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— Te espero a la salida, Hinata — murmura el pelinegro mientras se apoyaba en el marco de la puerta de la sala
— Bien! No me demoro mucho, solo me queda ir a botar los papeles — odiaba quedarme a los deberes. Noté como Kageyama asentía y se largaba. Quizá podrías haberme ayudado a botar los tachos, idiota.

Tomó su bolso al igual que el cubo de basura y corrió hacia el contenedor.

Hoy se cumplía 1 año de que conocí a Tobio y como buen amigo, le invité a salir. Quizá no a comer, porque sabía que Kageyama era un persona simple y con solo salir y caminar, el era feliz.
Y no podía mentir, solo pasar el tiempo con el, reír, hacer que se enfade o simplemente estar en silencio, me encantaba.
¿Me gusta el idiota de Kageyama?.
Si. Me gusta.
¿Planeo algún día decirle?. No, no planeo decirle.
Dirás: que demonios tengo en la cabeza. Que es más importante que tus propios sentimientos?.
Los más importante es la amistad que tengo con el.

Kageyama es la única persona que me ha ayudado. El único que... Me sabe valorar y tratar. Me sacó de la mierda en la cual estaba inmerso. En donde yo no hallaba solución, el, la encontró y tan solo tuvo la oportunidad, me sacó a la luz.

"La vida no es tan cruel. Tu mismo brillas con solo sentir tu presencia, un brillo tan exterior.. No crees que es hora de que comiences a brillar también por dentro?"

Solo esas palabras bastaron para cegarme de su hermosura.

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— Si no te gustaba ese sabor, no deberías haberlo pedido — habló el mas alto, dando una lamida a su cono
— Q-Quería saber a sabía! — exclamé — Y se veía delicioso pero sabe a mierda!
— Bueno, ahora sabes que no tiene sabor a su apariencia — recalca mientras su caminata fluía por una plaza, donde corría una brisa y las hojas se esparcían por el duro suelo
— Esto no es justo... Ahora no podré comer helado..— responde en un puchero, bajando sus hombros al igual que su rostro
— Puedes comer de mi helado — ofrece el pelinegro, algo inusual en el, ya que ama el helado. Pero su amabilidad se acabó en cuanto vio la mueca de asco que hacia el pelinaranaja
— No gracias, esa cosa está toda lengueteada y llena de tus babas.. Quizá muera camino a casa si pruebo eso — sabía que estaba exagerando, pero el solo ver como Kageyama se enfurecía, le hacía querer seguir exagerando
— Será mejor que comiences correr si no quieres... — y sin mas, los dos se encontraban corriendo por toda la plaza.
Como el par de idiotas que son.
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Hace un año que Hinata Shoyo ya no vivía con su hermano, el hecho era simple, Kageyama no iba a permitir que el pelinaranja tuviera que "mantener" a un pedazo de mierda como el.
Shoyo no se interpuso en la decisión.
Y su nuevo hogar era la casa de Tobio. Su madre pasó a ser su progenitora postiza al igual que las gemelas... Dios le había premiado con tan milagro que se encontraba mas que agradecido.
No podía pedir mas. Se encontraba tan bien y pleno, de verdad sentía que comenzaba a brillar por dentro.

No sabes nada, absolutamente nada.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora