Capítulo 2 ¿Dónde quedaron las mariposas?

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"¡Pecas!", debería ser una broma, casi reprimí el instinto de llevarme las manos a la cara, odiaba nick batrman , lo odiaba, así que hice lo que cualquier persona madura haría, imaginé que le caía un yunque encima.
Después de ver como quedaba totalmente aplastado en mi imaginación, tuve la fuerza para sonreír amablemente, hice el ademán de ver su nombre como si no me acordara de el.
-Hola nick -, saludé mientras el reía
-Lo siento es que como no llevas tu placa pensé que preferías pecas-, bromeó mientras yo asentía
-No había recordado ese nombre desde hace mucho-, mentí pero el entrecerró los ojos.
-¿No?-, preguntó divertido acercándose un paso, yo levanté la mirada y lo encaré, mala idea pues otra vez mis piernas flaquearon, tal vez necesitaba vitaminas.
-No-, contesté mientras el tomaba su corbata
-Pensé que esto era venganza-, miré la mancha y sonreí sin poder evitarlo, yo hubiera querido echarle encima un bote de basura, negué sonriendo.
-Seria demasiado inmaduro, ¿no crees?, además todo eso de la preparatoria quedo en el pasado-, contesté mientras el sonreía de lado, se inclinó hasta que pude sentir su aliento, pero mi cuerpo no se movía, parecía querer acortar mas la distancia.
-Si, ahora te ves tan, tan, madura-, murmuró él mientras yo arqueaba una ceja.
-¿Eso es un halago?-, pregunté retándolo
-No lo se tara, ¿lo es?-, era extraño oírlo pronunciar mi nombre, ¡mi nombre!, casi le digo que lo repitiera solo para saber que lo había dicho, traté de tranquilizarme mientras solo podía ver su cara y aun cuando había recorrido mi cuerpo con la mirada ahora estaba centrado en mi ojos, esperando un repuesta.
-nick , hermano, por fin te encuentro-, detrás de nick había otro hombre unos centímetros mas alto, moreno, con una deslumbrante sonrisa, llevaba un traje sin corbata,tayor
Miré a nickun segundo antes de que se volviera hacia taylor , cerró los ojos y negó antes de darme la espalda.
-Marie esta como loca, al parecer el grupo contratado tuvo un accidente o algo así-, murmuró taylor antes de que sus ojos me miraran, bueno para la satisfacción de Zoe podría contarle como casi se le desprendía la quijada.

-Pensé que vendrías solo nick -, me reí al pensarme como pareja de..., si claro.
-Vine solo, aquí la señorita y yo solo estamos arreglando el asunto del pago de mi traje-, anunció nick mirándome, yo entrecerré los ojos y taylor soltó una carcajada.
-Ya me caes bien-, sonrió mirándome mientras yo levantaba las cejas.
-Bien creo que yo debería ir a revisar mi saldo en el banco, mira que tener que pagar un traje tan fino y caro-, anuncié tratando de salir de entre los dos hombres,nick sonrió pero para mi sorpresa no impidió nada, taylor dio un paso y levantó la mano.
-Al menos dinos tu nombre, ya sabes, para poder cobrarte-, miré de reojo como nick rodeaba los ojos y de poder hacerlo yo también lo haría pero en cambio le extendí mi mano a taylor y lo miré coquetamente, para esto había venido, no para que me dijeran que era bonita, no, había venido para que entendieran que cada persona tiene un potencial y yo estaba a punto de mostrar quien era tara linn
-Soy tara, taylor ... ¿no me recuerdas?-, moví la cabeza y me deshice de su mano mientras me alejaba de ellos.
Caminé hasta llegar a las puertas del tocador de damas y respiré, sintiendo los nervios que parecían haberse escondido hasta que los pudiera sacar a solas, había sobrevivido a ese peculiar encuentro, por mi me daba por bien servida.
-No Jazz, no me puede calmar, esto esta saliendo mal, y tu no llegas, si ya se que estas atorado pero siempre estas en el estudio, no, ahora mismo no te quiero hasta que estés aquí-, miré a una hermosa mujer, con el cabello rizado corto, se dio la vuelta y me sonrió como disculpándose un segundo antes de que para ambas la verdad cayera en cuenta,marie baterman , tan pequeña y tan simpática.
-tara linn, pensé que no vendrías-, sonrió y aun titubeante se acercó y me besó la mejilla.
-Hola Marie -, contesté con una media sonrisa, se separó y sonrió mirando su celular.
-Lo siento es que al parecer no habrá música mas que la del sonido, tenia contratado un grupo musical pero todo se fue a la basura-, anunció haciendo un mohín
-¿Tu organizaste la reunión?-, pregunté mientras ella sonreía
-Si, Anali y yo tuvimos la idea, pero ella apenas viene y ya no hay como arreglarlo-, sonreí comprendiendo, me daba algo de alegría que ellas siguieran siendo amigas, en realidad no tenia ningún recuerdo agrio de ninguna de las dos. Algo al recordarlas me recordó a Zoe, al pasar por la calle y topártelas eran imponentes, tan elegantes y tan hermosas, pero con un corazón de acero por fuera y algodón por dentro y tan amables a la vez...
¡ Zoe !, casi brinqué mientras Marie me veía
- Zoe -, volví a decir ahora en voz alta
-Creo que puedo ayudarte, claro si no te preocupa el costo extra por lo apresurado del tiempo-, le dije a la hermana de nick mientras se le iluminaba la cara.
-Estaría en deuda contigo siempre-, anunció eufórica, yo reí y saqué mi celular.
-Hola Zoe -, saludé cuando mi amiga contestó
-¿Como estas?-, preguntó impaciente
-Bien, de hecho mucho mejor, tenias razón pero te contaré mañana, mira necesito saber si me puedes ayudar, el grupo musical contratado tuvo un contratiempo, podrías conseguir algo, no importa el costo-, miré a Marie y ella asintió.
-Claro, espera, te regreso la llamada en unos minutos-, me despedí y colgué mientras la hermana de nick me miraba.
-Gracias, se que me debes de odiar pero aun si no pudieras conseguirlo, el gesto vale mucho-, yo sonreí algo confundida.
-¿Odiar?-, murmuré
-Si, con todo lo que nick te hacía y bueno en realidad yo nunca dije nada aunque debí haberlo hecho, Anahi unas cuantas veces soñó con golpear a mi hermanito o a sol-, sonrió y me negando en respuesta, tal vez hubiera sido divertido ver eso.
-Bueno, que lo digas ahora es reconfortante-, sonreí antes de sentir mi teléfono vibrar.
-Te iras al cielo, almorzamos juntas mañana-, me despedí mirando a Marie .
-El grupo black eyed peas estará aquí en a lo mucho treinta minutos-, Marie abrió la boca
-Pero me dijeron que estaban ocupados-, aseguró sorprendida, yo solo sonreí.
- Zoe es organizadora de eventos y créeme, a veces a ella le han dicho lo mismo-, conté mientras ella me abrazaba, me quede estática
-Ahora estoy en deuda contigo-, se separó y me tomó de la mano, recorrimos el salón hasta llegar a una mesa, que estaba vacía, salvo por un saco y el que supuse que seria su bolso.
El salón se empezaba a llenar por completo y todos reían y saludaba eufóricos, miré a Marie mientras ella sonreía
-Se que para ti debe ser incomodo, pero la gente cambia o tal vez solo necesitas comprenderla un poquito-, yo fruncí el ceño mientras ella continuaba, sentándose al lado mío.
-Se mejor que nadie que cuando una persona es para ti, lo es aun cuando hubieras jurado lo contrario-, murmuró con ojos calidos, iba a preguntar por que me lo decía pero levantó la vista y sonrió.
A unas mesas de distancia, un hombre castaño, y de complexión delgada caminaba hacia nosotras, llevaba unos lentes que lo hacían parecer muy intelectual pero no le quitaban ese toque algo enigmático, lo aumentaban, Marie se levantó y lo recibió con un beso.
-Pensé que estaba enojada señorita-, bromeó el mientras ella reía.
-Tienes que agradecer a tara por mi buen humor-, yo negué mientras el me miraba algo apenado.
-liam jonson -, extendió la mano y yo la tomé saludando.
- tara linn -, el sonrió mientras ella volvía a sonreír.
-¿Qué te pasa Marie ?-, preguntó una voz ronca a mis espaldas, me giré para reconocer anali del brazo de un hombre muy grande y muy guapo, con un toque de parecido con Marie lo que era de verdad irónico.
-anali , ¿recuerdas a tara?-, murmuró Marie mientras anali me miraba y sonreía, se llevó una mano a la boca.
-¡De verdad eres tu!-, sonrió y me abrazó tomándome nuevamente por sorpresa, sonreí en respuesta, el grandulon parecía estar pensando hasta que sonrió nuevamente.
-Ya se de donde había escuchado tu nombre, tu eres pecas-, yo bufé bajito, -y dale con el apodo-, Marie pareció temer que me molestara por que vino y me agarró del brazo mientras anali le pegaba al hombre.
-Vuelves a decirle pecas y te aviento el anillito, ¿entiendes?-, el sonrió mirándome
-Si, bebe, entendí-, casi reí al mirarlo
-Lo siento, Christian nos oía discutir a nick y a mi todos los días, el es mi hermano mayor, se va a casar con Anali ...si antes no la hace enojar demasiado-, murmuró Marie lo ultimo mientras yo sonreía, me sentía en la dimensión desconocida, conviviendo con ellas, quien lo diría
-Ya conociste a mi esposo, un enfermo por el trabajo-, continuó mientras el hombre que estaba a lado sonreía, todos nos sentamos nuevamente dejando dos asientos vacíos, no era muy difícil adivinar quienes faltaban, aunque no se les veía por ningún lado.
Minutos mas tarde el grupo llegó, Marie y anali fueron a recibirlos mientras sus parejas las seguían para ayudar, de repente me quede sola y pude respirar de nuevo, iba a terminar con taquicardia.
-Marie jamás olvidara lo que hiciste por ella-, murmuró una voz a mis espaldas
-Podía ayudarla-, me encogí de hombros mientras me giraba para mirar a nick sentado en la silla al lado de la mía.
-Me intriga, como pudiste conseguir al grupo que ella quería, ¿eres una chica mala nick?-, murmuró mientras yo miraba hacia la pista, y estaba ahí otra vez, ese temblor en la columna, no sabía que era peor que me llamara pecas o que me llamara por mi nombre.
-Un amigo me ayudó-, murmuré mirándolo nuevamente, el entrecerró los ojos pero no dijo nada.
La mesa permaneció en silencio solo un minuto hasta que me giré.
-Y tu, ¿eres un chico malo nick ?-, casi me doy un golpe en la cabeza contra la mesa y de donde salió eso, pero no importó pues el pareció divertido y me miró.
-No, mas bien me he convertido en alguien aburrido-, murmuró sin desviar su mirada y yo entrecerré lo ojos.
-Claro-, me giré hacia la pista mientras el grupo iniciaba con la primera canción, pude observar como taylor caminaba hacia nosotros arrebatador como lo recordaba y aun así al esperar que mi corazón se acelerara y que mis manos me sudaran, me quede sin nada, siguió caminando hasta que lo tuve enfrente.
-¿Bailas conmigo?-, preguntó galantemente mientras yo lo miraba, sí, babeando a mi pies...
-Apuesto a que Beli bailaría contigo-, murmuré con una sonrisa, nick se rió entre dientes pero no lo miré, taylor sonrió
-Me merezco eso ta-, contestó el y yo me esforcé por no rodear los ojos, de cuando acá podía formar diminutos con mi nombre
-Tal vez pecas no sepa bailar-, bromeó nick mientras yo lo miraba tratando de no saltarle encima, ¡Ese hombre tenia trastorno bipolar!, en vez de eso sonreí mirándolo.
-¿Apostamos?-, me giré y caminé hacia la pista seguida por supuesto de un taylor que parecía no tener vida propia o tal vez estaba pensando con otra parte de su anatomía, eso me hizo reír, ni en sus sueños.
Al llegar a la pista me tomó una mano y la otra la colocó en mi cintura, de nuevo esperé algo, si había estado tan enamorada de el, algo debería quedar, eso pensé, pero no sentí nada, las mariposas se habían ido a mejores bosques.
-Lo siento por no reconocerte, estas hermosa-, dijo con una sonrisa mientras yo me encogía de hombros.
-No es para tanto-, le dije mientras el sonreía.

-Claro que si y disculpa a nick , hablaré con el-, me dijo casi con gesto protector.
-Eso hubiera servido 10 años atrás, ¿no crees?-, le dije mientras nos movíamos al ritmo de la música.
-Si, tal vez si, lo siento por eso también, pero ya no somos los mismos-, susurró mientras yo asentía con la cabeza.
-Basta de hablar del pasado, ¿que ha hecho taylor hasta ahora?-, murmuré sonriendo y el pareció haber ganado la lotería
-Soy jugador del equipo de béisbol de New York-, sonrió triunfante
-Vaya, cualquiera diría que tenía que saberlo-, murmuré extrañada y el se encogió de hombros.
-No importa, me agrada mas no ser conocido-, dijo sonriendo y yo asentí
Ahora resultaba que todos eran exitosos, ¿me iban a salir con que nick era rico?
-¿Entonces no vives aquí?-, inquirí confusa
-Tengo mi guarida secreta aquí, me gusta visitar a nick y a Marie -, anunció con una sonrisa de niño y yo sonreí sin poder creer que todos estuvieran tan cerca, imaginaba que estarían a miles de kilómetros.
Bailamos un poco mas mientras taylor se desvivía por preguntar cada detalle de mi vida, y yo luchaba por contar solo lo esencial y mantener el misterio, así no dormiría pensando en la mujer misteriosa que cambio de patito a cisne, al fin y al cabo no volvería a verlos.
Regresamos a la mesa para la cena, me senté al lado de Marie y taylor respectivamente con nick en frente, era lo único que me ponía nerviosa de una forma extraña, pero traté de no hacerle caso, todos eran muy divertidos, y por un momento se me olvidó todo aquel pasado donde ni ensueños estaría ahí sentada.
Claro añadiéndole que Beli , la chica: "Soy el ombligo del mundo", estaba dos mesas mas lejos sentada junto a Jessica y otros que no recordaba sus nombres, al parecer ni a Marie ni a anahi les caía muy bien, seguía siendo hermosa, aunque se debatía en lo vulgar, lo que me sorprendió es que taylor no la miró y ella tampoco, su mirada estaba fija en alguien mas, nick.
¡Zorra!
Moví la cabeza reprimiendo el sentimiento, no debía importarme si esos dos se traían algo, después del postre y algunos comentarios chistosos del mayor de los batrmann , taylor me invitó de nuevo a bailar, vi de reojo como nick se deslizaba junto a Beli por la pista mientras el grupo tocaba y tocaba.
-¿Y sol ?-, pregunté a taylor extrañándome no ver a su hermana
-Se caso hace dos años con un empresario, vive fuera del país-, al parecer no se llevaba mucho con su cuñado, no quise saber mas
-Bailas muy bien, parece que eres perfecta-, murmuró mientras yo sonreía casi incrédula, los hombres podían ser tan predecibles.
-Nadie es perfecto y bajo el maquillaje aun siguen las pecas-, bromeé mientras el acariciaba mi mejilla, su calor corporal era reconfortante pero a la vez insípido, no había nada, ni un cosquilleo.
-Tal vez sería interesante-, susurró cerca de mi, si claro y ahora esperaba que me plantará a su pies, aquí estaba mi revancha.
-Bueno, tal vez tengas que buscar alguna otra cosa interesante-, le dije sonriendo mientras terminaba la canción.
-Me dio gusto verte taylor -, caminé fuera del salón hacia los jardines, deseosa de un poco de aire, casi choqué con una Beli furiosa que ni siquiera se paró.
-Gusto en verte también-, murmuré mientras salía y respiraba.
-¿Cumpliste tu sueño pecas?-, preguntó nick pegándome un susto
-Bailaste con taylor -, sonrió a media llevándose un vaso con whisky a la boca.
-Creí que el apodo quedaba en el pasado-, murmuré mientras el sonreía
-¿Te molesta?-, preguntó con una ceja enarqueada, quise gritarle que si pero yo era una mujer madura...
-Sabes que no me importa-, le contesté sonriendo
-¿Segura pecas?-, se acercó a mi casi sin que lo notara, mi corazón pareció enfermo
-Pecas, pecas, pecas-, murmuró una y otra vez, este juego lo pueden jugar dos.
-No, no me importa-, murmuré dando un paso, sosteniendo el vaso que el tenia entre su mano rozando sus dedos, estaban fríos.
-Pero como información general, mi nombre es tara -, casi se me olvida por que me había acercado, pero sus dedos se movieron de forma por poco imperceptible y llegó la cordura a mi cuerpo, tomé el vaso y lo derramé de nuevo en su camisa.
-Oh-, exclamé entrando de nuevo al salón aun cuando mis piernas parecían atole. Era hora de irse.

Esta Vez, Si (terminada)©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora