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Su cuerpo no dejaba de temblar y sus lágrimas no dejaban de caer. No sabía que hacer para que el se sintiera más seguro. Claro que nunca se va a sentir seguro, lo insulte, tiré contra el piso y lo hice sentir de lo peor.
- Te... Te encuentras bien? - pero que pregunta más estúpida por el amor de Dios!. Claro que no lo está, pero lo preguntaba por... Por las dudas?. El pequeño negó mientras levantaba su rostro
- A... Ayúdame... Por favor... -.

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Y ahí se encontraba, a mitad de camino a su casa con Hinata en sus hombros, vestido, claramente. No lo iba a sacar a la calla en carnes. Se sentía malo, el tan solo pensarlo le daba risa. Vamos Kageyama, calla. La verdad es que el pequeño no pesaba nada y le impresionaba lo delgado que era. Después de haber salido de la escuela, Shoyo había dicho que se sentía cansado, sus ojos tenían unas bolsas moradas y su rostro estaba pálido, por ello Tobio se ofreció a llevarlo. ¿Pero a donde?, no sabía donde vivía. Solo le quedó llevarlo hacia su casa y esperar a que despertara. No dejaría que algo le pasara. Sentía que debía protegerlo, después de todo, le debía una, o varias.

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Mierda, no había traído las llaves. Y su móvil estaba en su bolso, el cual no quería sacar para no despertar al anaranjado. Solo le quedaba una opción. Pasar por la ventana de la sala. Se encaminó hacia el otro lado de la casa y abrió la gran ventana, agachandose para no golpear al chico en la cabeza.
- Oni-chan! - una de las gemelas estaba viendo televisión, a lo que el pelinegro puso su dedo sobre sus labios en señal de silencio
- Me ayudarías a llevar estos bolsos? - susurra en pregunta, esbozando una sonrisa. La pequeña asintió y los tomó, subiendo con cuidado hasta llegar a su habitación, donde dejó a Hinata sobre su cama. Dios, su saliba cae hasta por cuello. Espera... Mi chaqueta esta con... Baba...
- Está triste, Tobio-ni.. - la pequeña se comienza acercar al pelinaranja - ves? Cuando duerme tiene el ceño hacia bajo y sus cejas también... Como papá - esta acaricia su rostro y se gira hacia mi - no crees que hay que ayudarlo? Tobio-ni? - pregunta por último, pudiendo sentir algo dentro de mi pecho. Me había tocado. Había dado justo en el clavo.
- Si... Lo haré, lo prometo....

Lo protegeré y no dejaré que vuelva a hacer este tipo de cosas. Papá, mamá, esto se siente el querer proteger a alguien? Tan profundo es este sentimiento? Tan profundo que duele.

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Holaaaa*^*❤ he llegaoh uvu
Trataré de hacer los capítulos un poco más largos, ya saben, para agregar más azúcar y todas esas cosas (?)

§Sora-chan§

No sabes nada, absolutamente nada.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora