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Al llegar a casa, Charlotte se encontraba regando una que otra planta.

—He llegado.— avisé sin ánimos.

—¿Te fue bien, te pusiste al corriente?. —preguntó.

—Si, hoy fue un día bastante raro..—solte un pequeño suspiro.— quiero dormir.— dije para entrar.

—Leiny, los días que estuviste en reposo Leondre vino, me dijo sobre una fiesta, hoy ¿irás?.— comentó minutos antes de que entrará.

—Lo sé, te escuche hablar con él, pero no iré. —respondí.

Sin esperar respuesta de ella me adentre a la casa y subí a mi habitación.

Cerré la puerta de ésta y deje mi mochila a un costado, desvíe mi mirada a mi laptop la puse encima de la cama y la pique el botón de encendido, tardaría un rato en prender por lo que busque una muda de ropa para cambiarme.

Al acabar regrese a mi laptop, me puse en linea y busque en el chat a Allison, pero ella no estaba conectada, tome mi celular y le envíe un mensaje.

“¿Todo esta bien contigo? Hace días no hablamos, realmente te extraño, extraño a mi mejor amiga”

Después de aquel mensaje apague de nuevo la laptop y deje el celular en la mesita. Me recoste en la cama, y con tanto pensamiento quede profundamente dormida.

Desperté al escuchar gritos en la casa, eran de Charlotte y mi padre, estaban peleando. Realmente no quería estar en esta situación, recordé la fiesta, recuerdo a Leondre decirle a Charlotte que era a las 7:00, chequé la hora y aún tenía media hora.

Me metí al baño de inmediato, me tome un tiempo, al salir me peine y maquille, me mire al espejo, luego de ver mi reflejo camine en círculos en mi habitación, estaba insegura, no sabia si ir o no.

Para no alarmar a mi padre deje una nota en mi colchón, baje con discreción, ellos peleaban en su habitación o en el despacho de papá, por lo que no se percataron cuando salí.

En medio del camino oscuro aún seguía preguntándome el si quería ir.
Eche un vistazo al instituto desde fuera, había pocas personas fuera de él, pero se notaba que adentro había una gran fiesta.

A pasos tímidos me dirigí al instituto, suspire y entré, en los pasillos había un poco de gente, seguí la música hasta quedar frente a la cancha de basquetball.

Ahí se encontraba la mayoría, primero busque a Leondre con la vista, pero no lo encontré así que entre.
Esa fiesta solo me hizo sentir mas sola, pues me di cuenta que no tenia a nadie.
Alguien tapo mis ojos de pronto, toque su mano suavemente y la aparte de éstos, gire sobre mis talones y me encontré con Leondre.

—Pensé que no vendrías.— dijo con una sonrisa.

—¿No estabas con Camila?.— pregunté.

—Si, bueno, escape de ella.— bromeo. —Vamos.— dijo tomandome de la muñeca.

Lo seguí sin decir nada hasta llegar al patio trasero del instituto.

—Parece que en verdad quieres huir de Cam...

—Ella es agradable pero a veces asfixia sabes?.— interrumpió dedicándome una sonrisa.

—Creo que tienes suerte de tenerla.— dije mirando al cielo.

—Pensé que la odiabas.— comentó.

—No es así, yo no soy muy sociable y aveces puedo ser irritante y odiosa, pero en el fondo, quiero a alguien que este siempre conmigo. — decía con una sonrisa, y lágrimas cayendo, en cuanto sentí el contacto de estas en mi piel, las limpie de inmediato.— deberíamos volver.— intente entrar pero leo me tomo del brazo.

Me miro a los ojos, lo miraba confundida y nerviosa puesto que se acercaba cada vez más.

—¿Leondre a qué estas jugando?.—susurraba mientras negaba con la cabeza.

—Realmente no estoy jugando, no puedo dejar de pensar en ese beso, en la práctica, desde entonces quiero protegerte.— decía mientras acariciaba mis labios con la yema de sus dedos.

Agache la mirada, realmente estaba sorprendida y tenia miedo de que él también me dejara.

Leondre alzo mi mirada, y pude ver una sonrisa de su parte, lo abrace fuerte, y el recibió mi abrazo, cerré los ojos en medio del abrazo.

—Deberiamos entrar. — susurré.

El se separo de mi lentamente y me tomo de la mano, dirigiéndonos a la entrada.

Divisamos a Camila al mismo tiempo que ella nos vio, ella bajo su mirada a nuestras manos entrelazadas, Leondre me soltó la mano pasando su brazo alrededor de mis hombros.

—Llegaste.— sonrió levemente. Yo asentí. — Leondre me gustaría hablar contigo a solas.— decía con un tono incómodo.

—Anda dime.— respondió Leondre.

—Deberia irme ya.— comenté.

—No, anda Camila, no importa que Leiny escuché. — sonrió ampliamente.

—Tienes razón, es amiga.— sonrió .
—la verdad es que Leondre me gustas.—comentó.

Leondre y yo nos miramos un par de segundos.

—¿Puedes dejarnos un momento?.—pregunto con una sonrisa y yo asentí.

Me retire de ahí, fui por un poco de jugo o lo que sirvieran.

—¿Porqué una perdedora como tú esta en nuestra fiesta?.— escuché la irritante voz de Jeny.

—Hablas como si fueras una ganadora.— reí

—Claro esta que si.— sonrió de lado.

—Jeny, ¿realmente esto te hace sentir bien?, pensé que eras otra clase de persona.— dije intentando sacar todo lo que había callado.

—Lo mismo pensé de ti, y sabes muy bien que todo acabo por tu culpa.— dijo algo intranquila.

—Por qué no te quieres dar cuenta qué el no es bueno para ti, yo solo quiero ayudarte... Apesar de todo, te quiero.— susurré.

—No te hagas la inocente, sé muy bien todo lo ocurrido, te aprovechaste de mi amistad, ojala nunca te hubiera conocido.— dijo tomando con rabia su bebida, y me la vertió encima.

Me daba tristeza verla así, esta tan obsesionada con su novio que no ve la realidad, es difícil perder una amistad por una tontería así, algunas personas vieron el acto, por lo que me fui de ahí, todo vino tan de pronto, que de un momento a otro me encontraba llorando en la calle.

Punto y coma;Donde viven las historias. Descúbrelo ahora