hombro, ganando una mirada incrédula por parte del hombre lobo. -No vuelvas a entrar por la ventana, me provocarás un infarto. Además, de casualidad hoy no me he dejado la ropa en la cama.- Derek le sonrió socarrón.

-¿Sabes? No me molestaría tanto verte solo en toalla.- Destiny rodó los ojos y comenzó a empujarlo hacia la ventana.

-En tus sueños, Hale.-

-Ya veremos, Stilinski.- Dicho esto, Derek plantó un beso en la mejilla y salió por la ventana, dejando a la chica con mil preguntas.