Capítulo XXIII.

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Unos días más tarde, los chicos finalmente sacaron a Luke de jugar videojuegos en su casa como un ermitaño para ir a comprar el videojuego más genial que acababa de salir

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Unos días más tarde, los chicos finalmente sacaron a Luke de jugar videojuegos en su casa como un ermitaño para ir a comprar el videojuego más genial que acababa de salir. Al parecer, los seres humanos en realidad estaban dispuestos a hacer una cola de más de cinco horas para obtener las copias más exclusivas de algo y ni siquiera una tarde fría ni el cansancio de estar parado en el mismo lugar durante tanto tiempo detendría tal cosa.

—No puedo creer que después de todo lo que esperamos, finalmente tenga otro juego de Thelda en mis manos —dijo Silvia con una voz de ensueño e incluso abrazó su compra como si fuera un peluche gigante—. ¿Pueden creerlo? ¡Incluso la bolsa de la tienda huele a pura felicidad!

—Sí, es impresionante, pero no huelas la bolsa. Es raro —le respondió el amigo de Luke que tiene la cara de reno con una cara extraña.

—¡Te juro que siempre quieres quitarme mi felicidad, Levi!

No se dieron cuenta del muchacho que caminaba más despacio detrás de ellos, profundamente perdido en sus pensamientos, pero Call notó que su amigo no parecía estar con ellos en ese momento, así que bajó el ritmo de sus pasos también y lo miró una vez que estaba a su lado.

—Amigo —Call comenzó a hablar—, estás matando la alegría de la Navidad.

—¿De veras? Entonces la Navidad debe ser una fiesta muy débil...

Su mejor amigo dejó de caminar un poco por la amarga respuesta que recibió, pero no tuvo que correr para alcanzarlo porque el chico de los caramelos estaba caminando como un zombi sin rumbo. Su mal humor era bastante irónico porque todo a su alrededor era muy navideño, sobre todo cuando cada paso que daba estaba acompañado por el fondo de las luces musicales de Navidad que sonaban con la melodía de los villancicos e iluminaban su cara sombría con hermosos colores.

—Oigan, chicos, me acordé de que tengo que hacer... cosas civiles porque mañana es el cumpleaños de mi abuela y ayer le dije a Luke que me acompañara. Nos vemos luego, ¿de acuerdo? —Cogió la capucha del abrigo del muchacho y lo condujo hacia otra dirección, dejando a sus amigos sorprendidos. El mismo Luke estaba asombrado.

—¿Qué fue eso? Acabas de mentir delante de sus rostros.

—Oh, me gustaría haberles mentido —dijo el muchacho con una risa ligera—. Realmente necesito comprarle un regalo a mi abuela porque seguí retrasando el momento de hacerlo y ahora me doy cuenta de que es mañana.

Luke parpadeó tres veces en silencio y luego suspiró.

—Gracias a las estrellas que no eres mi nieto. Eres el peor.

—Pero no soy tan malo como mejor amigo, ¿verdad? —Callaghan dio un codazo al chico y le guiñó un ojo—. Excepto por esa vez que pensé que tu cumpleaños era un mes antes y como les dije a todos en la clase, te preparamos una fiesta sorpresa en un parque acuático y luego no encontrabas el coraje para decirles que en realidad no era tu cumpleaños porque hubiese sido incómodo... pero eso está en el pasado y es una historia divertida ahora. Me ayudarás a conseguirle algo rápido a mi abuela y luego te invitaré la cena para que me digas tus penas amorosas.

Halcyon.Where stories live. Discover now