C A P I T U L O 32

3.3K 253 22
                                    

Capítulo 32:

—¿Por qué? Quiero explicarle todo lo que pasó... —hablaba el pobre Simón al borde del llanto.

—Necesita tiempo, es todo... —le decía Sebastián, con un tanto de lástima.

—¿Tiempo para qué? No quiero que se haga cosas en la cabeza, en verdad no pasó nada... —se dejó caer de rodillas al suelo, estaba devastado, se sentía peor que nada en la vida.

—¿Simón? —escuchó la voz de una chica —¿Estás bien?

—Yo... —comenzó a decir Sebastián —Mejor habla con él, Luna...

Sebastián se fue, dejando solos a los dos amigos de la infancia. Luna, por su parte, estaba preocupada, raras veces había visto así a Simón, y era algo que realmente la desconcertaba. Le hacía sentir mal, el hecho de que el chico aquel, sufriera por lo que fuera, no lo merecía...

—Simón... —se arrodilló a su lado. Comenzó a moverlo suavemente para captar su atención —Simón... ¿Qué te pasa? Dime, por favor...

—Es Ámbar... Ella... ella me vio besándome con Jazmín... —las lágrimas se le derramaban de sus ojos.

—¿¡Qué?! —gritó la chica impactada.

El moreno no dijo nada, se sentía tan débil, tan culpable, después de todo, lo que le estaba pasando a Ámbar, no merecía algo como aquello. Tenía tanta impotencia, que apretaba sus puños y se contenía de gritar, de una forma desgarradora, porque, así era como se estaba sintiendo en estos momentos, que se desgarraba por dentro.

—¿Cómo pasó eso? ¿Tú, no estabas con Ámbar? —la chica, aún no salía de su asombro.

—Fue Jazmín, ella me besó, y justo cuando lo hizo, llegó Ámbar y... —sentía un nudo en su garganta, un estúpido nudo que él mismo había creado, y ahora le provocaba dolor, y no le daba fuerzas para seguir hablando —Oh, Luna... me siento como la peor persona del mundo.

Su pequeña amiga se quedó callada por unos momentos, estaba procesando información, la verdad, es que, ella creía capaz a Jazmín de llegar a la luna con tacones, pero no de traicionar a su mejor amiga, incluso, llegó a pensar que era imposible que ella pensara si no fuera por la intervención de la rubia.

(***)

—No vas a llorar... —se repetía una y otra vez, frente al espejo que estaba en su habitación.

Desde que llegó a su casa, aparte de ignorar las palabras de su madrina, no había hecho otra cosa que no fuera estar sentada frente al espejo, haciéndose a la idea de que aquello que había visto no le dolería más. Pero sabía perfectamente bien que, al corazón es difícil engañarlo, en su mente podía hacerse la fuerte, pero en su corazón, le dolía más que mil violaciones seguidas.

—Eres débil... ¿Por qué cambiaste? Ya no eres la misma de antes —le decía la Ámbar que estaba en el espejo.

—La gente cambia... —le respondía secamente.

—Tú no deberías hacerlo, eres Ámbar Smith... —volvió a hablarle.

—Pero lo hice... soy débil... —agachó su cabeza.

—Eres más débil de lo que creí que eras —afirmaba.

La Ámbar fuerte y prepotente, estaba metida en el hoyo más pequeño de su subconsciente, y no la dejaba salir, sin saber por qué. En este momento, era ella misma, era como se sentía, estaba siendo la pequeña chica con miedos, la que poca gente conocía. En estos momentos estaba siendo la chica que se había enamorado profundamente, de un idiota que luego la traicionó con su mejor amiga. En estos momentos, comprendía el por qué no hay que enamorarse, el amor duele, es el sentimiento más parecido a un sube y bajas, te sube, te baja, y cuando estas distraído, te da de golpes contra el suelo y te lastima de la peor manera imaginable.

—No debiste dejar que me enamorara... —le reclamaba.

—¿Ahora la culpa es mía? —se hizo la ofendida.

—Lo es, no debiste dejarme llegar hasta estos extremos... —la encaró seria y fría.

—Desde que las excusas existen, nadie es culpable... —respondió, y era verdad —Dime, ¿Qué le ves? ¿Lo quieres acaso? —la miraba de una forma burlona.

—No... —una lágrima se le escapó —Lo amo... con todo mi ser...

(***)

—No, Simón... tú no eres así, eres la persona más linda del mundo, la amas, y sé que ella te ama, tanto como la amas tú —se acercó a él, tan cerca que podía sentir sin respiración agitada.

—La amo... con todo mi corazón... ella... —pausó unos segundos, para posar sus ojos marrones, en los azules de la morena, fue en ese momento cuando se dio cuenta, de lo cerca que estaban —, es mi vida...

Tanto ella como él, sintieron los labios del otro, ella abrió los ojos de la impresión, si en verdad estaba impactada por el estado de Simón, ahora, su estado de impacto, era de otra galaxia. Y lo peor de todo es que, le gustó.

Continuará...

Hola a todos, quería hacerles saber algo, Michaentina4now, me dijo que les dijera, que ella tiene un BookCover, dedicado a portadas para fanfics de Soy Luna, si ustedes necesitan unos, se lo pueden pedir si así lo desean.

Que sean felices.

Los amo con mi vida. 

Olvidémonos de ellos |SIMBAR|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora