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Mis ojos no apartaban la vista de ese antiguo reloj que se encontraba colgado en la pared de la sala de detención, sala en la que a menudo suelo estar porque soy Sam Pucket "la chica problema".

Si, al parecer soy un problema para muchas personas incluso para mi madre.

En fin, esta vez me mandaron a la sala de detención por escuchar música mientras el profesor dictaba la clase, se enojó bastante, al parecer ya llevaba tiempo preguntándome algo acerca de la clase pero al no responder se acercó y se dio cuenta de que llevaba audífonos por lo que de inmediato me mandó aquí.

Los minutos se hacían cada vez más largos y en lo único que podía pensar en ese momento era en el apetitoso jamón que Carly me arrebató de las manos esta mañana. Carly es mi mejor amiga, a decir verdad somos muy diferentes; ella la chica perfecta que saca buenas calificaciones y yo, pues ya les comente como suelen llamarme. Somos diferentes pero nos llevamos bien, Carly suele enfadarse cuando atacó su refrigerador pero ¿Quién se resiste al jamón? Obviamente yo no.

Mire el reloj y eran las 17:15, hora exacta en que el director se quedaba dormido, era un hombre un tanto viejo y siempre solía dormirse mientras nos vigilaba. He estado poniendo más atención los días anteriores para poder planear mi escape una vez que estuviese aquí y al parecer es el día indicado para ir directo a casa de Carly y devorarme ese apetitoso jamón.

Me levanté de mi asiento y tomé mis pertenencias, con paso sigiloso me dirigí hacia la puerta que indicaba la salida. Al cerrar pude escuchar un fuerte ronquido a mi espalda y no pude aguantar sonreír al estar fuera de esa maldita sala de detención.

Sin embargo, cuando me dirigía hacia el pasillo pude escuchar como alguien se reía en la sala lo que probablemente causó que el profesor se despertara y se percatara de mi ausencia, ya que grito mi nombre tan fuerte que estoy segura que lo escucho toda la escuela.

Me dirigí al baño lo más rápido posible y cerré la puerta a mis espaldas – eso estuvo cerca Pucket – suspire mientras caminaba hacia el espejo, sin embargo algo me detuvo. El nerd de mi clase se encontraba de pie mirándose al espejo mientras ordenaba su cabello – lo que me faltaba – pensé mientras me acercaba sigilosamente a él, pero al parecer el aun no se percataba de mi presencia, sin embargo aún podía escuchar los gritos del director mientras se acercaba a donde me encontraba, definitivamente debía actuar muy rápido si es que no quería meterme en problemas.

Corrí hacia él y le cubrí la boca con mi mano derecha, mientras él intentaba zafarse de mi agarre yo lo empujaba hacia el inodoro. Cerré la puerta con pestillo para luego sentarme en el tanque del retrete sin apartar mis manos de su boca.

Segundos después pude sentir como el director entraba al baño y pronunciaba mi nombre, a decir verdad no me extrañaba que me buscara en el baño de hombres ya que él sabía que yo era capaz de todo.

Me acerque al oído del ñoño y le susurre – Ni se te ocurra gritar idiota, si llega a golpear esta puerta solo di que estas ocupado , o sino -puse mi pie en su entrepierna- alguien saldrá lastimado.- Me aleje de el y pude ver su cara de horror.

-¡Sam! ¡sal de tu estúpido escondite! – el director golpeaba exasperado cada una de las puertas de los baños hasta que llegó a la que nos encontrábamos con el ñoño, de inmediato le di un codazo en el estómago advirtiéndole por segunda vez.

-Te descubrí Pucket , sal de ahí – el director empezó a forcejear la puerta en la que nos encontrábamos mientras reía victorioso.

-Director, ¿que quiere? Estoy ocupado – dijo el ñoño irritado y a la vez asustado.

-Oh Benson, lo siento, ¿no hay alguna rubia por ahí? - se quedó en silencio un segundo analizando lo que había dicho – no insinuó nada, lo siento, es que Sam Pucket se escapó de la sala de detención y no logró encontrarla – suspiró frustrado el director mientras se alejaba un poco del baño en el que nos encontrábamos.

Volví a golpear a Freddie en el estómago con el fin de que dijera algo – dudo que la encuentre en el baño de hombres, tal vez deba intentar en el de mujeres – su tono de voz era calmado aunque sabía que por dentro moría de miedo de que lo descubrieran, típico de los ñoños de la clase.

El profesor ignoró lo dicho y se fue enfadado dando un portazo al salir, saque el pestillo y empuje al ñoño fuera de está haciendo que se cayera al suelo .

-¡Hey! – protestó mientras intentaba ponerse de pie.

-Lo siento – me acerque a él y le tendí la mano con tal de ayudarlo, la tomó y se puso de pie. Lo mire con cara pensativa y maliciosa.

-¿Que me miras?- frunció el ceño a la vez que se sonrojó.

-Cállate y dame tu ropa – le ordené mientras su reacción fue de sorpresa.

-Es que... no .. no creo que... que sea adecuado – balbuceaba mientras su rostro se ponía de un rojo intenso.

-Vamos dame tu poleron y tus pantalones – me reí para mis adentro mientras lo miraba con cara de pocos amigos.

Al ver mi cara y mi forma de actuar rápidamente comenzó a desvestirse, mientras lo hacia yo le di la espalda , de cierta forma me avergonzaba verlo mientras se despojada de unas cuantas prendas.

-Listo, tómala – su tono de voz sonaba avergonzado, di media vuelta y mis mejillas se sonrojaron. Tomé rápidamente la ropa dándome vuelta impidiéndome volver a verlo. Me encerré en el baño más cercano, me saqué mis vaqueros y me puse los suyos, tuve que hacer unos dobles pero su poleron me quedaba bien. Guarde mi ropa en mi mochila y salí del baño, me mire en el espejo mientras me ponía el gorro del poleron.

Mire al ñoño, y no pude evitar sentirme un poco culpable al verlo mientras se cubría con ambas manos, sin embargo ese sentimiento fue reemplazado por lo gracioso que se veía. Me dirigí hacia la puerta pero antes de salir lo observe conteniendo la risa.

- Gracias por la ropa – me miraba un tanto desconcertado mientras seguía cubriéndose con ambas manos, reí para mi y salí del baño.

Camine por los pasillos y mientras caminaba hacia la salida pude ver al director aún un poco enojado, sin embargo no me reconoció.

Sonreí al recordar al ñoño, era un poco obvio que se encontraba en aprietos, me lo imaginé corriendo por los pasillos para irse a casa mientras todos se burlaban de su ropa interior de Barney , realmente era un ñoño.

Only One [seddie]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora