No estás solo

2.2K 178 70
                                    

---Kagami T.----

No sé si sonreír embobado por lo bien que me pase el fin de semana con Aomine desde su fiesta, bailar hasta que amaneció, haber follado en cada rincón, besos fugaces...y simplemente estar juntos. O si debería preocuparme por lo que me contó. No hago más que recapitular una y otra y otra vez cada suceso en mi cabeza.

Y lo peor es que no sé con quién estoy más molesto, si con Kise o conmigo mismo por no poder hacer nada. No, no, debo guardar la calma. Jamás he sido una persona rencorosa y definitivamente no quiero empezar ahora. ¡Todos cometemos errores! ¡Pero hirió a Daiki carajo! Basta Taiga, Daiki lo dijo, ya no hay nada que hacer.

Solo quiero que Aomine sea feliz, ¿Qué se supone que haga?

Brinco del susto al ver que me he derramado un poco de mi bebida en el pantalón, por fin dándome cuenta dónde estoy, qué hago y qué hora es. Parpadeo un par de veces mirando a través de las paredes de cristal que ya ha anochecido, mi té ahora está helado y sigo en la sala. Mierda, ahí se fue mi tiempo de nuevo.

No hice de cenar y seguro que Daiki no tarda en regresar del trabajo. Ugh, hace un minuto estaba soleado y ahora todo está en penumbra. Definitivamente no debo de pensar tanto. Así que me levanto y justo en ese momento escucho como tocan la puerta. ¿Daiki? No, él siempre trae llaves.

¿Kuroko? No me dijo que vendría. Oh no, ¿Y si es papá de nuevo? Me asusto y dejo mi taza a la vez que enciendo las luces y me acerco a la puerta con cautela para ver por el mirador, llevándome una enorme sorpresa. ¿Qué hace él aquí? ¿Viene a ver a Daiki?

Antes de darme cuenta ya he abierto la puerta encontrándome con el hombre que parece algo nervioso. —Kise... —Apenas digo su nombre se pone serio.

—Kagami.

Vaya, así que ya no soy Kagamicchi. No que me importe. —Uh...si buscas a Daiki, él aun no regresa del trabajo.

—Lo sé, de hecho vengo a hablar contigo. ¿Puedo pasar?

¿Hablar? ¿De qué? Lo miro sin entender, pero él no desvía la mirada. ¿Querrá disculparse por lo de la otra vez? Daiki me dijo que eso jamás pasaría, ¿Entonces qué quiere?

—¿Kagami?

Salgo de mi nube dándole el paso. Llego hasta la sala dónde me siento y le indico que haga lo mismo, pero niega quedándose de pie como tomando distancia. Suspiro internamente, cuántas veces no he visto esto. Me tiene miedo. —Kise... ¿Quieres algo de beber?

—No. Kagami, iré al punto. —Kise me mira con mucha determinación, tragando saliva antes de hablar. —En primera no me disculparé por lo que pasó ese día. Y en segunda...como amigo de Aominecchi creo que una persona como tú no debería estar con él. Porque de seguir con él sólo arruinarás su vida.

Lo primero me lo esperaba, pero lo segundo me cae como una cubeta de agua helada directo a la cara.

—Kagami estás...mal, una persona como tú solo le traerá problemas innecesarios a Aominecchi. Se nota que te estás aprovechando de lo solo que ha estado para metértele entre los ojos. Y no sé si vayas tras su dinero o lo que sea, pero llegar a embarazarte por ello es...demasiado. Kagami tú no encajas aquí. Y no quiero que arrastres a Aominecchi contigo. Así que seré claro. Pon la cifra que quieras y yo te lo daré, pero a cambio debes dejarlo y no acercarte nunca más a él.

Mamá siempre me enseñó a ser amable y bueno sin importar la situación, pero esta vez me resulta totalmente imposible. Porque en cuanto siento mis ojos cristalizarse y un brutal golpe de furia, enojo y rabia golpearme como veneno electrizándome el cuerpo, sé que realmente voy a matarlo despacio y cruel.

Tigre de Bengala (AoKaga)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora