Capítulo 1

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Actualidad

Me levanté de un salto de la cama, lanzando un grito angustiado. La única sensación que tenía aparte de confusión, era la tristeza bien enterrada en mi garganta y no pude hacer más que llorar. Los pedazos de mi sueño estaban ardiendo en mi cabeza, como una sinfonía inconclusa que, aunque no sabía como acababa, me había afectado a tal punto en que no podía controlar mi llanto. O mi respiración.

¿Otro ataque de pánico? No, solo olvidé respirar. Otra vez...

La luz se encendió de repente y aunque me sentí ridícula, seguía sin poder controlarme. Entonces, la mirada preocupada y llena de tristeza de Harry me contuvo, así como sus brazos, presionándome contra su cuerpo para recordarme que él estaba aquí y me ayudaría. Que yo lo tenía. Que él me quería y me protegería.

—Tranquila, Jess... ¿Qué ocurre? ¿Fue otra pesadilla?— preguntó y asentí contra su pecho, sin poder decir ni una palabra.— Relájate, estoy aquí... Háblame, dime que fue esta vez. ¿Fue algo malo?

—No... Fue un recuerdo.— logré decir y lentamente logré calmarme, así que me alejé de su pecho para ver a sus ojos.— Cuando papá murió, yo... Había una caja enterrada cerca de un árbol... Papá y yo escondimos cosas dentro y... No recuerdo...— bajé la mirada para secarme las lágrimas y luego regresé mi mirada a las esmeraldas que eran sus brillantes ojos.— Debo recuperar esa caja...

—¿Qué? ¿Ahora?— preguntó y lo observé confundida, fue cuando bajó la mirada a su reloj de muñeca y la mía lo siguió. Eran las 4 a.m. Eso explicaba por qué Harry olía a café, tenía círculos negros alrededor de sus ojos, su camisa mal prendida y esa expresión cansada en sus bellísimos ojos. Aunque también se habría explicado porque fuera de mañana y yo no lo hubiese dejado dormir en toda la noche, pero no era el caso.

—Lo sé, lo sé. Mañana, entonces.— murmuré, dejando escapar un bostezo que contagió a Harry, lo que arrancó una sonrisa de mis labios. — ¿Aún no te metiste en la cama?

—Tengo una pila de trabajo aún, si lo dejo se acumulará trabajo y no podré con todo.— dijo, rascándose el cabello y una punzada de culpa golpeó en mi pecho. Si Harry no hubiese reducido su tiempo en la oficina para llevarme y traerme de la Universidad, ir conmigo a terapia y llevarme a las consultas médicas cuando las necesitaba, él no tendría trabajo acumulado. Era mi culpa que Harry no lograra descansar tanto, me había dado todo su tiempo libre.

—¿Te acuestas un rato conmigo?— pedí, poniendo la "carita de perrito" que, yo sabía, adoraba. Hizo una mueca, dudando y desvió la mirada, fingiendo estar levantando las mantas del suelo.

—Jessica, debo trabajar, ya te dije que...

—¿Y si tengo otra pesadilla?— pregunté, intentando sonar como una niña, ayudando a levantar las almohadas.

—Pues, si la tienes regresarías a tu sitio, inquieta.— se burló, ya que la razón por la que las mantas estaban en el suelo era que daba unas particulares vueltas que me dejaban con los pies en el sitio donde debía estar mi cabeza.— Vuelve a dormir, cielo, necesitas descansar.

—Solo diez minutos. Te pido que te acuestes diez minutos a mi lado para ayudarme a dormir, solo eso.— supliqué y esta vez sí sucumbió a mi carita, con un suspiro.

—Eso se llama extorsión porque, maldición, sabes que no puedo resistirme cuando haces eso.— se quejó, haciéndome reír mientras me apartaba para dejarle espacio.— Solo diez minutos.

—Sí, solo diez.— murmuré, riendo internamente ya que sabía que cuando Harry apoyara su cabeza sobre la almohada solo haría falta la mitad de eso para que se quedara profundamente dormido. Era un hombre con el sueño pesado el que tenía yo.

¡It's not easy! (Crazy Little Things #2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora