Punto y coma;

23;

—Mierda Leiny esperame. — sus gritos de Leondre no ayudaban.

Pare en seco, aunque eso no hubiera ocurrido si supiera llegar a donde se supone que estaríamos.

—¿qué te ocurre?. — preguntó Leondre posando sus manos en mi hombro.

—Nunca debimos venir aquí, eso ocurre, ahora volvamos.— le respondí.

—Vaya, si que necesitas ir al psicológico. — soltó mientras me rebasaba.

Sin decir nada camine tras él, estaba mal por Charlie, es idiota enamorarse así de rápido y más en mi, pero él lo logró era diferente, creía que era él indicado.

—Leiny, llegamos ¿feliz?.— Leondre hizo que volviera en sí.

—Necesito entrar.— comenté.

—Claro que no, ya casi acaba nuestra sesión, nos ocasionarás problemas.
—dijo mientras me tomaba del brazo.

—¿Porque? Para mi no somos amigos, nunca le he hablado de ti, porque no eres más que mi vecino.— decía llena de rabia.

Leondre miro sobre mis hombros y de inmediato me tomo de éstos y me llevó detrás de los arbustos, estaba a punto de hablar pero Leondre me tapó la boca susurrándome un "shh" y señalándome a mi psicóloga salir del edificio.

Cuando no la divisé más mire a Leondre y le quite su mano de mi boca.

—Lo siento. —se mostró apenado.

Me le quedé mirando pensando en que le había pasado para necesitar venir a éste infierno la curiosidad me mataba.

—¿Qué tanto miras?.— me preguntó sonriendo de lado.

De inmediato baje la cabeza apenada, respire hondo y alce mi mirada, chocando con la de Leondre. —¿Porque vienés aquí, cuál es tu problema?.—pregunté sin rodeos.

Leondre desvío su mirada, pude notar que se tenso. —No creí que te importe la vida de tu vecino Leiny.
—respondió. Fruncí el ceño enojada.
—No digas nada, vamos vendrán por nosotros en cualquier momento.— dijo antes de poder decirle unas cuántas cosas.

Seguí a Leondre y en menos de lo que esperaba llegaron Victoria y Charlotte.

—¿Llegamos tarde? ¿Porqué están fuera?.— pregunto preocupada Charlotte.

—Estamos bien, la psicóloga salio a almorzar con su pretendiente.— mentí mirando a Leondre.

—Mamá ¿nos vamos? Tengo hambre. —comento Leondre dirigiéndose a su camioneta.

—¿Cómo es posible que les deje afuera solo por ir con un "pretendiente"?.—Decia enojada Charlotte.

—Pff, de verdad es mejor así, le hacía falta.— le respondí a Charlotte.

—Leiny, callate.— me regaño Charlotte.

Rodé los ojos y me acomodé en el asiento de atrás, Leondre hizo lo mismo y puso sus pies encima de mis piernas. Lo miré desconcertada.

—Bajalas.— le susurré.

El tomó su celular y luego de unos segundos giro la pantalla y me golpeó levemente la pierna para que volteará.

“Es mi camioneta, tendrás que aguantarme”

Decía en la pantalla, miré a Leondre el cuál tenía una sonrisa victoriosa.

Forcé una sonrisa y miré a la ventana, él soltó una risita.

(...)

Al llegar a casa, subí a mi habitación y tome mi cuaderno.
Recuerdos de hace unas horas llegaron a mí, ¿cómo fue que paso esto?
Me miré en el espejo y recordé el cuerpo de aquella chica, era hermoso.