01. Un mundo diferente.

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Jane Levy como Sara Campos

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Jane Levy como Sara Campos

01. Un mundo diferente

NARRA SARA

Martes, 12 de septiembre de 2017

A veces me gustaría que el mundo fuese diferente, o más bien que lo fuesen las personas que habitan en él. Me gustaría ver que cuando camino por la calle, la gente no se para a mirarme y comentar lo ancha que soy o se pregunten como es posible una chica como yo, pueda llegar a ser amiga de alguien como Laura: alta, rubia, delgada y carismática.

Laura es el prototipo de chica que sale en las películas y en los libros y que todos la aman por lo perfecta que es. Nadie dice nada de ella, pues por ser como es, parece no tener ningún defecto a simple vista.

Luego, estoy yo, pelirroja, baja, rechoncha y conocida por ser la mejor amiga de Laura. Yo soy el tipo de chica que nadie toma en cuenta y si alguien lo llega a hacer es para burlarse de mi. Triste, ¿verdad? Pero así es mi realidad y así es mi día a día.

Con la poca fuerza que me queda, me levanto de la cama y comienzo a buscar algo en mi armario adecuado para la ocasión.

Hoy, es el cumpleaños de la madre de Laura, por lo que mi madre quiere que vayamos en familia a realizar una de esas comidas familiares tan aburridas, en donde siempre termino yendo con Laura por ahí mientras nuestros padres conversan.

Miro distintas camisas, vestidos, pantalones pero todos o son muy feos o ya no me sirven. Al final, termino por rendirme y coger el primer pantalón vaquero y la primera camisa roja que veo.

Cuando me desvisto para ponerme la ropa, me paro un momento frente al espejo que tengo en mi habitación y observo como parece ser que he vuelto a engordar. No entiendo cómo es posible, si incluso estoy llevando a cabo una nueva dieta. Mi médico ante eso siempre me suele dar la explicación de que así es mi metabolismo pero me resisto a creer que no pueda hacer algo para cambiarlo.

—Cariño, ¿puedo entrar? —me pregunta mi madre con su voz calmada y apacible. En el caso de mi madre, su voz refleja su carácter. Ella siempre es tranquila y se toma todo con pausa.

—Claro.

Ni dos segundos espera mi madre para abrir la puerta y colocarse detrás mía, haciendo que ambas nos reflejemos en el espejo.

—Te queda bien esa camisa, deberías de usarla más a menudo —comenta con una sonrisa amigable.

Ella siempre me suelta halagos con el fin de hacerme sentir mejor, lo que no sabe es que no me sirven para nada puesto que como es mi madre, siempre me va a ver con buenos ojos y sé que es incapaz de ver lo horrible que es su hija.

Las diferencias entre Sara y LauraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora