I

36 1 0
                                    

(JULIO 2014)

Cuando me enteré de tu adicción no lo quería creer, es que... simplemente para mí, no podía ser real. Como ya te lo he dicho a ti, enterarme de eso fue algo que, literalmente, rompió mi corazón. El mismo día que me dijeron aquello, en la noche, me escribiste un mensaje de texto al celular de mi mamá, ya no recuerdo lo que me decías, pero si recuerdo haberte preguntado si era cierto eso de que consumías drogas. No me respondiste de inmediato, tu mensaje llegó como veinte minutos después y lo que me habías escrito como respuesta me hizo llorar, en ese momento quería sollozar todo lo que pudiese pero no podía, no quería que mi madre se diese cuenta de que estaba llorando, es que, como siempre lo digo, no me gusta ponerme a llorar frente a nadie y si lo he hecho ha sido porque me he sentido de lo peor y no he podido soportar las ganas de no hacerlo. Unos minutos después me enviaste otro mensaje pidiéndome que al día siguiente fuera a tu casa, yo te dije que ya no te quería, que me habías decepcionado, que jamás en la vida había esperado eso de ti, pero aun así, accedí a tu petición y al día siguiente fui a verte.

Recuerdo que cada que te veía desplegaba una enorme sonrisa en la cual se podían visualizar mis desperfectos y feos dientes, pero ese día, no fue así, ese día ya no me causó alegría verte. Me pediste que entrara a tu casa (en aquel entonces vivías en el local de en frente) yo pasé y me senté en uno de los muebles. No sé cuántas cosas pudiste decirme o yo pude decirte, pero casi no recuerdo —toma en cuenta que mi amnesia ya existía desde allí— bueno, lo que si recuerdo es que te dije que ya no quería ser tu amiga, que no quería compartir mi amistad con alguien así y... ¿recuerdas lo que tú me dijiste? ¿No? Yo sí, recuerdo claramente lo que me dijiste... "Por nuestra amistad te prometo que no lo volveré a hacer" y yo te creí, no sé en qué estúpido momento de mi vida te fui a creer semejante mentira, el hecho es que te creí y estaba completamente segura que realmente no lo seguirías haciendo.

TÚ, MI GRAN DECEPCIÓNWhere stories live. Discover now