#49 I do

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Sus ojos estaban llenos de lágrimas, su respiración era irregular y la mano que tenía en la boca no dejaba de temblar.

- Si, si quiero.- salió de entre sus labios y luego me besó.

- Me has hecho el hombre más feliz del mundo, hermosa.
- Y tu a mi, me haz hecho la mujer más feliz del mundo.
- Te amo.
- Yo más.- nos volvimos a besar.

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Todo era como un suelo hecho realidad.
José me había pedido ser su esposa.
Y yo que creí nunca pasaría.
Teníamos una semana de prometidos y no nos separábamos ni un segundo.
Pero este era el momento de tener espacio, ya que él iría de viaje con su banda, quienes son; mi cuñado y un amigo.
Estaba en su casa ayudándole a empacar.
- No me quiero ir.- me abrazó por detrás.
- Yo tampoco quiero que te vayas, pero sabes que es por tu banda.
- Lo se, tendremos la fecha de Monterrey en mayo, es puente, tienes que ir.
- Veré si puedo ir, no es que no quiera, pero Andy.
- Yo hago que lo dejen pasar.- me giró y besó mi nariz.
- Ahí va a andar, Andrés, Alvaro, Rodrigo, sabes que Rodrigo también ama a Andy.
- Si,  Ro es muy bueno.
- ¿Cómo que Ro?.- levantó una ceja.
- Así le digo yo.
- Pues que confianza se tienen.
- Dios es tu hermano, hombre.- me empecé a reír.- bueno, se parece a ti. Tiene tu mismo color, casi tu misma cara.- comencé a canturrear.- Se apellidan igual, casi son igual, viven donde mismo, saca  tu en conclusión, por quien te voy a cambiar, adivínalo mi amor.- me reí más fuerte y a carcajadas.
- Que graciosita me saliste.-
- Ro, también esta guapo. Pero tu estas más.- le dejé un beso en los labios.
- ¿Te vas a quedar aquí?.-
- No, regresaré a casa.
- Mami.- dijo Andy en la puerta.- Papá y el tío Yayo tienen muchos gatos.- dijo emocionado y con uno de los gatos en brazos.
- Si los fastidias mucho te pueden lastimar.- le dije como advertencia antes de que se fuera corriendo.
- ¿Aun no planearas nada para la boda?.- me preguntó.
- Pues, no se, es que nunca he preparado una boda y no le he dicho a nadie.
- ¿Ni si quiera a Juan?
- No, mi familia no sabe si quiera que estoy embarazada.
- ¿Qué? Espera, ¿qué?.-
- Lo se, lo se, se que ya tengo casi 16 semanas.
- ¿Es por mi?.- dijo un tanto ofendido.
- No claro que no, es por mi. No se como reaccionará mi padre y no quiero que mi madre venga a decirme cosas llenas de hipocresía.
- Y me lo dices ahora que ya me voy. Dios Ariel.- me soltó de sus brazos.
Yo me senté en la cama y comencé a sentirme muy culpable y sensible.
No, malditas hormonas.
- Perdón.- dije llorando.- Yo... yo no quería, lo siento.- no podía controlar mi llanto.
- No hermosa, no llores.- me dijo suave y se hincó frente a mi.- es que no quiero que tus padres piensen que soy un mal tipo o que me estoy deslindando de todo esto.
- Papá no piensa eso de ti. Y se que.- seguía llorando.- que él se pondrá feliz.
- Bueno ya no llores, me duele verte así.- pero era inútil, me besó y pude calmarme un poco.- Perdoname por hacerte llorar, ¿quieres un vaso con agua?.- solo pude asentir como niña pequeña.- no te muevas, ya vengo.

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- ¿Todo bien arriba?.- preguntó mi hermano quien esperaba para irnos juntos a su casa donde nos recogerían los demás.
- Si, es solo que Ariel no le ha dicho nada a su familia.
- Tu tampoco a mamá, ni a papá.
- Pero la situación es diferente, mamá sabe que va de verdad con ella.- saqué la jarra de agua del refrigerador y serví en un vaso.
- Pues pasaremos ahorita, ahí tengo unas cosas que necesito. Puedes decirle.
- Dios, no se que hacer.
- Nadie sabe que hacer en estas situaciones, vas a tener un hijo y te vas a casar. Yo también estaria como un loco si fuera tu.
- Gracias por el apoyo eh.- tomé el vaso con agua y fui directo a la habitación.

Ahí estaba ella apreciando mis cosas como si fuera el más grande tesoro que haya visto.

- Le voy a decir a Papá hoy mismo.- dijo al momento que me vio llegar a la habitación.
- ¿Quieres que te acompañe?.-
- No, tu vas a disfrutar de tu gira, no quiero agobiarte con esto.
- Tu no eres ningún agobio para mi, hermosa.- le di el vaso con agua y ella le dio un sorbo.

- José apúrale .- gritó Rodrigo desde abajo.
- Creo que ya te tienes que ir.- dijo triste.
- Nos vamos a ver en dos semanas en Monterrey.-
- Si voy a ver si puedo.
- No Ariel, no te estoy dando opción, vas o vas.- dije serio.- No quiero que estés sola y por Andy no te preocupes. Yo te aviso cuando tienes que recoger el pasaje de avión y todo.
- ¿En avión?
- Quiero que llegues lo más rápido posible.

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Perdónenme por desaparecer un mes, este es el final y la única oportunidad de salvar el semestre así que no me odien 💖

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