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Un sonido repetitivo hizo que abriera los ojos, seguía con sueño los ojos me pesaban, volví a escuchar el timbre, y me alarme.
Tome mi celular que se encontraba en la mesita de la sala, y chequé la hora.
Eran las 2:30 de la tarde.
Me dirigí rápidamente hacia la puerta, la abrí y pude ver a una señora de pelo corto negro, algo alta.

-Hola, tú debes ser Leiny. —dijo con una sonrisa en el rostro.

-Sí.. Victoria? Usted es Victoria?.—pregunte.

Ella asintió.

La deje pasar, pero no venía sola, sí venía con alguien que yo conocía, Leondre.

Mi día no podía ser más raro, al verlo pasar lo mire sobre mis hombros, me maldecía una y otra vez, sinceramente el miedo y la rabia me recorría, ¿acaso Charlotte no podía haberse encontrado a otra persona para acompañarme?.

-¿Quieren algo de tomar?. —pregunte desde la cocina.

—Agua. —dijeron ambos.

Yo asentí , y comencé a vertir el agua en los vasos, y se los llevé.

—Iré a cambiarme.—Comenté.

Victoria asintió.

Me dirigí a las escaleras antes de subirlas dirigí mi mirada hacia Leondre, el ni siquiera me miraba, estaba demasiado pensativo.

Subí a mi habitación y me cambie con lo primero que vi.

(...)

Mientras bajaba las escaleras pude escuchar como Leondre y Victoria hablaban.

—Te servirá, veré sí puedo hablar con su psicóloga. —decía Victoria con una voz quebradiza.

—Mamá no le agrado, ¿Podemos buscar otro lugar, otro psicólogo?— respondió Leondre.

Opte por bajar, ya que se nos haría tarde, di unas cuantas pisadas dando aviso de que bajaba.

—Nos vamos? — dije desde el último escalón.

Victoria asintió y tomó su bolsa.
Cerré la puerta de casa con llave.
Subí a su coche, y nos fuimos al psicólogo.

(...)

—Leiny.. —escuché la voz de Leondre.

Me moví haciendo un sonido, aún tenía sueño.

—Leiny.. —repitió de nuevo, dándome golpesitos en el cachete.

Desperté ante esto, y me avergoncé al ver que tenía abrazado a Leondre.

—Lo siento.—dije saliendo del coche de inmediato.

Los dirigí hacia donde se suponía que sería la sesión.

(...)

Al terminar, me dirigí a la sala de espera y enseguida encontré a Victoria y Leondre.

—Victoria— me acerqué a ella, al escuchar su nombre me miro y se levantó. —Necesita hablar contigo la psicóloga— mencioné.

—Bien, ahora vuelvo— le dijo a Leondre.

Victoria se dirigió con la psicóloga, mientras me senté alado de Leondre, justo donde estaba Victoria.

Mi teléfono comenzó a vibrar, miré la pantalla, era Allison.
Sonreí y atendí a la llamada.

—Allison!

—Leiny, siento no contestarte los mensajes, ¿Cómo estás?.

—Fatal, he vuelto a..

—Saldrás de esta, planeo ir de vacaciones ahí.

—Vente ya, te necesito.

—Sabes que no puedo.

La llamada se cortó, intenté volver a llamarle pero no contestaba.
Mire a Leondre, pude notar que me miraba.
Tenía los audífonos puestos, le quite uno, el me miró desconcertado.

—Leo...

—No diré nada.— dijo sin dejarme terminar.

—Bien.— dije regresandole el auricular en la oreja.

Luego de esperar unos minutos Victoria apareció en la sala de espera.

—¡Al fin!— escuché decir a Leondre fastidiado.

—Muy bien, Leiny vamos.—comentó Victoria con una sonrisa.

Entramos al coche, en todo el camino, estuve incómoda y preocupada, ¿qué pasaría si Leondre dice algo de esto?, ya mi vida es un asco en el instituto, pero ahora me tacharían como una loca.
Y sí tengo en cuenta de que, con que vayas al psicólogo no quiere decir que estás loco, pero, ¿cómo explicarles a los ignorantes de mi clase?.

Punto y coma;Donde viven las historias. Descúbrelo ahora