Razón N°3: Autoestima -Parte1-

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MUCHOS NO HAN PODIDO LEER EL CAPITULO, PORQUE APARECIAN LETRAS Y NUMEROS. SI ESTO SIGUE SUCEDIENDO, VOLVERE A SUBIR EL CAP.

Razón N°3: Autoestima.

Parte 1. Secretos.

La tortura estaba a punto de comenzar.

¿Cómo se me ocurre meter a Ana y Simón en un mismo avión?

Apenas se vieron en el aeropuerto comenzaron a pelear. 

¡Con todos mirándonos!

No quiero saber lo que pasaba por la mente de toda esa gente.

La situación fue algo así:

Ana llegó con dos maletas, y un bolso. Se sentó a mi lado, y esperamos a Simón pacientemente.

Él llego con una maleta y una mochila colgada al hombro, con sus típicos lentes y ese narcisismo de siempre.

Anabeth lo miro, bufó, y él imito el gesto.

-Hola, zorra.-dijo mientras todos nos poníamos de pie para abordar cuanto antes al avión.

-Hola, imbécil.-tomé una de sus maletas, junto con la mía y nos pusimos en marcha.

-Lamento no haber ido a visitarte al trabajo.-respondió Simón.

-Ah, si. No te preocupes, no aceptan idiotas.-

-Ya veo.-

-Si, ¿cuántas putas lloraron anoche después de que hayas pagado por estar con ellas?-las miradas de las señoras mayores que estaban cerca nuestro decayeron en nosotros.

-Ninguna, aunque seguramente deba pagar más de lo que tú cobras. Oh, espera, tú no cobras.-el comentario de Simón captó más miradas, y nervioso por la situación grité:-¡YA PAREN!-

Obviamente, como era de esperarse, ambos me ignoraron.

-Cállate, Luke.-espetó Ana.

-Por primera vez la zorra y yo tenemos la misma opinión.-

-Deja de llamarme zorra, idiota.-

-Lo siento, las zorras deben sufrir cada vez que oyen que las comparan con Anabeth Blake.-

-Lloran de felicidad por ser comparadas con un adonis como yo.-Simón giró y la miró divertido.

-¿Estas diciendo que eres hombre?-ella frunció el ceño, sin entender.

-¿Qué?-

-Oh, Luke, creí que tendrías novias menos idiotas.-suspiré profundamente.

-Ana, 'adonis' es un dios griego.-le expliqué, mientras seguíamos caminando. Yo delante, como si fuera un padre, y ellos dos detrás como si fueran mis hijos malcriados que no dejan de pelear.

-¿Y...?-rodó los ojos.

-Es hombre.-susurré.

-Ah.-

-Encima de puta eres idiota.-y aquí vamos...

-¡Cállate, Belletti!-gritó Ana.

-Callame.-le guiño un ojo.

-¡Cállate, Belletti!-dije dando por finalizada la discusión.

Ahora estábamos en el avión.

Nos esperan 7 horas de viaje.

Probablemente no llegué vivo. O probablemente, sea detenido y enviado a prisión por provocar la muerte de dos personas en pleno vuelo hacía París.

SIN EDITAR: 10 Razones para NO recordarse (#10RPNE2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora