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Frederick me dejó en el departamento, él se marchó, cerré la puerta y me desplome en el suelo, de inmediato cayeron las lágrimas que había guardado en todo el camino, inclusive lloraba tanto que apenas podía respirar. 

(...)

[4:30 p.m]

Me levante con dificultad, tome un calmante, ya que lo necesitaba. Me dirigí al tocador, me miré al espejo, mis ojos estaban rojos e hinchados.

—Realmente eres un desastre ___- le murmuré a el reflejo.

Salí del tocador y llame a Charlie.

—___, ¡qué sorpresa!.— dijo un tanto sarcástico.

—Charlie, estoy en Londres. — susurré con mis labios temblorosos.

—¿Qué demonios haces aquí?. — se exaltó.

—La razón por la que volví era por Leondre.— respondí.

—Siento decirte esto, pero es demasiado tarde.— pude escuchar un suspiró de su parte.

—Lo sé, y no me entre pondré, solo...—se entre corto mi voz, solté una pequeña lágrima,— tengo que irme, cuidate Charls, te quiero.— apenas pude pronunciar las últimas palabras, a la par que colgaba.

Limpié la pequeña lágrima, pero una vibración en mi mano llamo mi atención, mire la pantalla del móvil, era un mensaje de papá.

“Solo fuerte cariño”.

Realmente era ridículo, por más que quisiera ser fuerte, la mente y el corazón me debilitaban cada vez más, me dirigí a la puerta del departamento y volví a salir.

Esta vez no estaba segura a donde ir, tan solo caminé por un par de minutos.

(...)

Desperté bruscamente al ver a Leondre en mi sueño, como si nada hubiera ocurrido el me sonreía y me miraba fijamente a los ojos, pero era solo un sueño.

Mire en todo el departamento buscando a mi padre, él no estaba aquí, mire mi celular y entendí, había dormido demasiado, más de lo debido, hoy era Lunes, Leondre tenía clases, me vestí de inmediato ya que la hora de salida se acercaba.

(...)

Todo estaba listo, tomé unas gafas de sol y giré hacia la puerta, salí del departamento; caminaba por la acera, pero un coche me seguía, pare en seco y mire fijamente hacia el coche.

—¿A donde va tan sola?.— comentó Frederick al bajar la ventanilla del coche.

Le sonreí levemente y subí al coche, le indique a donde ir, y el me miro algo confuso, pero al final llegamos bien.

Algunas personas salían del instituto, mi mirada iba de lado a lado, sin encontrar a Leondre.

—Eres lamentable.— dijo entre dientes.

—Vaya, has agarrado mucha confianza.— le fulmine.

El soltó una risa sarcástica y puso una mano en el volante y con la otra busco la llave.

—¡No atrevas a arrancar el maldito coche!.— grité.

Su mirada se fijo en la mía por unos minutos, la desvíe algo nerviosa, justo a tiempo para verlo salir junto Charlie, Alexa y Marina.

—De verdad renunciaré si me haces seguirlo todo el día. — dijo quejumbroso.

Rodé los ojos, no le di ni una mínima importancia y seguí mirando a cada persona que salia.

—Charls.— exclamé con una leve sonrisa.

—Ahora buscamos a otro.— comentó entre risas.

—Es mi primo idiota.— dije enojada.

—Vaya confianza que nos hemos agarrado en un día.— sonrió burlescamente.

Lo fulmine con la mirada y salí del coche, los había perdido, por lo que camine mirando a todos lados.

Lo hacia tan rápido que choque con un grupo de chicos, los lentes se me movieron por lo que los acomodé de inmediato.

—Lo siento.— sonreí y me retiré.

—Espera un momento.— hablo Keith.

Apreté los labios, y rezaba por que no me haya reconocido.

—Hmm, sí.— dije volteando y cambiando el tono de mi voz.

—Quitate las gafas.— ordenó.

—No, porque debo hacerlo.— comenté.

Él se acerco a mi, intimidándome un poco.

—Parece que volviste.—Sonrió.

Mire a mi alrededor y tome de la mano a Keith para llevarlo a otro lugar.

—Por favor cierra la boca y no digas nada.— dije algo intranquila. 

—Leondre...

—Él no sabe que estoy aquí.—interrumpí.

—Pero si sabes que..

—Que esta con Alexa.— interrumpí de nuevo con algo de melancolía.

—Si él sabe que estas acá, seguro la deja.— comentó.

—No seria justo para Alexa, ¿no crees?— pregunté.

—Como sea, ¿quieres venir a mi fiesta de cumpleaños?. — pregunto con una sonrisa.

Yo asentí, ya que despejar mi mente seria bueno.

—Es pasado mañana, te espero ahí.—me entrego una tarjeta con su dirección y ambos nos despedimos.

"Lᴀ́ɢʀɪᴍᴀs ᴘᴏʀ ᴀᴍᴏʀ" ¦¦ [Lᴇᴏɴᴅʀᴇ Dᴇᴠʀɪᴇs ʏ ᴛᴜ́] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora