Comentario #2017

10.7K 846 80
                                    

Tengo la enorme necesidad de escribir ésto porque muchas personas me lo mencionan siempre que me envían un mensaje, así que... Respecto al capítulo dónde Simón cuenta su historia, lo que pasó con su madre y demás, yo había hecho un comentario al final, francamente no lo recuerdo con exactitud. Lo que quiero decirles es que escribí eso allá por el 2014, plena adolescencia y sí, la adolescencia es un perra. Hoy, 20 de enero del 2017, me encuentro en mi cama volando de fiebre y dolor de garganta, sufriendo anginas y buscando un poco de compañía entre sus mensajes.
(Lo siento, no llego más al punto).
Vengo a compartir un consejo de vida que quizás muchos crean no ser capaces de llevar a cabo pero que, en el fondo, una pequeña parte de ustedes cree que sí. En la adolescencia sufrirás más que nunca, tal como su nombre nos avisa por adelantado, porque entrarás en una etapa donde querrás ser libre como un pájaro para ciertas cosas y querrás seguir bajo la protección de los adultos que te rodean al mismo tiempo. Es una etapa donde te sentirás confundido, solo, amargado, feliz y miles de cosas más, AL MISMO TIEMPO.
Como dije previamente, en aquel 2014 estaba entrando en esa nube donde todo parece insuperable, doloroso, injusto y sumamente emocional. El diciembre del 2014 fue uno de los peores momentos que viví, noches despierta sin poder dormir, malhumor constante, lágrimas que se escapaban sin razón y una debilidad desconocida. Creí que mejoraría en el 2015 pero no lo hizo, aquél febrero se sumó a mis peores momentos.
Hoy día si me preguntan si quisiera cambiar todo ese dolor por algo bueno diría que no, porque todo pasa por algo y, a veces, lo entendemos mucho tiempo después. En los comienzos del 2016 me enojé conmigo misma, con mi debilidad por cosas que no valían la pena y tuve una meta. Me prometí a mí misma dejar de preocuparme, sufrir y pasarla mal por cuestiones sin nada, absolutamente nada, de importancia.
He tenido mis caídas desde esa promesa, me he sentido desesperanza, triste, sola y usada, pero me puse de pie siendo fiel a aquello que me motivo a quererme más, cuidarme más.
Tenés que entender que estar triste no es malo, no saber cuándo detener esa tristeza sí. Aprender a llorar o descargarte de cualquier forma que sea apropiada, pero no dejar que te hunda hasta no poder escapar de un vacío interminable. También, y no menos importante, vivir por vos mismo. Con quién pasamos más tiempo somos nosotros, nuestra mente y corazón, y si no aprendes a quererte y respetarte, ¿quién más lo hará? Ningún príncipe te rescatará ni ninguna princesa te motivará a subir a lo alto con ella, tú lo harás. Pero si crees que para cumplir esa meta necesitas ayuda, pídela, motívate entre tus amigos, habla con tu familia (sea cual sea para ti) y busca todas las formas posibles para lograrlo sin importar el tiempo que tome, porque el alivio que sentirás al final es algo que no puedo explicarte con palabras.
Me despido, Camila.
PD; Me encuentro editando uno a uno (Y A MANO) los capítulos de #10rpne, ésta vez en serio.
PD2; Pido disculpas por los HORRORES ortográficos y de narración que han tenido que leer y prometo que lo que está escrito en mis papeles compensa todo eso.
PD3; No contesto sus mensajes porque, honestamente, son tantos que creo que moriré de fiebre antes de poder contestarlos a todos.

🎉 Has terminado de leer SIN EDITAR: 10 Razones para NO recordarse (#10RPNE2) 🎉
SIN EDITAR: 10 Razones para NO recordarse (#10RPNE2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora