Me acusan de "insolencia"

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Nina

Terminé de colocar una horquilla de plata en mi cabello y repasé mis labios con carmín profundo. Me encontraba nerviosa, sabía que haber “desobedecido” las reglas de los “sabios” traería consecuencias.

Mi garganta se encontraba seca, necesito agua de manera urgente y a Alex también. La puerta de mi habitación se abrió de forma brusca y entraron Hiro y Alex a los cuales abracé.

‑ ¿Tienes sed?

Hiro me entregó un vaso que rebosaba de agua, yo sólo asentí y me tragué el líquido.

‑Gracias chicos‑ coloqué el vaso en el tocador

–Debes de estar tranquila, recuerda que tienes mucho poder a la hora de hablar‑ me recordó Hiro

‑No sé si pueda‑

Claro que puedes. Has logrado mucho desde que fuiste elegida a los trece‑ responde Alex, yo niego con mi cabeza

‑Chicos, hay algo que quiero que sepan; por si acaso‑ me miran confundidos‑ Cuando fueron a luchar con el ejército de Hayato hice una ofrenda a los Olímpicos. Sentí una presencia detrás así que volteé y había una chica vestida de negro; lo único que reconocí fueron sus ojos, eran azul eléctrico‑ se quedaron analizando la información

‑ ¿Sabes su nombre?‑ me pregunta Hiro si apartar la mirada de mí

‑No, sólo logró decir “Tha” y se desvaneció, así de simple

‑ Eso es extraño ¿Tienes idea de qué era?‑ pregunta Alex

‑Era una chica común y corriente; bueno dentro lo que cabe…

‑ ¿Por? – pregunta Hiro aún más confundido

‑Bueno, de acuerdo con nuestros sentidos, Alex y Karin no nos pueden sorprender por el cosquilleo de energía que sentimos cuando se acercan

‑ Hasta los iniciados lo saben‑ interrumpe Alex dejando en claro que estaba molesto

‑El caso es que creí que era Karin, pero me equivoqué. Eso quiere decir que hay alguien que tiene un poder parecido al de ustedes dos‑ Hiro cerró sus ojos de color ámbar analizando todo

‑En el caso de que me condenen a muerte, quiero que investiguen sobre ella ¿Lo prometen?

‑ No te condenarán a muerte Nina; pero si te tranquiliza. Prometo no descansar hasta saber quién es ella‑ dice Alex con una sonrisa

‑Yo te prometo que buscaré a esa misteriosa mujer

‑ Gracias chicos, ahora vamos que tengo que enfrentar mi destino con la frente en alto

Saqué de mi interior la faceta de líder que siempre utilizo en esos tipos de reuniones, aunque nunca había sido la razón de estas.

Suspiré sonoramente mientras nos acercábamos a la sala de reuniones y se vino una imagen a mi cabeza.

Una cueva oscura y un abismo al frente. Una voz me habló desde el fondo.

‑Prepárate hija del mar, porque todo va a cambiar desde este preciso momento y tú serás uno de mis mayores juguetes‑ se rió de forma estruendosa y su risa irradiaba odio e ira.

Abrí los ojos y descubrí que tenía dos pares de ojos sobre mí

‑ ¿Estás bien?‑ los miré confundida

‑ ¿Qué sucedió?‑ en ese mismo instante descubro que Alex me estaba sujetando por la espalda para que no cayera

‑Observaste al frente, soltaste una especie de maldición en un idioma antiguo y te sujetaste la cabeza fuertemente, luego te caíste, Alex te sujetó y aquí estamos

La marca del destino (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora